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La volatilidad de la 'nueva política' acaba con sus líderes en menos de 10 años
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La volatilidad de la 'nueva política' acaba con sus líderes en menos de 10 años

Pablo Iglesias y Albert Rivera abandonan los partidos que fundaron, Podemos y Ciudadanos, respectivamente, tras tocar con los dedos el sorpaso a PSOE y PP

Foto: Pablo Iglesias y Albert Rivera, en el debate electoral de las generales de 2019. (EFE)
Pablo Iglesias y Albert Rivera, en el debate electoral de las generales de 2019. (EFE)

“Podemos supera a PSOE y PP y rompe el tablero electoral”. Así titulaba 'El País' el 2 de noviembre de 2014. Se basaba en un sondeo de Metroscopia, según el cual el partido de Pablo Iglesias sacaría 1,5 puntos al PSOE y siete al PP. Es decir, se hacía constar que si se celebraban entonces elecciones, el presidente del Gobierno podría ser Pablo Iglesias como cabeza de lista del partido más votado.

Luego, en las generales de 2015 y 2016, el líder de Podemos se quedó a solo 300.000 votos de la lista de Pedro Sánchez con el lema, la opción y la expectativa del sorpaso. El PSOE de entonces llegó a ver como una amenaza real esa posibilidad y se emplearon millones de palabras en explicar el cambio de partido hegemónico en la izquierda.

A su vez, en abril de 2019, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, quedó a solo 200.000 votos de Mariano Rajoy y acarició la misma idea del sorpaso. Empujado por sectores económicos y mediáticos, se teorizó entonces sobre la sustitución del PP como partido hegemónico del centro y la derecha y sobre el vuelco del tablero político del bipartidismo con Podemos y Ciudadanos. En noviembre de 2019, Rivera dejó la política porque Ciudadanos cayó a los 10 diputados.

Foto: Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. (EFE) Opinión

Pablo Iglesias ha sido vicepresidente segundo del Gobierno durante 15 meses y ahora abandona Unidas Podemos tras liderarlo desde 2014. Deja un proceso de sucesión, en teoría controlado y en principio pacífico, aunque con la natural incertidumbre.

Rivera, el otro fundador y líder de un partido que llegó para romper el bipartidismo, tuvo también un fulgurante ascenso que hizo que pudiera haber sido vicepresidente de un Gobierno de Pedro Sánchez tras el acuerdo de febrero de 2016, y también pudo serlo luego de Mariano Rajoy tras su acuerdo de investidura. Esperó el sorpaso y hoy su partido está en ruinas.

Unidas Podemos sigue en el Gobierno de coalición con tres ministros, y sus votos siguen siendo decisivos para la estabilidad parlamentaria del Ejecutivo, pero el partido ha desaparecido en comunidades como Castilla-La Mancha, donde llegó a tener una vicepresidencia; está dividido en comunidades como Andalucía, y ha tenido pésimos resultados en el último año en Galicia, País Vasco y Madrid. En esta última comunidad, el partido que pudo ser el más votado de España es ahora el quinto. Y Ciudadanos ya no existe en la Comunidad de Madrid después de tener una vicepresidencia.

Auge y caída en siete años

Los dos partidos llegaron hace siete años para cambiar la política y sustituir a las formaciones tradicionales, y crearon oleadas de ilusión en diferentes sectores del electorado. Lo tocaron con los dedos y ahora ya han sustituido a sus líderes fundadores y carismáticos. Unidas Podemos y Ciudadanos han vivido en ese corto periodo de tiempo más sobresaltos que otros partidos en casi toda su existencia. Han mostrado enorme volatilidad y, pese a todo, no han conseguido acabar con PP y PSOE, pese a que han vivido crisis notables. No lo han logrado, entre otras cosas, porque mantienen una estructura territorial insuperable en cada provincia, que les garantiza la implantación necesaria.

Foto: Albert Rivera con José Manuel Villegas. (EFE)

Ambos, además, fueron perdiendo efectivos en su camino, especialmente de los que fueron el núcleo fundador. De la quincena de firmantes del manifiesto fundacional de Ciudadanos el 8 de junio de 2005, ninguno tiene vinculación orgánica ahora. De Podemos, la lista de fundadores que han salido estos años del partido es interminable. El 17 de febrero de 2017, se celebró el congreso del partido, conocido como Vistalegre II, en el que se materializó la salida de Íñigo Errejón y sus fieles. Después de Ciudadanos y Unidas Podemos, han surgido en la izquierda Más Madrid o Más País y en la ultraderecha Vox. Ambos están aún en periodo de crecimiento y parten con menores pretensiones que los otros dos.

Vox y Más País, los relevos

El partido de Santiago Abascal logró su mejor resultado en Cataluña, porque le supuso dar el sorpaso al PP por primera vez, acaparando el voto del rechazo al independentismo y a las opciones de diálogo. En Madrid, ha subido directamente, pero con la impresión de que se ha frenado su curva de crecimiento.

El partido de Errejón, como Más País, logró solo dos diputados en las últimas generales y carece de estructura fuera de Madrid. Su objetivo es buscar acuerdos con formaciones como Compromís en Valencia o el grupo de Teresa Rodríguez en Andalucía.

Este martes lograron la proeza de superar al PSOE en Madrid, con la duda de si es un fenómeno solo madrileño. No es nuevo exactamente, porque ya en 2015 y 2019 quedaron muy por encima de los socialistas en la capital con Manuela Carmena. En 2019, el PSOE tuvo ocho concejales y Más Madrid, 19.

“Podemos supera a PSOE y PP y rompe el tablero electoral”. Así titulaba 'El País' el 2 de noviembre de 2014. Se basaba en un sondeo de Metroscopia, según el cual el partido de Pablo Iglesias sacaría 1,5 puntos al PSOE y siete al PP. Es decir, se hacía constar que si se celebraban entonces elecciones, el presidente del Gobierno podría ser Pablo Iglesias como cabeza de lista del partido más votado.

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