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Bajada de impuestos y un 'dedazo': los diez días de PP y Vox al frente de Castilla y León
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Una coalición bajo la lupa

Bajada de impuestos y un 'dedazo': los diez días de PP y Vox al frente de Castilla y León

El Gobierno de coalición ha aprobado medidas como la rebaja del IRPF y un plan anticrisis de 470 millones de euros. Pero también se ha visto envuelto en la primera polémica

Foto: El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, junto al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. (EFE/R. García)
El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, junto al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. (EFE/R. García)
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El nuevo Gobierno en Castilla y León cumple diez días. La coalición entre PP y Vox, pionera a nivel nacional y que será analizada con lupa, más aún tras la convocatoria de las elecciones autonómicas en Andalucía, ha comenzado con decisiones y gestos que buscan rebajar el nivel de alarmismo que generó el pacto, alentado por los partidos de izquierda. También moderar la imagen que proyectan los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que señala que seis de cada diez españoles (58,9%) siente miedo o preocupación ante la posibilidad de que Vox termine formando parte en el futuro del Gobierno de España. Los primeros pasos del Ejecutivo han estado marcados por las rebajas de impuestos y el plan anticrisis, pero también por la primera polémica. En menos de dos semanas Juan García-Gallardo ya ha sido cuestionado por nombrar como asesor a un familiar de su padre. Esto no ha hecho más que empezar.

Esta comunidad es la primera oportunidad de los de Santiago Abascal para demostrar su utilidad y aplicar parte de sus propuestas. "El impacto inicial para esa parte de ciudadanos situados ideológicamente en el centro y la izquierda ha pasado. El grueso de las rutinas de la gente, de momento, no ha cambiado. Sin embargo, también pienso que es el momento de gobernar, de pasar a la acción, bajar de las ideas a los hechos y hay mucha expectación, especialmente en todo lo relativo a la violencia de género, la inmigración y la memoria histórica. A partir de ahora toca demostrar si esa alarma era infundada o si, en cambio, tenía consistencia", explica María Hernández, asesora en Comunicación Política y profesora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Foto: Mañueco, junto a Núñez Feijóo, en el congreso de Sevilla. (EFE/Raúl Caro)

Estos primeros pasos buscan esa nueva imagen de moderación. El vicepresidente Juan García-Gallardo reconocía que se les mira con lupa, pero que "ya estamos callando bocas" con las primeras decisiones. La más relevante ha sido la aprobación en su primer Consejo de Gobierno de un plan para afrontar la emergencia económica derivada de la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania. La Junta lo ha bautizado como Plan Anticrisis. Movilizará 470 millones de euros e incluye una bajada de impuestos, ayudas a las familias y a los sectores más afectados por la crisis económica.

El Ejecutivo de PP y Vox bajará el tramo autonómico de IRPF medio punto (del 9,5 al 9%), lo que, asegura, supondrá un ahorro de 20 millones de euros en cada ejercicio para los castellanos y leoneses. Esta rebaja situará a Castilla y León como la segunda autonomía con el tipo mínimo más reducido. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, definía que el objetivo del plan es "generar más derechos económicos y sociales". Así, también incluye deducciones fiscales para el mundo rural, incentivos a la natalidad, ayudas al sector del transporte, para los servicios veterinarios y para dotar más liquidez al sector agrario.

La primera polémica tiene que ver con Vox y el nombramiento de un familiar del padre de García-Gallardo como asesor del Gobierno

Para el politólogo del Colegio de Ciencias Políticas de Castilla y León, Pedro Villanueva, con este plan "queda patente que será una legislatura diferente, en la que se van a primar unas políticas ligadas a las reivindicaciones de los ciudadanos". "Toda bajada de impuestos y ayudas directas a las familias, en especial si van destinadas en gran cuantía al medio rural, reciben gran aceptación entre la ciudadanía. El nuevo Gobierno, y en especial Vox, necesita trasladar hechos palpables a sus votantes y demostrar que han venido para cumplir su programa electoral", explica Villanueva a El Confidencial.

Con este análisis coincide Inés Moya, vicedecana del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla y León: "El plan anticrisis ayuda a transmitir una imagen de Gobierno más sosegada, social y moderada. Incluye y aborda medidas destinadas a cubrir derechos económicos y sociales para las personas de Castilla y León". Un plan que, según Hernández, también es un gesto político del PP para resituarse en el proyecto que a nivel nacional ha comenzado a defender Alberto Núñez Feijóo: "Persigue contentar a los votantes de ambas formaciones, especialmente al campo y a las zonas despobladas. En el caso del PP también responde al anuncio de Feijóo de bajar impuestos a las clases medias, lo que propicia que Mañueco se alinee con la estrategia nacional que pretende reforzar al gallego de cara a las próximas elecciones generales". El plan anticrisis ha sido recibido positivamente por la patronal de la comunidad, que ha saludado la bajada de impuestos. Para CEOE Castilla y León supone un incentivo al consumo que impulsará la actividad económica.

Foto: El rey Felipe VI durante la recepción en audiencia al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Gómez)

Estos días, el vicepresidente y los tres consejeros de Vox han aprovechado para protagonizar guiños evidentes a su electorado, que "mantiene una considerable tasa de fidelidad de voto (66,9%), superior a la de los demás partidos", precisa Moya. Uno de los primeros actos a los que ha asistido el vicepresidente Juan García-Gallardo han sido las jornadas 'Memoria y Prevención del Terrorismo', organizadas en la Universidad de Burgos. En este foro, Gallardo alertó de los riesgos de "no combatir con firmeza a ETA" y criticó que sus "herederos políticos tienen la dirección del Estado del actual Gobierno". Además, recordó el calvario del funcionario de prisiones y fundador de Vox, José Antonio Ortega Lara, cuando fue secuestrado por ETA.

El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, también eligió deliberadamente su primera aparición pública como miembro del Gobierno. Inauguró el 'III Circuito de Novilladas de Castilla y León', que recorrerá la comunidad durante los meses de mayo y junio con una defensa rotunda de la tauromaquia. La definió como un acto cultural "milagroso y prodigioso" y animó a explicarlo porque considera que "si se explica el toreo, entra por los ojos y el corazón y esa es su mejor defensa". Para Villanueva no es nada sorprendente porque "Vox no busca ser percibido como moderado, no es su posición en el arco político, de hecho es radical". "La dificultad la tendrá el PP intentando suavizar a sus socios de Gobierno respecto a sus políticas en las diferentes consejerías que ocupan", asevera.

Nombramiento polémico

Hasta ahora, el momento más polémico que ha vivido Vox ha estado protagonizado por el vicepresidente de la Junta y líder de la formación en Castilla y León. Juan García-Gallardo ha nombrado asesor del Gobierno a un familiar de su padre. Se trata de José María Barrio Gil-Fournier. Su nombramiento como cargo de confianza ha despertado recelos no solo por el parentesco con Gallardo, también por su pasado como directivo en una empresa del sector inmobiliario vallisoletano. Cuando trabajaba para Reyal Urbis tuvo que declarar como imputado por un presunto delito contra el medio ambiente que al final fue archivado.

Los expertos lo consideran un error político "sin tener en cuenta el efecto altavoz que conlleva cualquier decisión de ese tipo". "Genera desconfianza en el electorado que requiere transparencia y lógica ética", añade Pedro Villanueva. "Hemos visto ya una polémica por la designación de un puesto eventual en la vicepresidencia de la Junta", recalca María Hernández para subrayar la dificultad que supondrá para Vox mantener todos los postulados que censuraba a rajatabla en la oposición. Juan García-Gallardo defendió el nombramiento. Sobre el parentesco, ironizaba con la distancia que existe: "Heredaría antes el Estado".

En el nuevo Ejecutivo autonómico se suceden los nombramientos para completar los organigramas de cada una de las consejerías. Llama la atención que en varias de las carteras gestionadas por Vox se esté apostando por perfiles políticos o técnicos que ya estuvieron con el PP o incluso nombrados por Ciudadanos en la pasada legislatura. Así, la dirección de la consejería de Cultura estará gestionada por Raúl Fernández Sobrino como viceconsejero, que repite en el cargo que ostentó con Javier Ortega, consejero de la formación naranja. La directora general de Acción Cultural es la poeta Mar Sancho, que ya estuvo en un Gobierno de los populares como directora general de Políticas Culturales. También ha sorprendido por parte del PP que el hasta ahora delegado de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, que fue nombrado por Ciudadanos en la anterior legislatura, sea el nuevo director general del Instituto para la Competitividad Empresarial.

Foto: Gonzalo Santonja en una imagen de archivo en 2019. (EFE)

El nuevo vicepresidente de la Junta tiene como asignatura pendiente el cuidado en los mensajes que lanza. En el acto de posesión de Sancho aseguraba que era ejemplo de "llegar a lo más alto a pesar de las dificultades inherentes a ser mujer". Unas declaraciones que han supuesto una oleada de críticas. Le sucedió algo similar el día de la toma de posesión de Mañueco, cuando aseguró que él es "el líder de la parte del Gobierno de Vox y responde de sus consejerías", cuestionando la unidad. "Quizá también estaría bien reflexionar sobre la idea de que es el vicepresidente de Castilla y León, no es el líder de una parte del Gobierno. Independientemente de que una parte de los ciudadanos no se sienta representada por él, como viene ocurriendo en cada legislatura con otros partidos, García-Gallardo es el vicepresidente de la Junta de Castilla y León y su función en su dimensión formal (ejecutiva) es representar a todos los ciudadanos. Otra cosa es que en su dimensión informal lidere a Vox en la comunidad", apunta la profesora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Ausencia en la fiesta de Villalar

Los primeros días del Gobierno coincidieron con la celebración del 23 de abril como Día de Castilla y León en la campa de Villalar de los Comuneros. A la anunciada ausencia del presidente de las Cortes (Vox), Carlos Pollán, se sumó la del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. Un rechazo de la formación de Santiago Abascal a la fiesta autonómica que verbalizó Gallardo esta semana asegurando que se encontraba "secuestrada por la izquierda" y no "es la fiesta de todos".

La oposición de Vox a la celebración de la batalla de Villalar de los Comuneros como fiesta de Castilla y León es coherente con lo declarado por el partido desde su formación. Sin embargo, entre los expertos consideran inadecuada esta actitud de desprecio al Día de Castilla y León, siendo una autoridad relevante de las instituciones autonómicas. "Las convicciones personales no pueden eximir de las responsabilidades institucionales asociadas a un cargo como el del presidente de las Cortes o vicepresidente de la Junta que representa a todos los castellanos y leoneses. Por otro lado, la historia, aunque se presta a interpretaciones, es la que es y los comuneros no eran ni de izquierdas ni de derechas, lucharon por su tierra, por la libertad y contra la corrupción de un rey que no miraba por el beneficio ni de su territorio ni de sus gentes", valora Hernández.

Foto: Juan García-Gallardo Frings, candidato de Vox para Castilla y León. (EFE)

La pregunta clave es qué efecto tendrá que Vox forme parte de un Gobierno, con el desgaste que podría suponer, de cara a las próximas citas electorales como las elecciones en Andalucía o las municipales del próximo año. La socióloga Inés Moya augura "que ganaran poder en las elecciones municipales y en cualquier otra que se les ponga por delante" porque "mantienen un discurso basado en las emociones". "La ultraderecha ha conseguido elaborar relatos que, según las particularidades de cada país y región, articulan valores irrenunciables para ciertos sectores. Valores que posiblemente estén ausentes, o mal comunicados, en los discursos del resto de los partidos", señala Moya a este diario.

Sin embargo, no todos los expertos consideran que lo que vaya sucediendo en Castilla y León pueda tener reflejo en otras citas electorales. Para Pedro Villanueva, "las elecciones en Andalucía se van a dirimir en clave andaluza, nada tiene que ver el caso de Castilla y León. El Gobierno actual andaluz viene de un resultado anterior en el que el PSOE perdió el gobierno de la comunidad estrepitosamente después de un férreo control sobre la misma durante décadas. El caso andaluz sí sirvió de antesala a lo que ocurrió en el resto de España".

El nuevo Gobierno en Castilla y León cumple diez días. La coalición entre PP y Vox, pionera a nivel nacional y que será analizada con lupa, más aún tras la convocatoria de las elecciones autonómicas en Andalucía, ha comenzado con decisiones y gestos que buscan rebajar el nivel de alarmismo que generó el pacto, alentado por los partidos de izquierda. También moderar la imagen que proyectan los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que señala que seis de cada diez españoles (58,9%) siente miedo o preocupación ante la posibilidad de que Vox termine formando parte en el futuro del Gobierno de España. Los primeros pasos del Ejecutivo han estado marcados por las rebajas de impuestos y el plan anticrisis, pero también por la primera polémica. En menos de dos semanas Juan García-Gallardo ya ha sido cuestionado por nombrar como asesor a un familiar de su padre. Esto no ha hecho más que empezar.

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