El audio del inspector de Gürtel: "Se me exigió que no pusiera el nombre de Rajoy"

El principal investigador del caso Gürtel, el inspector de la UDEF Manuel Morocho, aseguró este martes ante el juez del caso Kitchen en la Audiencia Nacional que sufrió presiones para eliminar de la investigación que entonces conducía a los principales responsables del Gobierno de esa etapa, entre ellos el presidente Mariano Rajoy. Según se escucha en el audio de su declaración, a la que ha tenido acceso El Confidencial, se le "conminó" para que no pusiera en sus informes "ningún nombre" de ningún responsable político y, concretamente, "se le expresó el nombre de Mariano Rajoy". "No querían que apareciera su mención ni aquello a lo que se aludía en los documentos".

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Morocho explica que tuvo que eliminar cualquier referencia a "contraprestaciones" o "determinadas compras de ropa u otras cosas". Para 'salvar' aquella prohibición, tenía que decirle al juez instructor del procedimiento, entonces Pablo Ruz, qué cosas que había tenido que eliminar. "Le decía, esto es lo que me han obligado a quitar y esta es mi percepción", explica. "Me impedían ponerlo", dijo añadiendo que así el juez tenía un conocimiento "subrepticio" de lo que estaba investigando. También se le pedía que se eliminaran otros nombres, como el de la secretaria general del PP María Dolores de Cospedal. Según explicó, Rajoy era también perceptor o beneficiario de fondos de la caja B, pero nunca pudo reflejarlo. A cambio, lo coló en los anexos, como puede escucharse en la parte del interrogatorio que acompaña a esta información.

A la pregunta que quien le dio la orden, Morocho respondió citando a toda su cadena de mando: "Desde el que entonces era comisario general, el señor Losada, Manuel Vázquez, jefe de Unidad, el jefe de brigada y luego los jefes de sección...", indica. "Se me compelía a que quitara determinadas cuestiones cuando solo cumplía lo que el magistrado me pedía", insistió.

También explicó que recibió una llamada ordenada por el ministro de Interior ofreciéndole un destino bien pagado y atractivo y se negó a desplazarse. Según afirmó, el ex responsable de la UDEF que luego ascendió a un alto cargo en la estructura de Interior con el PP, el comisario José Luis Olivera, le citó en junio de 2013 en una cafetería para ofrecerle un puesto fuera de España. Su impresión es que el deseo de sus jefes era apartarle del caso. Explicó al juez que le pusieron sobre la mesa posibles destinos como la ONU, EEUU o Lisboa.

En aquel encuentro, Morocho sostiene que Olivera sacó su móvil para mostrarle esta supuesta llamada que estaba recibiendo en ese mismo momento de Fernández Díaz. "¿Entonces, dónde quieres irte? ¿A una embajada?", le preguntó el emisario. Esa persona recibió delante de él una llamada de Fernández Díaz para interesarse por su respuesta. La impresión manifestada por el investigador era que sus superiores querían demostrar que contaban con respaldo político.

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Como no se prestó a irse a Lisboa, la presión se incrementó. "Hemos tenido que implementar medidas de seguridad interna para trabajar, tanto en nuestros equipos informáticos como en nuestras comunicaciones, tanto en el despacho como en los traslados en el coche y en los registros", dice. Indica que si se hubiera conocido, por ejemplo, que iban a entrar en la sede del PP en Génova "el resultado de la diligencia habría sido nulo".

Un panorama desolador

La declaración alcanzó tal punto que el magistrado instructor de la Kitchen, Manuel García-Castellón, le interrumpió para decirle: "Me deja usted un panorama desolador". "Se lo puedo dejar peor todavía", le contestó Morocho que destacó a renglón seguido que "su honestidad le costó mucho mantenerla". "La tengo porque tengo confianza en los magistrados y en el Ministerio Fiscal y tengo un grupo de policías que han confiado en mí y que hemos trabajado en unas condiciones penosas".