Una nueva estafa inmobiliaria se extiende por Madrid: "Me alquiló un piso que no era suyo"

Carlos (nombre ficticio) se las prometía muy feliz la semana pasada. Después de muchos meses sondeando el mercado de alquiler en el sur de Madrid, por fin encontró un piso "con muy buena pinta" que se adaptaba a su presupuesto, 600 euros mensuales, en Puente de Vallecas. "El anuncio salió en Idealista a las ocho de la tarde y me gustó mucho. Llamé al momento, porque en Madrid ya no puedes esperar ni media hora. El dueño me citó de inmediato y a las nueve de la noche ya estaba viéndolo", dice a este periódico.

"Mientras me enseñaba el piso, no dejaba de sonarle el móvil, lo que me ponía más nervioso, así que decidí, en caliente, que me lo quedaba", continúa Carlos. El casero le pidió dos meses de fianza y el mes en curso para cerrar el acuerdo (1.800 euros), pero Carlos solo tenía en el banco 1.400. "Me dijo que no había problema, que ya se los daría el mes que viene, así que me bajé al cajero y regresé con el dinero", explica.

Cuando llegó, los contratos ya estaban sobre la mesa. Carlos firmó, porque el DNI del casero coincidía con el nombre del contrato, y quedó a la espera de que le instalasen una lavadora. "Al día siguiente llamé al casero y no me lo cogió. Probé varias veces y nada. Cuando salí de trabajar, me acerqué al piso para ver si le había pasado algo al hombre", dice Carlos.

El susto se le metió en el cuerpo cuando se encontró al presidente de la comunidad por las escaleras y le aseguró no conocer de nada a su presunto casero, pero lo peor estaba por llegar: "Entré al piso y me encontré con una mujer, que estaba incluso más sorprendida que yo. Me dijo que ese piso era suyo y que lo tenía en alquiler en Airbnb por días".

Cuando Carlos fue a denunciar, los agentes ya sabían de qué les hablaba: "Me dijeron que no era el único que aparecía por allí con este tipo de estafa, se está extendiendo en los últimos meses", dice el joven, que en una tarde se quedó sin casa y sin ahorros. "Tendré que seguir en casa de un amigo durante un tiempo, pero, bueno, que todo haya sido dinero", lamenta.

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E.S.

Desde el otro lado, el de los caseros, también se han encontrado con un súbito repunte de casos: "Tengo varios pisos en régimen de alquiler vacacional en Vallecas y he sufrido seis veces este delito desde enero", dice J. G., que prefiere mantener su anonimato. "Son casi siempre individuos de etnia gitana que alquilan los pisos por uno o dos días en Booking, una plataforma donde no te piden el DNI. Nada más llegar hacen varias copias de las llaves, toman fotos al piso y lo ponen en Idealista a precio de chollo. Entonces la gente empieza a llamar y colocan el piso las veces que les sea posible", dice el propietario.

"A menudo les piden a las víctimas el DNI, con la promesa de fotocopiarlo para una gestión y devolvérselo al día siguiente, y es el que usan para estafar a la siguiente persona y para alquilar nuevos pisos vacacionales", explica. "La situación es tal que ya hemos avisado a nuestros limpiadores, porque cada vez es más habitual que les enviemos a limpiar un piso después de un alquiler vacacional y que se encuentren una persona diciendo que vive allí".

"Es especialmente doloroso, porque muchas veces las víctimas son familias latinas con el presupuesto muy ajustado a las que tenemos que dejar en la calle al día siguiente", dice el propietario.

Evitar las prisas, aunque se pierda el piso

Fuentes de la Policía Nacional confirman que este es un tipo de estafa en auge en Madrid que lleva un tiempo instalada en Barcelona, ya que su mercado de alquiler vacacional es mayor que el de la capital. Explican que hay diversas modificaciones del delito, como pedir dinero en depósito solo para enseñar el piso o para darles preferencia en una hipotética lista de interesados, y que algunos delincuentes no tienen problema en aceptar pagos bancarios, puesto que las cuentas pertenecen a sociedades fantasma a nombre de testaferros.

Se trata de una estafa propia de mercados de la vivienda tensionados, en que muchos ciudadanos buscan soluciones habitacionales económicas que no existen. Así, cuando aparecen estas ofertas cebo, las prisas provocan que se tomen decisiones irreflexivas, como entregar datos personales y dinero en efectivo a un completo desconocido. Al respecto, fuerzas de seguridad y caseros coinciden en los pasos a tomar para evitar este engaño: evitar la urgencia y pedir una nota simple del inmueble, que se obtiene en pocos minutos de forma 'online' por 9 euros.