Es noticia
La directora del CNI admite el espionaje a 18 independentistas, incluido Aragonès
  1. España
COMISIÓN DE SECRETOS

La directora del CNI admite el espionaje a 18 independentistas, incluido Aragonès

El independentismo considera insuficientes las explicaciones de Paz Esteban e insiste en constituir una comisión de investigación y en el cese de la ministra de Defensa, Margarita Robles

Foto: Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados.
Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados.

El PSOE esperaba que las explicaciones de la directora del CNI, Paz Esteban, apaciguasen la rebelión de sus socios de investidura, pero nada más lejos de la realidad. En una comparecencia a puerta cerrada en la comisión de secretos del Congreso, la máxima autoridad del órgano ha reconocido que se realizaron escuchas a 18 dirigentes independentistas por presuntas actividades ilícitas, pero con previa autorización judicial. Según fuentes conocedoras de la comparecencia, entre los espiados por el CNI estarían tanto el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; los diputados Míriam Nogueras, Albert Botran y Carles Riera; el portavoz de Ómnium Cultural, Marcel Mauri; los tres 'ingenieros' de Tsunami Democràtic, Elies Campo, Jordi Baylina y Pau Escrich, y personas del entorno de Carles Puigdemont.

Respecto al resto de presuntos espiados que aparecieron en la lista publicada por 'New Yorker' y Citizen Lab —que elevan la cifra de afectados a más de 60— y los 'pinchazos' a los teléfonos de Sánchez y Robles, el CNI se ha desentendido y habría apuntado a dos posibles vías: una nación extranjera u organismos del Estado que "espían por encima de sus posibilidades legales", según la versión del portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Tal y como adelantó El Confidencial, el Gobierno de Pedro Sánchez autorizó al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) intervenir el teléfono de 18 líderes independentistas por sus relaciones con Tsunami Democràtic o Rusia. La jefa del órgano obtuvo autorización preceptiva del Tribunal Supremo para utilizar el programa Pegasus con el objeto de espiar a dirigentes relacionados con las movilizaciones contra la sentencia del 1-O en octubre de 2019, entre los que se encontraba el ingeniero que ha liderado la investigación sobre las supuestas escuchas al independentismo catalán, Elies Campo Cid. Sin embargo, fuentes de Moncloa desmienten que hubiese una orden directa por parte de Sánchez ni de ningún otro miembro del Gobierno para que el CNI espiase a Aragonès u otros líderes independentistas.

Foto: Pedro Sánchez. (EFE / Emilio Naranjo)

Ese ha sido precisamente el argumento que ha defendido la directora del CNI este jueves ante el asedio del independentismo catalán y vasco. ERC, Junts, Bildu o la CUP han denunciado en los últimos días que el presunto espionaje a líderes independentistas fue perpetrado de forma "ilegal" por el Centro Nacional de Inteligencia con el aval del Ministerio de Defensa, algo que el Gobierno y el propio CNI niegan. Según fuentes presentes en la reunión, Paz Esteban habría entregado a los portavoces de los grupos la documentación que acredita que contaba con el permiso judicial pertinente para intervenir los teléfonos de hasta una veintena de líderes independentistas, pero se ha desentendido de los cerca de 40 dirigentes supuestamente espiados, según constaba en el informe de Citizen Lab.

"Es una comisión de secretos donde no ha habido secretos ni oficiales ni extraoficiales"

Pero no ha sido suficiente. El independentismo catalán coincide en que tras la cita de hoy salen más "intranquilos" e, incluso, "preocupados" por el caso Pegasus. Uno de los más beligerantes ha sido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha denunciado que "salimos como entramos" porque la directora del CNI solo ha compartido informaciones que ya se habían "filtrado" a los medios y que, incluso, ha evitado aclarar si el CNI utilizó el 'software' israelí para llevar a cabo las escuchas reconocidas a una veintena de dirigentes soberanistas. "Es una comisión de secretos donde no ha habido secretos ni oficiales ni extraoficiales", ha denunciado el dirigente republicano, uno de los primeros en abandonar la comisión incluso antes de que acabase.

Foto: Jornada de exhibición de jóvenes creativos

"Solo diré que queda mucha tela que cortar", añadía el portavoz del PNV, Aitor Esteban, en unas breves declaraciones a los periodistas a la salida de la reunión. Los socios del Ejecutivo siguen solicitando una comisión de investigación como única forma de esclarecer las presuntas escuchas al independentismo, un extremo al que el PSOE sigue oponiéndose. Desde Junts insisten en "desclasificar" la documentación que se ha aportado este jueves en la comisión de secretos, algo que también ha defendido públicamente el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que respalda a las fuerzas independentistas en su exigencia de investigar con luz y taquígrafos el "escándalo" del espionaje.

PP, Cs y Vox respaldan a Robles y Esteban

El PSOE, por su parte, ha defendido que, tras la celebración de la primera sesión de la comisión de secretos, "ha quedado acreditado que todo se ha producido dentro de un estricto respeto a la legalidad", según defendía el portavoz de los socialistas en el Congreso, Héctor Gómez. Los socialistas confiaban en calmar los encendidos ánimos del bloque de investidura una vez que la directora del CNI aportase las pruebas necesarias para demostrar que el espionaje que se realizó desde el organismo se hizo dentro de los cauces legales, pero, a tenor de las declaraciones de los portavoces de estas fuerzas, ha elevado aún más su enfado con el Gobierno. En todo caso, el dirigente socialista ha alejado el cese de la directora del CNI por la polémica.

Frente a ellos, el bloque de la derecha ha cerrado filas con la directora del CNI y, por ende, con la ministra de Defensa. La continuidad, sobre todo, de la primera había quedado en entredicho no solo por el escándalo de Pegasus, sino también por el ataque al teléfono del presidente del Gobierno. La portavoz del PP y secretaria general del partido, Cuca Gamarra, ha asegurado en rueda de prensa haber quedado "satisfecha" tras las explicaciones de Paz Esteban, aunque ha exigido que Sánchez acelere su comparecencia en el Congreso para informar del asunto.

En el mismo sentido se ha expresado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha focalizado en Sánchez toda la presión sobre el espionaje al independentismo, y ha solicitado que explique en sede parlamentaria por qué dio la orden al CNI para investigar a una veintena de dirigentes soberanistas. "La falta de fiabilidad que transmite el Ejecutivo en un asunto tan delicado como la seguridad del Estado es alarmante", denunciaba.

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su comparecencia ante la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. (EFE/J.J. Guillén)

El representante de Vox en la comisión, Iván Espinosa de los Monteros, ha destacado la imagen "competente y profesional" de la directora del CNI, a la que también respaldan desde su formación política. Fuentes de la misma recelan, no obstante, de la posibilidad de que el Gobierno la deje caer para contentar a sus socios, algo "muy grave" a las puertas de la cumbre de la OTAN que se celebrará en junio en Madrid. Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha reiterado también ese apoyo a las instituciones del Estado, y ha denunciado que Gabriel Rufián haya desvelado información de una comisión donde no está permitido revelar deliberaciones.

El PSOE esperaba que las explicaciones de la directora del CNI, Paz Esteban, apaciguasen la rebelión de sus socios de investidura, pero nada más lejos de la realidad. En una comparecencia a puerta cerrada en la comisión de secretos del Congreso, la máxima autoridad del órgano ha reconocido que se realizaron escuchas a 18 dirigentes independentistas por presuntas actividades ilícitas, pero con previa autorización judicial. Según fuentes conocedoras de la comparecencia, entre los espiados por el CNI estarían tanto el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; los diputados Míriam Nogueras, Albert Botran y Carles Riera; el portavoz de Ómnium Cultural, Marcel Mauri; los tres 'ingenieros' de Tsunami Democràtic, Elies Campo, Jordi Baylina y Pau Escrich, y personas del entorno de Carles Puigdemont.

Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Moncloa
El redactor recomienda