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Moncloa rebajó el protagonismo de Yolanda Díaz en la presentación de los PGE
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Tensos debates en la coalición

Moncloa rebajó el protagonismo de Yolanda Díaz en la presentación de los PGE

Se optó por un acto con diferencias con el del año pasado, cuando Sánchez e Iglesias posaron con las cuentas públicas y ofrecieron sus valoraciones sobre las partidas

Foto: Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en Moncloa. (EFE)
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en Moncloa. (EFE)

Las imágenes en política son importantes. Esenciales, incluso, para la construcción del relato. Detrás de la aprobación de los Presupuestos Generales de 2022 se ha producido una sucesión de hechos que, unidos, han erosionado la confianza entre los socios del Gobierno. De puertas para afuera, las palabras son de satisfacción por ambas partes por haber conseguido alumbrar las cuentas “de la recuperación”. Si se consiguen aprobar en el Congreso, Pedro Sánchez alcanzará un hito que no llegó a lograr Mariano Rajoy: convalidar, con un Ejecutivo en minoría, sus segundas cuentas públicas consecutivas en tiempo y forma. Entre bambalinas, sin embargo, los socios de la coalición tuvieron disfunciones en los grandes anuncios de esta semana: los bonos cultural y de vivienda para jóvenes y, a última hora, la forma de escenificar el apretón de manos entre el presidente y Yolanda Díaz.

Unidas Podemos quería una imagen similar a la del año pasado para poner en valor el proyecto de ley más importante del año. En octubre de 2020, tras un tira y afloja para acordar el borrador del proyecto, Sánchez y Pablo Iglesias posaron en Moncloa, en la sala Tàpies, mostrando el libro de Presupuestos. Cada uno lo agarró por un lado y cada uno ofreció una declaración conjunta valorando las partidas. Este año, Podemos reclamó recrear una imagen similar, pero con la vicepresidenta segunda, indican fuentes moradas, de protagonista. Moncloa, sin embargo, reconoce que optó por visibilizar el acuerdo, que podría ser el último de la legislatura, buscando “una nueva forma de comunicar”. “Más cercana y natural”, añaden, en sintonía con el estilo que está imprimiendo el nuevo equipo que rodea a Sánchez.

Moncloa, por tanto, decidió que el acuerdo de Presupuestos de 2022 se plasmara con una llegada conjunta de Sánchez y Díaz al edificio del Consejo de Ministros y un breve encuentro entre los dos en los sofás de la misma sala Tàpies. Mismo escenario y fotografía muy distinta, en la que no se vio ni siquiera el libro de cuentas públicas que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llevará al Congreso previsiblemente la próxima semana. Para Podemos, estas “cuatro fotos” no son suficientes.

UP incluso quiso que alguno de sus ministros participara en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, lugar habitualmente reservado para la titular de Hacienda, pero Moncloa decidió mantener la tradición de que fuera Montero la ministra que diera a conocer las grandes cifras de las cuentas públicas.

El rifirrafe con el bono cultural y los toros

No es la única polémica que ha rodeado la aprobación de los PGE en las horas previas a la celebración del Consejo de Ministros extraordinario. Otro de los puntos de fricción ha sido el bono cultural para jóvenes que cumplan 18 años en 2022. La iniciativa partió de Unidas Podemos, como el partido morado se encargó de destacar, y el PSOE la aceptó hace algo más de una semana en las negociaciones que venía manteniendo Montero con Josep Vendrell, jefe de gabinete de Díaz, y Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales. Los morados se fijaron en Francia e Italia y propusieron que el cheque alcanzara los 500 euros. Hace más de una semana llegó el sí de Hacienda y por eso la vicepresidenta segunda anunció la creación del bono cultural en el Día del Cine Español. Añadió que en los próximos días se darían a conocer más detalles.

Pero la misma mañana de este miércoles, Sánchez concretó que el bono cultural estaría incluido en los PGE y que sería de 400 euros. Por la tarde, el Ministerio de Cultura contempló al más alto nivel, y así lo anunció la Cadena SER, que los toros sí iban a formar parte del catálogo de actividades que podrán pagarse con el cheque. Unidas Podemos no contemplaba en ningún momento la tauromaquia y es ahí donde se produjo el choque interno.

Foto: El ministro de Cultura, Miquel Iceta. (EFE)

Yolanda Díaz y Ione Belarra se enteraron por la emisora y la vicepresidenta segunda llamó a Miquel Iceta para pedirle la retirada de la actividad de ese futuro catálogo. Eran en torno a las nueve de la noche, indican fuentes de UP. Cultura rectificó esa misma noche a través de una entrevista del propio ministro en la SER, aclarando que los toros van a seguir siendo considerados "patrimonio cultural", pero quedarán fuera de los espectáculos financiados con el bono. El ministerio, a través de un comunicado, confirmó en la mañana del jueves la exclusión.

El anuncio sorpresa del bono vivienda

El que fue el primer anuncio estrella de la semana por parte del Gobierno, el bono de 250 euros al mes para facilitar el acceso a la primera vivienda a jóvenes de entre 18 y 35 años, también estuvo rodeado de polémica interna. Sánchez lo dio a conocer durante su participación en el Foro Urbano de España, en Sevilla, adonde se desplazó tras cerrar el acuerdo de Presupuestos y de vivienda con sus socios gubernamentales en una negociación cerrada en uno de sus despachos de trabajo. Los morados no sabían nada. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, declaró horas más tarde que el cheque no estaba incluido en las negociaciones de la normativa, “pero el presidente puede hacer los anuncios que considere oportuno”. Efectivamente, este bono juvenil para alquiler está incluido en los Presupuestos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acompañados por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera. (EFE)

A estas circunstancias hay que añadir las renuncias que Unidas Podemos ha tenido que asumir para poder alumbrar las cuentas públicas. En materia fiscal, por ejemplo, los morados pidieron al PSOE que el tipo mínimo del 15% en sociedades se estableciera sobre los beneficios reales de las empresas y no sobre la base imponible. También han tenido que dejar en un cajón cuestiones como la universalización de la prestación por crianza y la ampliación del permiso de maternidad y paternidad a seis meses, materias que en la fase que se abre ahora, la de la tramitación parlamentaria, podrían ser incorporadas por algún socio del Gobierno.

Las imágenes en política son importantes. Esenciales, incluso, para la construcción del relato. Detrás de la aprobación de los Presupuestos Generales de 2022 se ha producido una sucesión de hechos que, unidos, han erosionado la confianza entre los socios del Gobierno. De puertas para afuera, las palabras son de satisfacción por ambas partes por haber conseguido alumbrar las cuentas “de la recuperación”. Si se consiguen aprobar en el Congreso, Pedro Sánchez alcanzará un hito que no llegó a lograr Mariano Rajoy: convalidar, con un Ejecutivo en minoría, sus segundas cuentas públicas consecutivas en tiempo y forma. Entre bambalinas, sin embargo, los socios de la coalición tuvieron disfunciones en los grandes anuncios de esta semana: los bonos cultural y de vivienda para jóvenes y, a última hora, la forma de escenificar el apretón de manos entre el presidente y Yolanda Díaz.

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