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Aznar hizo de mediador a petición de MAR en el caso del espionaje a Ayuso
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Aznar hizo de mediador a petición de MAR en el caso del espionaje a Ayuso

El expresidente contactó con Gallardón, que a su vez trasladó al alcalde de Madrid que desde Sol había sospechas de que se estaba investigando a familiares de la presidenta

Foto: El expresidente del Gobierno José María Aznar. (EFE/Andreu Dalmau)
El expresidente del Gobierno José María Aznar. (EFE/Andreu Dalmau)
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El expresidente del Gobierno José María Aznar usó ayer la crisis en Ucrania como símil a la guerra interna que se ha desatado en el PP. “La situación de Ucrania es ahora mismo mejor que la del PP, porque allí no hay armamento nuclear”, ironizaba en un acto de la fundación que preside. Aznar, que suele hablar claro, no se ha posicionado con Pablo Casado o Isabel Díaz Ayuso, pero ha querido evidenciar su malestar por el cruce de acusaciones entre ambos líderes que amenaza con romper el PP.

Al expresidente no le es ajena esta contienda fratricida, ya que según ha podido saber El Confidencial él habría sido otro de los “mediadores” entre Génova y Sol durante estos meses en los que han ido intercambiando avisos entre ambos bandos. La conexión es el jefe de Gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que fue portavoz del Ejecutivo de Aznar y su hombre de máxima confianza durante años. Rodríguez, al que Génova ha colocado en la diana como urdidor de toda la trama, habría trasladado a Aznar que hasta Sol llegaban informaciones sobre un espionaje desde el Ayuntamiento de Madrid para buscar documentos comprometedores sobre los contratos de la comunidad con empresas relacionadas con el hermano de la presidenta, su exmarido o su exnovio, como desveló El Confidencial.

El expresidente debería hacer llegar esa información al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya que desde el equipo de la presidenta se sospechaba que detrás del encargo estaban fontaneros de Génova como Ángel Carromero, que dimitió ayer tras la última información publicada por este medio. Aznar, a su vez, trasladó la información al exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, para que la pusiera en conocimiento de Almeida, y así lo hizo. Desde ese momento, el alcalde se compromete a hacer averiguaciones para comprobar si desde el consistorio se ha contratado a algún detective con estos fines. Como él mismo ha reconocido ante los medios, al preguntar a su equipo se le trasladó que no se había puesto en marcha ningún espionaje y así se lo hizo saber a la presidenta. Lo cierto es que, como desveló este jueves El Confidencial, el equipo de Carromero contactó con una agencia de detectives, pero no se la contrató por miedo a ser descubiertos y porque, según relata el propio investigador, los documentos que se le pedían no se podían obtener de forma legal.

En los próximos días, los militantes y votantes estarán muy pendientes de hacia dónde inclina la balanza a Aznar, si es que decide hacerlo. Los protagonistas son ambos discípulos suyos y muy cercanos. En estos momentos, parece que hay más proximidad con el proyecto de Ayuso que con el de su 'hijo político', si bien ha apoyado la estrategia de Génova de levantar un muro con Vox ante posibles gobiernos de coalición. La relación entre Aznar y Casado es ahora cordial pero distante. Nunca lo ha tratado como presidente del partido, más bien como un constante 'aprendiz'. Esta actitud choca con el trato exquisito que Mariano Rajoy siempre ha dado a Casado desde que es presidente del PP.

Foto: El secretario general del PP, Teodoro García Egea. (EFE/Javier Lizón)

Aznar siempre ha sido considerado un 'verso suelto' que es incontrolable en el halago y la crítica. En la campaña de Castilla y León, hizo unas declaraciones que cuestionaron el proyecto del actual líder del PP y no dejaron indiferente a nadie. Internamente, no tiene fuerza. Lleva años alejado del partido, pero sigue siendo un referente indiscutible para muchos militantes de los que se gustan en llamar el 'PP verdadero'. Tras sus choques con la dirección nacional, siempre se han tendido puentes para reconducir la relación, como en el caso de el “lo importante no es quién, sino para qué se quiere llegar a Moncloa”, cuando mandó al día siguiente un mensaje a Casado para trasladarle que sus palabras fueron mal entendidas.

El secretario general, Teodoro García Egea, contactó también con un colaborador del expresidente para transmitirle la necesidad de bajar el suflé sobre el enfrentamiento entre Casado y Ayuso por la celebración del congreso en Madrid. Hoy se entiende todo, ya que en esos momentos García Egea estaba manejando las informaciones sobre presunta corrupción de Ayuso por favorecer a su hermano. Desde la séptima, se hacía una reflexión: “¿Por qué en su día Aznar colocó al frente del PP de Madrid a García Escudero y no a Gallardón?”. La respuesta por entonces era una cuestión de poder, como también lo es ahora.

El expresidente del Gobierno José María Aznar usó ayer la crisis en Ucrania como símil a la guerra interna que se ha desatado en el PP. “La situación de Ucrania es ahora mismo mejor que la del PP, porque allí no hay armamento nuclear”, ironizaba en un acto de la fundación que preside. Aznar, que suele hablar claro, no se ha posicionado con Pablo Casado o Isabel Díaz Ayuso, pero ha querido evidenciar su malestar por el cruce de acusaciones entre ambos líderes que amenaza con romper el PP.

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