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El Villa de Pitanxo era mejor que el Titanic
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ANÁLISIS DE LA TRAGEDIA

El Villa de Pitanxo era mejor que el Titanic

A los críticos, les sugeriría realizar una marea en un arrastrero como el Villa de Pitanxo para ayudarlos a arrojar por la borda sus complejos y su mala baba. Harían compañía a nuestros políticos adolescentes

Foto: Villa de Pitanxo, en una imagen de archivo. (EFE/Grupo Nores)
Villa de Pitanxo, en una imagen de archivo. (EFE/Grupo Nores)

El que no sepa rezar que vaya por esos mares verá que pronto lo aprende sin enseñárselo nadie”.

(Placa en la capilla de la Escuela Naval de Marín)

Los marineros que faenan en Terranova, dignos herederos de aquellos otros españoles que descubrieron el planeta Tierra, son los mejores del mundo, cualquiera que sea su color y origen. Nadie lo puede dudar.

Hasta que el españolísimo Cristóbal Colón descubrió América, la Tierra era plana: terminaba en Finisterre. De los otros extremos no se sabía nada. Demostró finalmente dónde vivíamos el también español Francisco de Magallanes (ambos eran súbditos de la monarquía hispánica y por lo tanto españoles, independientemente de su lugar de nacimiento). Y la gesta fue culminada por Juan Sebastián de Elcano, cuando finalizó la vuelta al mundo cargado de caras especias que amortizaron el coste del viaje y proporcionaron a la Corona enormes beneficios.

Foto: Pescadores recogiendo redes. (EFE/Marcial Guillén)

Elcano certificó por fin el tamaño del planeta y su forma a la altura de Cabo Verde, cuando comprobó que había llegado con un día de diferencia. Hasta ese momento, los humanos no sabían dónde vivían y si esto era realmente una esfera o la Tierra era plana. Incluso hoy, muchos todavía —la mayoría con estudios y supuesta cualificación— no se han enterado. En la historia de la humanidad no hay efeméride superior, ni siquiera la llegada a la Luna.

Para poner en situación en qué consiste navegar por parte de marinos de verdad como aquellos, sugiero ver este vídeo en su integridad. No quedará indiferente el lector.

¡Cuánta tontería nos ahorraríamos si enviáramos a los adolescentes de la política que estos días nos avergüenzan a pescar a Terranova durante una campaña entera! Para que sepan lo duro que es ganarse la vida fuera de la inmerecida poltrona.

Condiciones en el momento del naufragio

De momento, sabemos pocas cosas. Solo que estamos en lo más duro del invierno: mala mar; tres supervivientes, uno de ellos el patrón; nueve cadáveres flotando; 12 desaparecidos; las cuatro lanchas de salvamento a la deriva, una de ellas con los náufragos.

Foto: Ilustración de Terranova, Canadá, en 1863. (iStock)

No se ha confirmado en qué condición de navegación se encontraba el pesquero a pesar de las hipótesis publicadas, alguna no muy convincente.

Posibles causas de hundimiento

Las dos principales causas de hundimiento son por vía de agua o por pérdida de estabilidad. Una vía de agua descontrolada acaba inevitablemente en pérdida de estabilidad en buques de este tamaño. Y la pérdida de estabilidad de un arrastrero intacto puede ser debida a muchas razones:

  • Una pérdida del control de la nave por avería en la máquina o en el timón. O por un enredo de la red con la hélice, aunque lleven toberas. Con el mar en calma, la cosa tiene solución. Se arregla. O se pide socorro y remolque. Si está capeando un fuerte temporal e inesperadamente se pierde la maniobrabilidad, la pérdida de un barco de este tamaño por efecto de las olas es muy factible. Salvo que se pongan a rezar, tal como se sugiere al iniciar. Quizás ahora se entienda la gran devoción a la Virgen por parte de los marineros. Fue con gran diferencia la mayor causa del naufragio de galeones durante el Imperio español. Y tampoco fueron tantos. A pecho descubierto, armadas y piratas casi nunca se atrevían. Nuestros enemigos de entonces eran bastante torpes. En realidad, éramos mucho mejor que ellos. Las estadísticas lo corroboran.
  • Una suma de pesos altos inesperados que sobrepase el centro de gravedad calculado en la condición de carga correspondiente. Los criterios de estabilidad están establecidos por los convenios internacionales. Los cálculos los realizan ingenieros navales experimentados y son obligatoriamente comprobados por sus colegas de la autoridad marítima correspondiente. En España por la Dirección General de la Marina Mercante. En otros países a menudo son delegados a una Sociedad de Clasificación. Da igual. Es difícil cometer un error.

Salvo negligencia o que en el buque se hayan realizado modificaciones no autorizadas, porque implicaría obligatoriamente un nuevo cálculo de la estabilidad, una supuesta pérdida de estabilidad podría ser causada por la confluencia de una o varias circunstancias extraordinarias coincidentes en el tiempo, casi imposibles ni de imaginar, que superaran los criterios establecidos. Incluso aunque no hubiera ninguna negligencia. Y, si esas condiciones se pueden dar, el lugar idóneo es Terranova.

En el Villa de Pitanxo

Sin saber todavía cuál era la operación del barco en el momento del naufragio, podemos realizar las siguientes hipótesis. De los tres supervivientes, al menos dos deberían estar en el puente: el encargado de la guardia y el timonel. El tercero podía estar con ellos o tuvo la suerte de saltar a tiempo. En caso de que el barco vuelque de manera inesperada, para ellos no es difícil abandonar el barco y alcanzar un bote rápidamente.

Si ya no se han encontrado, los 12 desaparecidos debieron quedar atrapados a causa de la velocidad del hundimiento

Si ya no se han encontrado, los 12 desaparecidos debieron quedar atrapados a causa de la velocidad del hundimiento. Si alguno consiguió salir sin tiempo para colocar un chaleco salvavidas ni alcanzar un bote, probablemente acabaría en el fondo como Leonardo di Caprio en el Titanic. En esas condiciones, nadie sobrevive en el agua más de unos pocos minutos sin el equipo adecuado. La investigación nos dirá dónde se encontraron los nueve cadáveres y qué llevaban puesto, si murieron por hipotermia, traumatismo o alguna otra causa.

Posibles condiciones de navegación más críticas

Durante la navegación normal, con el copo a bordo una vez finalizado el lance y hasta que el pescado es introducido en su totalidad en el parque de trabajo, incluso cuando el arrastre ha terminado y toda la captura está en el entrepuente, la tripulación continúa trabajando. El pescado deber ser procesado, congelado, empaquetado y estibado. Se necesitan muchas horas. Durante ese tiempo y hasta que termina la estiba, podría haber algún corrimiento limitado en caso de temporal. Todas estas contingencias están contempladas en los cálculos.

La trampilla por donde se descarga el pescado a la cubierta inferior siempre está cerrada, excepto el tiempo necesario para introducir el pescado. Si estuviese abierta en cualquier otro momento sería causa de negligencia o por fallo mecánico. Una inundación es improbable salvo vía de agua inesperada.

La paga está relacionada con la cantidad de pescado. Cuando hay necesidad de llevar sustento a la familia, los marineros trabajan hasta la extenuación

Tal exceso de pesos elevados en el entrepuente a causa de un lance extraordinario, o una estiba lenta o negligente, podría dar lugar a un percance en caso de muy mala mar si a ello se le sumara alguna otra circunstancia inesperada. Pero parece que su patrón poseía gran experiencia para lidiar con tales circunstancias.

Durante la operación de arrastre la maniobrabilidad del buque queda restringida a causa de la red. En condiciones complicadas, se intenta abordar la mar tormentosa por la proa. Un cambio repentino de las condiciones meteorológicas podría hacer que el buque no pudiera maniobrar a tiempo, comenzando a recibir el peor oleaje por la popa o un costado. Algunos sostienen que eso fue lo que pasó. Aunque hubiese sucedido y la mar golpeara la zona con fuerza, la trampilla del pescado debería estar cerrada, como ya hemos comentado, con lo que una inundación no parece posible salvo imprevisto.

placeholder Foto: EFE/Grupo Nores.
Foto: EFE/Grupo Nores.

La popa es la zona más reforzada del buque. Sus elevados costados protegen relativamente de los embates de la mar a los marineros. El peso del copo es insuficiente para hacerlo hundir por popa. Antes se romperían las estachas de remolque, como se comenta en el vídeo.

Incluso suponiendo una inundación inesperada, el barco volcaría antes, en vez de hundirse por la popa, por culpa de las superficies libres (las cuñas de agua que se forman durante la inundación de un compartimento durante el balance y que tienden a volcar el barco) y un posible corrimiento del pescado todavía sin estibar.

Si se se hubiese hundido por la popa como algunos sugieren, posiblemente habría dado tiempo para abandonar el barco a casi todo el mundo, cosa que en el caso de vuelco repentino por pérdida de estabilidad es muy difícil de conseguir.

Durante el virado del copo, es decir, durante la recogida de la red, es la situación más comprometida de toda la operación del barco. En ese momento, se incrementan los pesos altos localizados a la altura de las poleas de los pórticos para ayudar en la maniobra de virado. La otra situación, el largado de la red, suele ser menos crítica.

Aunque todas estas situaciones están previstas en los cálculos, una confluencia de circunstancias excepcionales podría llevar la estabilidad del barco al límite. Podrían ser, entre otras: copo "monstruoso", como se menciona en el vídeo, o altura del centro de gravedad superior a la estimada por los cálculos más conservadores. Se podría sumar cierta cantidad de hielo en cubierta que no se hubiese podido retirar a tiempo del lance. Más una ola o un tren de olas gigantes por el costado o por la popa. El factor humano podría sumar, como un reparto previo de pesos y tanques no óptimo que sumara o una maniobra desafortunada. Cuando los elementos enfurecen, pueden ocurrir muchas cosas totalmente inesperadas.

Consideraciones

La paga está relacionada con la cantidad de pescado. Cuando hay necesidad de llevar sustento a la familia, los marineros trabajan hasta la extenuación, superando el cansancio físico y las condiciones meteorológicas más extremas. En esos momentos, el barco trabaja al límite de sus posibilidades. No se les puede reprochar. Todavía no sabemos si este fue el caso.

La Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos realizará la investigación correspondiente con la mayor profesionalidad. Esperemos que no sufra injerencias políticas de ningún tipo, tan habituales por estos lares para con los organismos independientes.

No he mencionado la posibilidad de error humano más allá de una hipotética navegación al límite de lo imposible, una maniobra desafortunada o un reparto de pesos incorrecto. Si lo hubiera, la investigación del accidente presumiblemente lo detectará.

Lecciones de un siniestro

Una de las consecuencias del cambio climático es el incremento de los eventos extremos, sean estos sequías más graves —en los lugares más propensos a ellas— o tormentas y huracanes todavía más estremecedores de los habituales en los mares más proclives a sufrirlos.

Estos días, el Reino Unido está siendo barrido por un enorme temporal. No sé si estará relacionado, pero los datos meteorológicos nos dirán si en Terranova ocurrió algo similar. Los meteorólogos están intentando predecir su recurrencia y gravedad en el futuro, en cuyo caso sería necesario replantearse muchas cosas. Y no solo los criterios de estabilidad y seguridad: a diferencia de la economía, la ingeniería naval, como todas las ciencias duras, es una ciencia dinámica.

Foto: Trabajo de marineros a bordo de un barco de pesca de altura. (Antonio Soage)

Por ello, mientras volvemos a contemplar el vídeo, deberíamos reflexionar. Disfrutamos de pescado barato de buena calidad; móviles increíbles llenos de valiosos materiales finitos que tiramos a la basura antes de tiempo; gozamos de energías renovables de dudosa sostenibilidad durante su fabricación que no sabemos cómo reciclar cuando dejan de servir; estrenamos todos los días moda rápida, la segunda industria más contaminante, que tampoco es reciclable por mucho que nos digan lo contrario. A cambio de nuestra hipocresía, trabajadores, sus familias y aquellos que sufren sus consecuencias pagan un terrible precio por ello.

Mientras nos quejamos de todo a pesar de la abundancia y destruimos el país con saña, muchos se juegan la vida y su salud a causa de unas condiciones de vida o laborales lamentables que preferimos obviar, con cambio climático o sin él, con energías fósiles o renovables. (Sugiero ver estos excelentes documentales en español de la radiotelevisión alemana: uno, dos, tres)

Ya que los dos barcos se hundieron, seguro que algún 'troll' de esos que pululan por las redes sociales critica la comparación entre el Villa de Pitanxo y el Titanic mediante argumentos peregrinos. Es el momento, dejémoslos disfrutar. A tales seres frustrados, les sugeriría realizar una marea en un arrastrero como el Villa de Pitanxo para ayudarlos a arrojar por la borda sus complejos y su mala baba. Harían compañía a nuestros políticos adolescentes. Compartirían su mediocridad, su caradura e inoperancia.

Lo primero que harían una vez se declarara el temporal sería limpiarse la cagalera que inevitablemente les producirá y ponerse a rezar. Aunque no sepan.

El que no sepa rezar que vaya por esos mares verá que pronto lo aprende sin enseñárselo nadie”.

Mares Naufragio Cristóbal Colón