Feijóo coloca a Almeida entre los "elegidos" para tener un contrapoder frente a Ayuso

Que el núcleo de poder del PP había vuelto a Galicia es algo que quedó claro desde que Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia. Más allá de la cantidad de gallegos por metro cuadrado que han desembarcado en Génova, está el hecho de que este verano ha sido el escenario de reuniones que, aunque forman parte de la tradición, hoy toman especial relevancia por el papel de sus protagonistas. Un año más, Cedeira acogía la comida entre Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo, Florentino Pérez y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Este último tiene casa en esta localidad.

La figura de Almeida está al alza en el grupo de los "elegidos" por Feijóo. Los escándalos del presunto espionaje desde el Consistorio madrileño a familiares de Isabel Díaz Ayuso y la "estafa" en la compra de mascarillas, Luis Medina mediante, ya son historia. En esos días siempre recibió el respaldo de la dirección nacional y aunque muchos apostaron por que caería, ha sabido fraguar una relación de confianza con el gallego. Fuentes del partido aseguran que "hablan más de lo que parece" y que Almeida supone un buen contrapoder a Ayuso en Madrid para Feijóo.

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El presidente del PP ha trasladado a históricos de la formación, con los que ha coincidido estas vacaciones, que además de las cualidades políticas, Almeida tiene "ambición". Madrid es una plaza importante. El alcalde sirve de termómetro a Feijóo de cómo está el partido en la Comunidad. La baronesa tuvo manos libres en un Congreso exprés que buscó cerrar la herida abierta con Pablo Casado, pero ahora, desde la perspectiva del tiempo, Génova necesita aliados. El alcalde ya hizo un primer gesto cuando abandonó la portavocía del partido en plena crisis.

En clave electoral, Ayuso garantiza una abrumadora victoria, según las encuestas. Y, pese a su confrontación con la dirección, como ocurrió esta semana con el aborto sin permiso paterno para menores de 16 años, Feijóo no entrará al choque. La estrategia es la opuesta a Casado: pragmatismo gallego. Bajo el mantra de dar libertad a los barones y de que el PP es un partido que entiende la sensibilidad de cada territorio, se mantendrá una imagen de unidad que garantice los apoyos suficientes para tomar la Moncloa. "Feijóo sabe que él es el presidente", dejan claro en su entorno.

La baronesa fue un eslabón decisivo en la carrera del nuevo líder para conquistar Génova. Como recuerda un fijo en las intrigas del ala norte del PP, Ayuso y el presidente andaluz, Juanma Moreno, formaron junto a Feijóo el "triunvirato" final que sirvió de palanca para sacar a Casado. La operación se había diseñado hace años tras el varapalo de los 66 escaños que el PP anotó en las generales de 2019. El escenario aquella vez fue Sanxenxo. Allí se reunió un sanedrín con Rajoy y Feijóo a la cabeza en el que se llegó a plantear, según relata uno de los participantes, que se creara una gestora. Ana Pastor rechazó dar el paso y Feijóo esperó su momento, según las mismas fuentes.

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Cuatro meses después, Juanma Moreno sigue como hombre fuerte. La mayoría absoluta en Andalucía le ha encumbrado. Ayuso busca repetir la faena, pero al ser la Comunidad de Madrid circunscripción única lo tendrá más difícil. Los sondeos dicen que es posible y ella ya está en campaña. Como hizo en 2021, irá al choque con Pedro Sánchez. Feijóo ha querido tener un gesto con la reunión del pasado viernes en Alcalá de Henares. También se dejará ver este mes con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Se conocen desde hace años y el trato es bueno, si bien hay quienes susurraron al oído de Feijóo que el presidente castellanoleonés debería haber disuelto el gobierno con Vox aprovechando los buenos datos de Andalucía. Mañueco tiene intención de acabar la legislatura porque, como ya comprobó, las urnas las carga el diablo.

Con los presidentes territoriales que gobiernan hay contacto y confianza, salvo con el de la Región de Murcia. López Miras se afana en acudir a cada encuentro. Al igual que a su homólogo en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se les ha confirmado como candidatos para 2023, pero los lazos con el ex secretario general, Teodoro García Egea, aún pesan. El barón de barones es Juanma Moreno y de eso no hay dudas en el PP. El andaluz cuenta con el respeto de sus compañeros y se destaca su "carácter afable y capacidad de gestión". Como otros agostos, ha alquilado una casa pegada a la de Feijóo para descansar unos días. Ambos han compartido vida familiar y confidencias políticas para el nuevo curso.

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En esto último también ha estado activo el expresidente Rajoy. Desde el principio ha servido de muleta a Feijóo en Madrid. Tiene el gobierno y el partido en la cabeza y los que han compartido mesa y mantel en los últimos días con ambos advierten de que "no hay paños calientes entre ellos". Rajoy está "muy preocupado" por la situación política y económica de España y Europa y aconseja a Feijóo ser más proactivo. En el partido hay temor a que el bálsamo demoscópico paralice al líder. Advierten de que Sánchez va a dedicar el año a "regar" de millones a los más perjudicados con un discurso victimista frente a los poderes que ya le encumbró una vez. La receta de los que estuvieron en el equipo de Rajoy es que a Feijóo se le vea cerca de los pensionistas, trabajadores y con un discurso social para que el PSOE no sea el único que lo rentabilice. Los hay más críticos: "No se puede seguir en Galicia y en Génova a la vez".