Simón, sobre la apertura al turismo británico: "Tenemos que rebajar el tono de euforia"

Los británicos pueden venir desde este lunes a España sin tener que pasar cuarentena ni una prueba PCR. Mientras otros países europeos, como Alemania o Francia, mantienen restricciones para los viajeros procedentes del Reino Unido, la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, abría los brazos en Fitur a los visitantes foráneos. Algo que no ha gustado del todo a Fernando Simón. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha reivindicado, una vez más, la prudencia ante la llegada de extranjeros: "Tenemos que rebajar el tono de euforia".

El epidemiólogo considera que habría que esperar "unos 20 días" para hacer el anuncio y, aunque ha evitado entrar en polémicas con el Gobierno, sí ha lanzado un mensaje a los miembros del Ejecutivo más laxos con las restricciones: "Que España está abierta al turismo se puede decir dando gritos o en voz baja, yo como técnico prefiero que sea en voz baja".

Simón cree que es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero ha reconocido que la situación actual del Reino Unido, con una incidencia acumulada (IA) de 41 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días, hace que abrir las fronteras "no sea un problema excesivo" y que los posibles rebrotes tendrían "menos impacto" que hace unos meses. En España sucede lo mismo.

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Dos semanas después del caótico final del estado de alarma, la pandemia no ofrece señales de repunte: los contagios y las muertes se sitúan en cifras de finales del verano pasado, la ocupación de las UCI en niveles de octubre y la IA apenas alcanza los 130 casos puntos, con todas las comunidades fuera del riesgo extremo. Simón ha confirmado que continúa el descenso, aunque se está ralentizando hacia una cierta estabilización, algo que ha atribuido a la relajación de las medidas de prevención durante las primeras jornadas posteriores al estado de alarma. "Probablemente haya sido un efecto pasajero", ha puntualizado.

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Además, el escenario de la vacunación por fin se ha aclarado. Tras el visto bueno del Comité de Bioética, aquellas personas menores de 60 años a las que se les haya administrado la primera dosis con AstraZeneca y deseen recibir la segunda inyección con este preparado podrán hacerlo tras firmar un consentimiento informado, aunque por defecto serán inoculadas con Pfizer. Algunas comunidades empezarán a citar a este grupo durante los próximos días, mientras que otras, como Madrid, esperarán a que se recojan los cambios en la actualización de la Estrategia de Vacunación.

Este lunes, el consejero de Sanidad de la CAM, Enrique Ruiz Escudero, ha explicado que la región recomendará administrar la segunda dosis con AstraZeneca, como también plantean otras autonomías. Preguntado sobre qué pasaría si muchos ciudadanos decidiesen optar por esta opción y el 'stock' no fuese suficiente —esta semana han llegado más de 200.000 dosis y está previsto que sean 12 millones durante el próximo trimestre, pero la compañía ya ha incumplido otras entregas—, el director del CCAES ha abierto la posibilidad a vacunar con Pfizer a los mayores de 60 años para suplir el posible desabastecimiento de la inyección anglosueca en este grupo de edad.

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La semana pasada se ralentizó ligeramente el ritmo de inmunización, pero más de un tercio de la población ya está protegida con al menos un pinchazo, un dato clave para entender el descenso de muertes y de contagios que se está produciendo en los últimos días. Tal es el avance en el proceso que Canarias ha habilitado un formulario para que cualquier persona mayor de 16 años pueda pedir cita para vacunarse.

En ese contexto, varias comunidades han relajado las restricciones y el propio Simón abrió la semana pasada el debate sobre la posibilidad de eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en lugares públicos. Este lunes, ha matizado que esto requerirá una norma que tardará un tiempo, aunque ha reconocido que en las próximas semanas se prevé ir relajando los diferentes protocolos. Respecto a los eventos multitudinarios, el epidemiólogo ha preferido no anticipar acontecimientos: ante los bajos niveles de inmunización en la gente joven, aún habrá que esperar para disfrutar de grandes conciertos.