Indignación en el TS porque el Gobierno 'olvida' invitar al desfile a la cúpula judicial

En plena herida abierta por la crisis del poder judicial, un nuevo suceso volvió a provocar a última hora de este martes la indignación de la cúpula de la judicatura. Los presidentes de todas las salas del Supremo, el presidente de la Audiencia Nacional y los presidentes de los tribunales superiores de Justicia no recibieron las invitaciones al desfile del 12 de octubre de las Fuerzas Armadas que se ha celebrado este miércoles con ocasión del Día de la Hispanidad. Desde el Gobierno, se ha alegado que "un error" ha impedido que se tramiten las invitaciones personales de todas estas autoridades, pero, sin embargo, fuentes del alto tribunal ven en este supuesto desliz un nuevo desplante calculado.

Los presidentes de Sala tuvieron constancia de que no habría invitación al acto, uno de los centrales de la jornada festiva, pasadas las nueve de la noche. A esa hora se les informó de que dos horas antes Presidencia del Gobierno había comunicado que, "por error del Ministerio de Defensa", las invitaciones no habían sido cursadas, pese a que a finales de la semana pasada se remitió al ministerio un listado conjunto con los datos de todos los miembros de la cúpula judicial y de los vocales del CGPJ. Estos últimos sí han recibido la invitación que envía Presidencia en nombre de la Casa Real, aunque mucho más tarde de lo habitual. Defensa se limita a gestionar la tramitación.

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Al comunicar el 'error', el Gobierno se comprometió, como solución de urgencia, a enviar una invitación genérica —ya no nominal— para que los magistrados pudieran asistir al desfile. Sin embargo, pasadas las 10 de la noche, esa invitación no había llegado. El fallo ha provocado, por tanto, la ausencia de la sala de gobierno en pleno del Tribunal Supremo en el desfile, solo unos días después de que su presidente, Carlos Lesmes, hiciera pública su dimisión. No han acudido así Francisco Marín, César Tolosa, Manuel Marchena, María Luisa Segoviano ni Jacobo Barja de Quiroga. Tampoco han asistido los presidentes de los 17 Tribunales Superiores de Justicia.

Lo sucedido se produce en la resaca tras la salida de Lesmes y cuando ha comenzado a gestarse una batalla por su sucesión que enfrenta a dos candidatos. Por un lado, el presidente de la Sala Primera, Marín, y por otro, el vocal progresista del Consejo General del Poder Judicial Rafael Mozo. El primero de ellos, presidente de la Sala Primera y vicepresidente en funciones del TS, no estará presente a consecuencia de lo sucedido. Un informe del Gabinete Técnico del CGPJ le señala como el sustituto natural del dimitido Carlos Lesmes. Sí podrá asistir el otro 'candidato' a la presidencia: el vocal del sector progresista del Consejo Rafael Mozo, miembro de JpD, asociación muy cercana al PSOE y la única que defiende —como el Gobierno— el actual sistema de elección de los miembros del órgano de gobierno de los jueces.

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Varias fuentes consultadas ven en este contraste una maniobra del Gobierno de apoyar públicamente al segundo en menoscabo del primero. Sea con intención o sin ella, el malestar cundió en el alto tribunal. Diversos magistrados se mostraron indignados. "No se recuerda mayor desconsideración", asegura una de las fuentes consultadas. La Casa Real sí tramitó correctamente las invitaciones y todos los agraviados acudirán, por tanto, a la recepción solemne que preside el Rey.

El asiento de la presidencia ya iba a quedar vacante. Aunque la dimisión del presidente del TS aún no es firme, dado que no ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), fuentes jurídicas confirmaron en las últimas horas que el magistrado había decidido no estar presente en la festividad del 12 de octubre al no ver sentido a ejercer una representación institucional cuando ya ha comunicado su marcha a Felipe VI, el Gobierno y los presidentes de las Cortes.

La pelea por la presidencia

El pistoletazo oficial de salida de la pelea que ya se gesta sobre el sustituto de Lesmes corrió a cargo del sector progresista el pasado martes. Los vocales de este grupo evidenciaron que van a presentar batalla. Lesmes y su gabinete técnico llevan semanas defendiendo que la presidencia del Supremo y del órgano de gobierno de los jueces debe pasar de forma "automática" al presidente de la Sala Primera, Marín, pero seis de los vocales lograron incluir un nuevo punto en el pleno que va a celebrarse el próximo 13 de octubre: "Valoración —y, en su caso, decisiones que legalmente procedan— del pleno tras el cese del presidente del Consejo General del Poder Judicial".

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Con esta fórmula abierta indican que consideran que el presidente sustituto debe ser elegido por los vocales y que rechazan asumir un recambio automático que deje la presidencia en manos de Marín. El grupo sostiene que, al menos de momento, la vacante debería quedar cubierta por el vocal de más edad, que es el progresista y miembro de Juezas y Jueces para la Democracia Rafael Mozo.

Las consecuencias del malestar del Supremo son difíciles de cuantificar en un momento en que el Gobierno y el PP comienzan a tender nuevos puentes y han arrancado las primeras conversaciones para renovar, al fin, el Consejo. Tras la larga reunión celebrada en la Moncloa entre el presidente Pedro Sánchez y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ambas partes han mostrado su disposición a alcanzar un acuerdo que permita acabar con un bloqueo que ya roza los cuatro años.