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El PSOE tumba la investigación por Pegasus y tensa a sus socios: "Esto se puede cargar la legislatura"
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SÁNCHEZ DEBERÁ COMPARECER

El PSOE tumba la investigación por Pegasus y tensa a sus socios: "Esto se puede cargar la legislatura"

Los socialistas se apoyan en PP, Cs y Vox para esquivar la presión del independentismo, pero no logran frenar un pleno monográfico del presidente del Gobierno por las escuchas

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"Han querido cerrar un frente y lo que han conseguido ha sido abrir la caja de Pandora". Lejos de calmar las aguas, el anuncio del ataque "ilegal" a los terminales de Pedro Sánchez y Margarita Robles —con el mismo 'software' utilizado para espiar presuntamente a decenas de líderes independentistas— se ha vuelto en contra del Gobierno. El PSOE ha quitado hierro a las advertencias de los socios del bloque de investidura y ha votado en contra de la constitución de una comisión de investigación en la Cámara Baja, que no ha salido adelante gracias al respaldo del PP, Cs y Vox. Las fuerzas de la derecha han salvado en esta ocasión a Sánchez porque entienden que no se trataría de un foro para investigar y presionar al Gobierno, sino para que las fuerzas independentistas puedan cuestionar el CNI y la "labor impecable" de Paz Esteban, directora de la organización.

Aunque la Mesa del Congreso avaló la semana pasada el primer trámite para la constitución de una comisión de investigación, era la Junta de Portavoces, donde están representados los 10 grupos parlamentarios, la que debía dar luz verde a la misma. Unidas Podemos, Más País, Compromís, PNV, ERC, Bildu, la CUP, el BNG, el PDeCAT y Junts se han posicionado a favor de la apertura de un proceso de investigación interna para "depurar responsabilidades", pero la derecha ha logrado frenar la petición por "sentido de Estado" y para evitar el "desgaste de las instituciones", según ha justificado la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.

El PSOE ha vuelto a apuntar a la celebración de la comisión de secretos como el foro idóneo para atender las dudas de los diferentes grupos parlamentarios. La primera sesión se celebrará este mismo jueves. A las nueve de la mañana está prevista la comparecencia de la directora del CNI, Paz Esteban, unas explicaciones a las que los socialistas fían apaciguar los ánimos de sus socios de investidura. "Es el espacio donde debemos analizar los siguientes pasos", ahondaba el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez. Las fuerzas independentistas ya descartan, no obstante, que la citada comisión de secretos pueda servir para algo, ya que, entre otros motivos, están obligados por ley a no desvelar las deliberaciones que se compartan en el foro parlamentario.

Foto: El experto en seguridad informática Etienne Maynier, del Tech Lab de Amnesty International en Londres. (Irene Gamella)

No obstante, el caso Pegasus ha vuelto a poner al Gobierno en el disparadero. Ya no son solo los socios del Ejecutivo, en especial ERC, los que han elevado la presión contra Moncloa, sino que también los partidos situados a la derecha del PSOE han sumado fuerzas para ahondar en la "crisis de credibilidad" por la que atraviesa Pedro Sánchez, que se verá obligado a comparecer en el Congreso para explicar tanto la intervención de su teléfono móvil como las presuntas escuchas a más de 60 personalidades del independentismo.

Con excepción de PSOE y Unidas Podemos, todos los partidos han apoyado en la Junta de Portavoces de este martes la petición de comparecencia del jefe del Ejecutivo. El pleno monográfico por la cascada de escuchas a diferentes dirigentes políticos, incluyendo al propio Sánchez, se sumará a otro que el presidente del Gobierno tiene pendiente para explicar los efectos de su cambio de política respecto al Sáhara, con la incógnita de si mezclará o no ambas cuestiones en una sola comparecencia. La decisión llega a tan solo 24 horas de la comparecencia de Margarita Robles en el Congreso, que se someterá al control de los grupos este miércoles en la comisión del ramo.

El PSOE evita una comisión de investigación, pero no logra frenar la comparecencia de Sánchez por Pegasus

"Esto se puede cargar la legislatura"

El intento de cambio de rol del Gobierno en el escándalo del presunto ataque a la intimidad de diferentes personalidades políticas, situando a Sánchez y Robles también como víctimas de Pegasus, ha avivado la tensión dentro del arco parlamentario. Para los socios del Gobierno, resulta "insostenible" que el PSOE se oponga a la constitución de una comisión de investigación, que encuadran como el paso "mínimo" para restaurar una relación de confianza en la Cámara Baja. "Esto se puede cargar la legislatura", advertía el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. "El PSOE no está valorando las consecuencias de ese voto", reiteraba.

Los republicanos también supeditan la continuidad de su relación con el PSOE a que Sánchez acepte una reunión en persona con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aunque de momento ni siquiera se han producido contactos entre ambas administraciones. Para los independentistas catalanes, que cuentan con 13 votos vitales en el Congreso para que Sánchez pueda sacar adelante su agenda legislativa, la información sobre el espionaje a Robles y Sánchez no cambia nada, y denuncian que las explicaciones que ha dado el Ejecutivo hasta la fecha "son absolutamente patéticas".

"Sin el 'Catalangate', Sánchez no hubiese hecho público que su móvil fue espiado hace un año", denunciaba también la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, deslizando que Moncloa ha intentado dar la vuelta al relato independentista en el caso Pegasus. "No queremos algunas cabezas, las queremos todas", insistía. En el mismo sentido se ha expresado el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que ha sugerido en rueda de prensa que el PSOE se da un tiro en el pie por su negativa a avalar la comisión de investigación, más conociendo el espionaje del teléfono del presidente del Gobierno. "Es un auténtico descontrol", sintetizaba.

"Es lamentable y un poco torpe que el PSOE no apoye la comisión de investigación. Debería ser el primer interesado en aclarar todos los extremos", incidía también la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. La formación 'abertzale' cuenta con cinco votos en el Congreso que fueron esenciales para sacar adelante la pasada semana el decreto económico del Gobierno para embridar la inflación. Sánchez sudó para lograr la convalidación del decreto tras el rechazo de ERC a apoyarlo por el caso Pegasus, y los republicanos prometen que seguirán adelante con la batalla mientras el Gobierno siga ignorando las peticiones de sus socios. "Bildu no va a estar siempre ahí", advertían fuentes de la formación.

"Han querido cerrar un frente y lo que han conseguido ha sido abrir la caja de Pandora". Lejos de calmar las aguas, el anuncio del ataque "ilegal" a los terminales de Pedro Sánchez y Margarita Robles —con el mismo 'software' utilizado para espiar presuntamente a decenas de líderes independentistas— se ha vuelto en contra del Gobierno. El PSOE ha quitado hierro a las advertencias de los socios del bloque de investidura y ha votado en contra de la constitución de una comisión de investigación en la Cámara Baja, que no ha salido adelante gracias al respaldo del PP, Cs y Vox. Las fuerzas de la derecha han salvado en esta ocasión a Sánchez porque entienden que no se trataría de un foro para investigar y presionar al Gobierno, sino para que las fuerzas independentistas puedan cuestionar el CNI y la "labor impecable" de Paz Esteban, directora de la organización.

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