El PP pide a Sánchez negociar el decreto 'anticrisis' y el desbloqueo de la comisión de secretos

El diálogo entre PSOE y PP permanece congelado. El nuevo vicesecretario económico del primer partido de la oposición, Juan Bravo, ha denunciado en rueda de prensa el "desprecio" y el "silencio" por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su plan económico alternativo que los populares remitieron a Moncloa el pasado viernes y que sigue sin respuesta. Además, el dirigente del PP ha instado al Ejecutivo a abrir una interlocución entre las dos principales fuerzas para negociar la creación de la comisión de secretos oficiales en el Congreso con el objeto de esclaracer las escuchas a líderes independentistas vinculadas a 'Pegasus', un órgano cuya composición debe estar avalada por una mayoría cualificada de 210 votos.

En el marco económico, el PP ha dado un ultimátum a Sánchez para que entre a valorar el proyecto económico impulsado por Alberto Núñez Feijóo, y ha puesto como límite el próximo jueves para celebrar una reunión o, al menos, recibir alguna llamada por parte del presidente del Gobierno para valorar el sentido de su voto al decreto 'anticrisis' del PSOE, que llega a la Cámara Baja para su convalidación el mismo jueves. "Si hemos hecho un documento por escrito, necesitamos que esas medidas encuentren reflejo y esa es nuestra principal prioridad para valorar la segunda derivada, que es apoyar o no el decreto", ha manifestado Bravo.

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Ana Belén Ramos

La oferta del PP para llegar a un acuerdo en términos económicos caduca, por tanto, en tres días. Los populares buscan un gesto, como la admisión de algunas de sus medidas en el plan 'estrella' de Sánchez, para apoyar el decreto ley en la Cámara Baja, pero quieren conseguir al menos un principio de acuerdo antes del debate en el Congreso y no a posteriori. Aunque no aclaran si pedirán su tramitación como proyecto de ley, fuentes de los populares aclaran que no es la vía más apropiada para llegar a un acuerdo, ya que dilataría sin fecha los plazos para incorporar enmiendas, y piden un compromiso explícito para incorporar "ya" algunas de sus propuestas.

El PP evita aclarar cuál será el sentido de su voto al decreto económico que se vota este jueves en el caso de que Sánchez, como todo parece apuntar, dé un nuevo portazo a su plan fiscal. Lo que parece claro es que los populares no optarán por el voto a favor, por lo que la horquilla en la que se mueve el PP está entre la abstención y el voto en contra, la misma posición en la que se encuentra Ciudadanos.

El equipo de Alberto Núñez Feijóo envió el pasado viernes a Moncloa su propio programa fiscal, la primera carta de presentación del líder del PP en el terreno económico. Los populares remitieron un documento madurado durante semanas con exministros y agentes sociales, en el que se incluye una propuesta de rebaja fiscal moderada y limitada a determinadas rentas, así como un plan de ayudas directas a familias o ciudadanos con los salarios más bajos, un conjunto de medidas que tiene como objetivo primordial complicar el rechazo de Sánchez y atraer el mayor consenso posible, tanto fuera como dentro del Congreso.

Composición de la comisión de secretos

En el mismo sentido, el portavoz económico del PP ha pedido al Gobierno que abra una vía de diálogo para negociar la constitución de una comisión de secretos oficiales en la Cámara Baja que esclarezca el presunto espionaje a decenas de líderes independentistas. En todo caso, ha dejado en evidencia los recelos de su formación política a la participación de fuerzas como EH Bildu en el mencionado órgano, donde se tiene acceso directo a secretos oficiales del Estado, al entender que no se debe abrir la puerta a partidos "que buscan fracturar el Estado". "No es el camino", ha afirmado.

En todo caso, ha denunciado que el PSOE no ha informado al primer partido de la oposición sobre un "asunto de Estado" y que, por contra, sí ha tenido tiempo para mantener una reunión con ERC, en alusión al encuentro que se celebró este domingo entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; y la dirigente de ERC, Laura Vilagrà. Fuentes populares confirman una toma de contacto este fin de semana con el vicesecretario de Política Institucional del PP, Esteban González Pons, pero lamentan que fue una conversación "fugaz" en la que no se trató el fondo de la cuestión del escándalo de Pegasus.

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E. D.

Bravo ha asegurado que el PP está dispuesto a dar su apoyo al Gobierno para la constitución de la comisión de secretos si se abren unos cauces mínimos de comunicación y negociación sobre los miembros que compondrán dicho órgano. Según la resolución que creó la mencionada comisión, cada grupo con representación en la Cámara Baja puede contar con un sólo representante que, a su vez, debe contar con el aval de tres quintos del Congreso, es decir, con 210 votos a favor, lo que hace indispensable el respaldo del primer partido de la oposición.

La incógnita que queda por despejar es si el PP mantendrá el veto a Bildu -o si lo hace extensible a otras fuerzas, como ERC-, pero enmarcan toda decisión a que el Gobierno abra una interlocución y se posicione también en la participación de las fuerzas independentistas, que en el PSOE no rechazan. De hecho, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ya abrió la puerta a la participación de todos los partidos políticos; y el portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Felipe Sicilia, ha instado al PP a que "no bloquee" la constitución del mencionado órgano.

Por si acaso, el Gobierno estaría valorando diferentes fórmulas para activar la comisión de secretos oficiales en la Cámara Baja, con el foco puesto en la posibilidad de que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, impulse una reforma de la mayoría necesaria -para rebajarla de cualificada a absoluta- con el objeto de evitar depender del PP en la creación "inmediata" del órgano. En el PP, aunque entienden que debe mantenerse la mayoría de tres quintos, reconocen que esa es una decisión que corresponde únicamente a la presidenta del Congreso.