Podemos teme que el plan de Sánchez con los fondos UE beneficie a grandes empresas

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentará en próximas fechas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que será aprobado dentro de una semana por el Consejo de Ministros tiene, en principio, el respaldo de Unidas Podemos, pero el partido que lidera Pablo Iglesias mantiene algunas reticencias sobre puntos concretos que espera disipar en unos días.

Las principales se refieren a la inconcreción sobre política fiscal y a la posibilidad de favorecer la concentración de empresas, según fuentes de este sector del Gobierno. No hay ningún punto crítico del contenido entre los dos socios de la coalición, porque algunos conflictos han quedado acotados, como el de la reforma laboral, o sometidos al diálogo social, como el de las pensiones.

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Moncloa remitió a Bruselas entre diciembre y enero los 30 componentes o reformas exigidas por la Comisión Europea como condicionalidad ligada a los fondos europeos que han de llegar a España desde el segundo semestre de este año. Oficialmente, no ha habido información sobre los borradores remitidos a la Comisión Europea. Desde entonces, han sido negociados con los responsables europeos y ahora debe aprobarse el definitivo. El plan sirve para facilitar la llegada de los 140.000 millones de euros en subvenciones y préstamos provenientes del paquete de ayudas europeas Next Generation EU (NGEU).

Sánchez ha adelantado este lunes que el plan desarrollará 800.000 puestos de trabajo con un impacto por encima del 2% del PIB, propiciará la rehabilitación de más de medio millón de viviendas y creará 65.000 plazas de Educación Infantil. Contará con un total de 212 medidas, divididas casi a partes iguales entre proyectos de inversión y reformas políticas. El plan podría ser anunciado en dos partes.

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'A priori', los principales escollos en el seno del Gobierno eran los referidos a reforma laboral y a las pensiones. Para la primera, la ahora vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, pactó con la parte socialista del Ejecutivo un catálogo de 17 reformas, que eluden el concepto de reforma laboral, para su negociación con los agentes sociales. Básicamente, Bruselas pide que se mitigue la precariedad laboral en España y a ese objetivo se dirigen las medidas propuestas.

Las medidas laborales van dirigidas a reducir la temporalidad, reducir las modalidades de contratación y atajar el paro juvenil, y se someterán al diálogo social, aunque Unidas Podemos entiende que se ha fijado bien "el perímetro" para esa negociación.

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La de las pensiones quedó como una propuesta genérica, ya que el ministro de Inclusión Social, José Luis Escrivá, reiteró su propuesta para cambiar el cálculo de las bases de cotización.

Ahora, el socio de Sánchez en el Gobierno asegura estar muy de acuerdo en términos generales, aunque les falta por discutir algunos detalles, incluidos los plazos de ejecución, para que sean lo más rápidos posible.

El partido de Pablo Iglesias asegura que estará vigilante para que se mantenga lo pactado, porque siempre han considerado una línea roja la ampliación del periodo de cálculo que pretendía inicialmente la parte socialista del Gobierno.

En los recelos de UP se incluye el destino de los fondos europeos, para evitar la concentración entre los grandes grupos empresariales

En su opinión, la propuesta de reforma fiscal está planteada en términos vagos y será preciso concretarla en el futuro en el Gobierno de coalición, tal y como acordaron cuando se negociaron los Presupuestos. Este mismo lunes, se ha constituido un grupo de trabajo formado por 17 expertos para que estudien y diseñen esa reforma fiscal de los próximos años, aplazando el cumplimiento de lo pactado en el acuerdo de coalición.

En los recelos de Unidas Podemos se incluye también el destino final de los fondos europeos, para evitar una excesiva concentración entre los grandes grupos empresariales. Su objetivo es lograr que lleguen también a las pymes.