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PP+UPN: Génova busca una alianza electoral en Navarra que recupere sus siglas
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NUEVO CICLO ELECTORAL

PP+UPN: Génova busca una alianza electoral en Navarra que recupere sus siglas

Los populares no reeditarán Navarra Suma por la descomposición de Ciudadanos y la crisis en la formación foralista. Feijóo se reunirá con Esparza para sentar las bases de un nuevo acuerdo de cara a próximas elecciones

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Quique García)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Quique García)
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Alberto Núñez Feijóo trata de poner orden en todas las estructuras territoriales que quedaron pendientes de renovación en la era Casado, pero hay casos, como el de Navarra, que requieren especial atención y estudio por parte de la nueva dirección de Génova. El puzle se estima complicado, sobre todo tras la ruptura en el seno de Unión del Pueblo Navarro (UPN). El partido saltó por los aires en el momento en que los dos diputados nacionales de la formación, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, rompieron la disciplina que marcó su presidente, Javier Esparza, y se posicionaron en contra durante la ajustada votación de la reforma laboral, que salió adelante solo por la equivocación de un diputado del PP. Con el partido enfrentado y Ciudadanos al borde de la desaparición, Feijóo se lanza a buscar el equilibrio para dar la batalla al PSOE y Bildu en una región donde la coalición de centro derecha ya ha ganado las elecciones, aunque la izquierda sumó más y le arrebató el bastón de mando.

La nueva dirección de Génova no se plantea reeditar la coalición de Navarra Suma. La descomposición del partido naranja, cuyo hundimiento ha capitalizado mayoritariamente el PP, y la crisis en UPN convierten ese escenario en "imposible" para los populares. Pero en la cúpula nacional son conscientes de que deberá haber un "entendimiento" entre las fuerzas situadas en el espectro de la derecha para "no fragmentar el voto" en múltiples listas electorales, con lo que entienden que la izquierda ganaría enteros pese a la delicada situación por la que atraviesa. "A Feijóo no le gustan las coaliciones electorales, pero Navarra es un territorio especial", comenta una voz autorizada del partido en la región. Solo hay una cosa clara: el PP no renunciará a sus siglas en Navarra en favor de UPN.

Foto: Feijóo, Blanco y Aznar, esta mañana en Ermua. (EFE/Javier Zorrilla)

Aunque aún no hay una fórmula definida, lo que sí tienen claro los populares es que el escenario en el que juega Feijóo es ahora radicalmente distinto al que tenía Casado. "El centro derecha no puede ir por separado. Habrá que buscar un acuerdo". Pero ese pacto, insisten en Génova, no implicará una renuncia a su marca. "Ellos cuentan con una gran fuerza a nivel regional, pero nosotros estamos ahora muy fuertes en la esfera nacional", comentan fuentes de la dirección popular. UPN es la fuerza mayoritaria en la región, y durante años ha mantenido con el PP una alianza estable tanto a nivel regional como nacional, que se mantuvo hasta 2008, cuando las dos fuerzas rompieron relaciones después de que uno de los dos diputados nacionales de la formación se abstuviese en la votación de enmiendas a la totalidad de los presupuestos generales del Estado de aquel año.

En 2011, el PP concurrió por separado en las elecciones autonómicas y resistió a la fragmentación con cuatro diputados frente a los 19 de UPN, una suma insuficiente para lograr los 26 escaños de la mayoría absoluta que permitiese vencer a la izquierda en la región. En 2015, se mantuvo la fórmula de concurrir por separado y, tanto populares como foralistas, perdieron fuelle. En 2019, se alumbró la coalición Navarra Suma que, con la participación de Ciudadanos, permitió al centro derecha volver a escalar hasta los 19 diputados, aún insuficientes para batir la alianza entre PSE, Podemos y Geroa Bai. La coalición frenó el empuje de Vox, que no logró entrar en el Parlamento autonómico.

Foto: Los parlamentarios de UPN Carlos García Adanero (d) y Sergio Saya. (EFE/J. Diges)

El cambio de liderazgo en el Partido Popular y el primer gran espaldarazo de las urnas al proyecto de Feijóo —Moreno se alzó con la primera mayoría absoluta del PP en Andalucía— han impulsado el proyecto de los conservadores y algunas encuestas, como la de IMOP Insights para El Confidencial, sitúan al líder gallego en los 128 escaños a nivel nacional, con una gran ventaja sobre el PSOE de Sánchez. Esta coyuntura ha llevado a Feijóo a perseguir "teñir de azul" el resto del territorio nacional. Pero Navarra es uno de esos territorios en los que Génova debe dar con la tecla para no errar de nuevo en favor de la izquierda. Y, en ese contexto, la máxima en la que coinciden varias voces del partido es que Navarra Suma "fue un fracaso" en tanto que no se consiguió derrotar a PSE y Bildu. "Frenamos a Vox, pero la suma no tuvo un efecto multiplicador como cabía esperar", reconocen.

En este sentido, las fuentes consultadas avanzan que Feijóo "revisará" el trato con Esparza y abrirá una nueva negociación para llegar a un acuerdo de cara a las próximas municipales y autonómicas, para las que restan poco más de 10 meses. Por el momento, está previsto que esa reunión no se produzca al menos hasta septiembre, cuando el líder gallego se plantea iniciar una ronda de encuentros con los líderes de otros partidos políticos. El PP ya tiene unas condiciones claras, y aunque está abierto a "todos los escenarios", no se plantea alternativas como la de ocupar puestos de salida en las listas de UPN y diluir sus siglas como en 2007. Como el objetivo también pasa por no fragmentar el voto, una posible fórmula pasaría por reeditar listas conjuntas bajo el escaparate de PP+UPN, como se hizo con Ciudadanos en País Vasco en las autonómicas de 2020.

La incógnita de Sayas y Adanero

El otro desafío que Feijóo tiene por delante pasa por definir cuál será la relación del PP con los dos diputados díscolos de UPN, expulsados recientemente del partido por romper la disciplina del partido durante la votación de la reforma laboral. Sergio Sayas y Carlos García Adanero anunciaron el pasado mes de junio la creación de una plataforma electoral con la que se plantean concurrir a próximos procesos electorales, aunque, insisten en su entorno, aún no hay nada definido.

El escenario idóneo para el PP pasaría por intentar una reconciliación del centro derecha constitucionalista para evitar la fragmentación del voto, pero en el entorno de los dos diputados díscolos aseguran que todo está parado y por el momento no se ha producido ningún contacto. Los avances no llegarán, al menos, hasta septiembre, cuando Feijóo deberá acelerar para el encaje de bolillos territorial que le permita llegar fuerte a próximas citas con las urnas.

Alberto Núñez Feijóo trata de poner orden en todas las estructuras territoriales que quedaron pendientes de renovación en la era Casado, pero hay casos, como el de Navarra, que requieren especial atención y estudio por parte de la nueva dirección de Génova. El puzle se estima complicado, sobre todo tras la ruptura en el seno de Unión del Pueblo Navarro (UPN). El partido saltó por los aires en el momento en que los dos diputados nacionales de la formación, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, rompieron la disciplina que marcó su presidente, Javier Esparza, y se posicionaron en contra durante la ajustada votación de la reforma laboral, que salió adelante solo por la equivocación de un diputado del PP. Con el partido enfrentado y Ciudadanos al borde de la desaparición, Feijóo se lanza a buscar el equilibrio para dar la batalla al PSOE y Bildu en una región donde la coalición de centro derecha ya ha ganado las elecciones, aunque la izquierda sumó más y le arrebató el bastón de mando.

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