Génova recula y cerrará el expediente a Ayuso tras dar por buenas sus explicaciones
Pablo Casado pidió a la presidenta de la Comunidad de Madrid que reconociese públicamente que no había sido investigada. En la Puerta del Sol insisten en que es necesario depurar responsabilidades
Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso intentaron este viernes buscar una solución a la crisis abierta en el partido. Tras una reunión en Génova, la dirección nacional ha decidido cerrar el expediente abierto a la presidenta de la Comunidad de Madrid al entender que la dirigente ha dado las explicaciones pertinentes respecto a la adjudicación de un contrato sanitario a su hermano, Tomás Díaz Ayuso, durante la pandemia, por el que cobró una comisión de algo más de 55.000 euros según las explicaciones de la Puerta del Sol.
"El comunicado hecho público por la Comunidad de Madrid aportando la información requerida sobre la contratación de emergencia durante la pandemia se incorporará al expediente informativo abierto por el Partido Popular para concluirlo satisfactoriamente", expone Génova, que también recalca que "nunca ha ordenado ninguna investigación sobre las actividades profesionales" del entorno de Isabel Díaz Ayuso.
Sin embargo, en la Puerta del Sol califican el encuentro de este viernes como "infructuoso". A su juicio, no se ha llegado a un acuerdo satisfactorio e insisten en depurar responsabilidades por la campaña emprendida por la dirección nacional, a la que acusan de seguir filtrando informaciones falsas para derribar a la dirigente. "Es una vergüenza", reiteran.
Según traslada el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Casado ofreció a Ayuso que dijese públicamente que no había sido investigada por el PP a cambio de retirar el expediente informativo contra ella que podría haber terminado incluso con su expulsión del partido. Ayuso no ha dado su brazo a torcer, pero Génova ha decidido retirar el expediente como acto de buena voluntad para tratar de calmar las aguas en el partido.
Con el partido abierto en canal y con barones exigiendo incluso estudiar la convocatoria de un congreso extraordinario, ambos dirigentes se han visto obligados a tratar de encontrar vías de entendimiento. Casado y Ayuso no habían mantenido un encuentro en profundidad desde finales de otoño, circunstancia que da buena medida de la brecha abierta entre ambas partes antes de que estallara el conflicto. "Le pido a Ayuso que venga a mi despacho" para solucionar "hoy mismo" el conflicto, avanzó Pablo Casado este viernes en COPE.
Y Ayuso acudió solo un día después. La reunión ha trascendido este sábado y ha sido confirmada tanto por fuentes de Génova como de Sol. En el PP, lamentan los "acontecimientos de los últimos días" y aseguran que intentarán seguir defendiendo el proyecto junto a sus militantes. Desde el entorno de Isabel Díaz Ayuso entienden que "tiene que haber una marcha atrás" en los ataques lanzados por la dirección nacional, sin negar la existencia de una campaña de espionaje orquestada en su contra. De momento, y pese a la retirada del expediente, ambas partes continúan enfrentadas.
La relación entre Casado y Ayuso está herida de muerte. Diferentes cargos del partido utilizan la palabra 'suicidio' o 'desastre' para referirse a una guerra que puede hacer un daño inconmensurable a las siglas del PP. Génova ha dado un primer paso hacia la reconciliación, y en el equipo de Ayuso apuestan también por rebajar la tensión con la dirección nacional. El entorno de la presidenta madrileña reitera que ella no aspira más que a la presidencia de Madrid y que rechazaría las riendas del partido a nivel nacional.
El anuncio del jueves
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, anunció el pasado jueves la apertura de un expediente informativo que hoy Génova da por concluido. El motivo del mismo, según el número dos del PP, era recabar información sobre un posible "tráfico de influencias" por parte de Ayuso en la adjudicación de un contrato sanitario por el que su hermano recibió una comisión. Además, según explicó Egea, la apertura del expediente tenía como objetivo estudiar una posible sanción contra la dirigente por verter duras "calumnias" y "ataques" contra Pablo Casado, al que acusó de permitir una campaña de espionaje para derribarla políticamente.
Hasta el momento, la incomunicación entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso había sido total. El presidente del PP la citó el pasado 17 de septiembre para informarle sobre la existencia de un dosier que había llegado a manos de Génova y en el que aparentemente quedaban demostradas supuestas irregularidades cometidas por la presidenta de la Comunidad de Madrid por un presunto trato de favor a familiares. El cruce de versiones y acusaciones ha sido total. El líder del PP aseguró que no obtuvo respuesta, pero la dirigente, según fuentes de su confianza, indicó que sí hubo contestación.
Desde Génova, a lo largo de estas jornadas, han reiterado que la presidenta de la Comunidad de Madrid no colaboró en las pesquisas para esclarecer si hubo o no tráfico de influencias en la adjudicación del contrato de su hermano, pero no es la versión de Sol, que destaca que Ayuso trasladó a Génova que todo lo referente a su hermano estaba "en regla". Pero Génova no dejó de investigar. "Buscaban algo para matarla", insisten.
La guerra sigue enquistada. El PP dejó en manos de sus abogados la posibilidad de emprender las acciones judiciales pertinentes contra Isabel Díaz Ayuso para investigar si hubo o no tráfico de influencias en la Comunidad de Madrid antes de cerrar el expediente. La dirigente, entonces, se defendió al alegar que Génova quiere enterrarla políticamente. "Sánchez no le ha quitado el sueño tanto como este tema", añaden en Sol.
Un momento muy delicado
La cita entre Casado y Ayuso tuvo lugar en un momento crítico para el partido. Dirigentes y militantes de toda España asisten con incredulidad a una batalla que ha puesto en la picota especialmente a Teodoro García Egea, con importantes cargos del partido pidiendo la cabeza del número dos de Pablo Casado como única vía para reconducir la situación.
Sin embargo, al menos por el momento, Casado no estaría por la labor de entregar la cabeza de Egea, su mano derecha, ya que supondría una pérdida implícita de poder en favor de los líderes autonómicos. Entre todos ellos, la figura que ha emergido con más fuerza es la del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que instó tanto a Casado como a Ayuso a tratar de entenderse.
Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso intentaron este viernes buscar una solución a la crisis abierta en el partido. Tras una reunión en Génova, la dirección nacional ha decidido cerrar el expediente abierto a la presidenta de la Comunidad de Madrid al entender que la dirigente ha dado las explicaciones pertinentes respecto a la adjudicación de un contrato sanitario a su hermano, Tomás Díaz Ayuso, durante la pandemia, por el que cobró una comisión de algo más de 55.000 euros según las explicaciones de la Puerta del Sol.