El exjefe de la UDEF niega la llamada del ministro para quitar al investigador de Gürtel

El que fuera jefe de la UDEF de la Policía Nacional, el comisario José Luis Olivera, ha declarado este lunes en la Audiencia Nacional por primera vez desde que empezó el caso Villarejo, hace más de tres años. Ha comparecido como investigado tras aparecer en numerosas conversaciones del polémico mando y sus anotaciones en la que se infiere que contribuyó a las presuntas maniobras para boicotear el caso Gürtel. Olivera ha negado las actuaciones que se le atribuyen como que le ofreciera un puesto en el extranjero al principal investigador del caso, Manuel Morocho, o que recibiera una llamada del ministro para quitarle de la investigación.

Según informan a El Confidencial fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio, Olivera ha hecho una enmienda a la totalidad de las declaraciones de Morocho hace unos días en el mismo juzgado. Ha llegado a calificarlas de "fantasía" y le ha acusado de mentir o de creerse más importante de lo que era hasta el punto de pensar que un ministro pudiese preocuparse por sus informes sobre Gürtel. También ha defendido que no era Morocho sino él quien se reunía con jueces y fiscales para informarles de la evolución del caso Gürtel. Ha añadido que no tuvo el móvil del ministro Jorge Fernández Díaz hasta 2014, después de la presunta llamada para apartar a Morocho.

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El exjefe de la UDEF se ha negado a contestar preguntas sobre los audios grabados por Villarejo y también se ha reservado el derecho a no contestar sobre las anotaciones del polémico mando al no haber dispuesto del tiempo suficiente para estudiarlas. Antes de finalizar el interrogatorio, el juez Manuel García-Castellón, le ha avanzado que le citará de nuevo. El magistrado ha verbalizado que sus explicaciones se contradicen con lo que se conoce a partir de los audios grabados por Villarejo. “Escuche usted todos los audios, que vamos a volver a citarle porque ya le digo que se contradicen con absolutamente todo lo que ha dicho hoy”, le ha avisado, según las fuentes presenciales consultadas.

'El Oli' en los audios de Villarejo

José Luis Olivera —a quien Villarejo llamaba 'el Oli' en confianza— es un veterano mando de la Policía a quien se le encomendó dirigir la UDEF. Se trata de la unidad de élite de la Policía en materia de lucha contra la corrupción económica. Creada bajo el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, se significó desde muy pronto por hacer investigaciones como el caso Malaya sobre la corrupción en Marbella o el caso Gürtel en 2009, que marcaría el destino del Partido Popular. En aquellos años, los populares estaban en la oposición y cargaban sistemáticamente contra esa unidad y el cuerpo en general al que acusaban de ser una policía de partido al servicio del entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

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Cuando el PP llegó a la Moncloa en 2011, Olivera salió de la UDEF, pero tiempo después volvió si cabe con más poder sobre el Ministerio que dirigía Jorde Fernández Díaz como responsable del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). En las conversaciones grabadas por Villarejo y su inseparable grabadora se le escucha ya en 2009 ofrecer al PP los servicios de Olivera para boicotear la Gürtel. El polémico mando también maniobró para tratar de que le nombrasen director adjunto operativo a su amigo. En otras conversaciones se refiere a él como fuente a la hora de acceder a datos sensibles.

Hace solo unos días declaró como testigo el que fuera principal investigador de la UDEF en el caso Gürtel, Manuel Morocho. Denunció haber sufrido numerosas presiones de sus superiores por rebajar el tono de sus informes o eliminar nombres como el del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal o su marido, el empresario Ignacio López del Hierro. Olivera ha negado tener relación con la dirigente popular y su esposo.

Dice desconocer Kitchen

Estos dos últimos también están citados a declarar esta semana en la Audiencia Nacional como investigados en el marco de la pieza Kitchen. Se investigan los seguimientos al extesorero del PP Luis Bárcenas para arrebatarle información sensible que pudiera afectar al partido o a Rajoy. Todo ello mediante el uso de fondos reservados y presuntamente de espaldas a la autoridad judicial que indagaba sobre la corrupción del partido. Olivera se ha desvinculado de la operación parapolicial. Ha dicho que no se le informó de la captación del chófer de Bárcenasy ha asegurado desconocer dónde se halla la calle en la que la mujer del extesorero tenía un taller en el que guardaban información y que los policías llamaban "el zulo".

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Morocho, en concreto, dijo al juez y a la Fiscalía anticorrupción que Olivera le ofreció varios puestos en el extranjero con la intencionalidad de apartarle de la investigación. En un encuentro para tal fin, Olivera cogió el teléfono para hablar supuestamente con el ministro Fernández Díaz al que le hizo saber que estaba con Morocho. Este lunes, Olivera ha negado tal llamada y el ofrecimiento de una plaza en el extranjero. Según sus explicaciones, él no tenía competencias para hacerle esta propuesta y ha matizado que fue el inspector quien le preguntó si había vacantes en el exterior.

Olivera fue cesado al poco tiempo de tomar posesión del cargo el actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El comisario dejó el Cuerpo y se pasó a la actividad privada como responsable de seguridad de la Real Federación Española de Fútbol. Una portavoz de la institución que dirige Luis Rubiales informa a este periódico que ya no está en el cargo.