Las mil polémicas de la fiscal Dolores Delgado
La trayectoria de la fiscal general del Estado se ha visto marcada por su "dependencia" del Gobierno, por sus nombramientos de fiscales afines o por los polémicos audios de Villarejo
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Dolores Delgado ha renunciado al cargo de fiscal general del Estado. El Ministerio Público sostiene que su dimisión, adelantada por El Confidencial, responde a "motivos de salud", un paso atrás que deja mil polémicas a sus espaldas: audios de José Manuel Villarejo, nombramientos que favorecían a fiscales afines, "dependencia" respecto al Gobierno... Tras dos años y cinco meses al frente de la Fiscalía, Delgado abandona un barco que siempre estuvo al borde del motín.
Su trayectoria se ha visto marcada por la controversia desde el primer momento. De la noche a la mañana, la ministra de Justicia se convirtió en fiscal general del Estado, un nombramiento que no gustó a gran parte de la carrera y que obligó a plantearse la misma pregunta que el propio Pedro Sánchez había espetado a un periodista meses antes: "¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende?". Para el entonces presidente en funciones, la respuesta era clara: "Del Gobierno".
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Delgado nunca ha logrado quitarse esta mancha sobre su "dependencia" del Gobierno. El PP y Vox recurrieron su nombramiento, pero el Tribunal Supremo concluyó que los partidos de la oposición carecían de legitimación activa para impugnar su designación. Con este razonamiento, el tribunal ni siquiera entraba en el fondo de sus argumentos, aunque uno de los siete magistrados se desmarcó del resto: en un voto particular, sostuvo que Delgado no cumplía la condición de "idoneidad" para ocupar el cargo.
Las dudas respecto a los nombramientos de los fiscales generales también han llegado desde Europa. La última el 13 de julio, cuando Bruselas emitió su informe sobre el Estado de derecho de 2021. Una vez más, instaba a tomar medidas con la Fiscalía para "fortalecer el estatuto del fiscal general, en particular en lo que se refiere a la separación del mandato del fiscal general del Gobierno, teniendo en cuenta las normas europeas sobre independencia y autonomía de la acusación".
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Pero "independencia" o no aparte, la gestión de Delgado en la Fiscalía tampoco ha estado exenta de polémica. Como informaba este martes José Antonio Zarzalejos en El Confidencial, Delgado perdió el control del Consejo Fiscal y fue cuestionada por la Junta de Fiscales de Sala, los dos órganos de asesoramiento y colegiación de decisiones de la fiscal general. Entre los críticos, el argumento de que ha primado al sector progresista frente a la mayoritaria Asociación de Fiscales se repite una y otra vez.
Su política de nombramientos se erige como el exponente más claro de este favoritismo. Renovación tras renovación, Delgado fue colocando a compañeros afines en la cúpula, hasta el punto de que una de sus últimas designaciones se convirtió en un desafío directo al Supremo: la de Eduardo Esteban como fiscal de Sala de Menores. El tribunal anuló este nombramiento por "falta de motivación", pero Delgado volvió a la carga y, con una nueva propuesta, designó una vez más a Esteban.
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Otra de las maniobras que ha levantado polvareda en los últimos meses llegó en forma de enmienda a la Ley Concursal. En concreto, el pasado marzo, cuando el grupo socialista en el Congreso propuso incluir una disposición final por la que se modificaría el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. De esta manera, apuntaba a que, cuando el nombramiento de fiscal general recaiga en un miembro de la carrera en situación de servicios especiales, como era el caso de Delgado, "adquirirá la categoría de Fiscal de Sala del Tribunal Supremo una vez se produzca su cese". Dicho de otra forma: el Gobierno blindaba el ascenso de Delgado a la categoría más alta por la puerta de atrás.
La enmienda no tardó en provocar críticas tanto en la carrera como entre el resto de partidos, por lo que, ante la falta de apoyos, el PSOE terminó por retirar la misma el pasado junio. Pese a ello, la mancha sobre la "dependencia" de Delgado frente al Gobierno, la imagen de intereses compartidos, volvía a estar a la orden del día.
En el apartado de investigaciones, Delgado siempre será recordada por las diligencias prejudiciales sobre el Rey emérito, archivadas el pasado mes de marzo. Entre las más recientes, aunque de menor importancia, destaca también el escrito en el que la fiscal general europea, Laura Codutra Kovesi, consideró que su decisión de asignar a la Fiscalía Anticorrupción la investigación sobre el contrato del hermano de Isabel Díaz Ayuso constituía "un desafío a la supremacía del derecho" de la UE.
La trayectoria de la fiscal general se ha visto salpicada por polémicas hasta sus últimos días, pero una de las que más ha marcado su andadura se remonta a su etapa al frente del Ministerio de Justicia: en 2018, cuando todavía formaba parte del Ejecutivo, El Confidencial desveló unos audios que mostraban el compadreo entre el comisario jubilado José Manuel Villarejo, la propia Delgado y su pareja, el exmagistrado Baltasar Garzón. "Lola" y "Balta", según se referían a ellos los policías en las grabaciones.
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"A lo largo de los 25 años en que Dolores Delgado ha trabajado en la fiscalía de la Audiencia Nacional tiene recuerdo de haber coincidido con el comisario José Villarejo en tres ocasiones junto a otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales", explicó el Ministerio de Justicia en un comunicado tras las informaciones de El Confidencial. Pero el hecho de que Villarejo se refiriera a ella como "muy tronca", como "muy amiga", es otra de las manchas que Delgado no ha logrado quitarse.
La fiscal general, de hecho, acaba de ser citada como perjudicada por el magistrado Manuel García-Castellón, a cargo de la investigación sobre los negocios de Villarejo. Según sostiene en un auto notificado el pasado viernes, el comisario hace "referencias explícitas" a una posible participación de Delgado "en los hechos investigados", lo que podría ser constitutivo de un delito contra el honor de la misma.
Tras su renuncia como fiscal general, ese es el próximo gran evento que aguarda a Delgado: su posible comparecencia ante la Audiencia Nacional para desmentir los mismos audios que la acompañan desde su etapa como ministra. Esta vez, sin ocupar ningún alto cargo del Estado.
Dolores Delgado ha renunciado al cargo de fiscal general del Estado. El Ministerio Público sostiene que su dimisión, adelantada por El Confidencial, responde a "motivos de salud", un paso atrás que deja mil polémicas a sus espaldas: audios de José Manuel Villarejo, nombramientos que favorecían a fiscales afines, "dependencia" respecto al Gobierno... Tras dos años y cinco meses al frente de la Fiscalía, Delgado abandona un barco que siempre estuvo al borde del motín.