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Nueve días de infarto para la moción local de Murcia, única alegría posible para PSOE-Cs
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PENDIENTES DE CUATRO CONCEJALES

Nueve días de infarto para la moción local de Murcia, única alegría posible para PSOE-Cs

Socialistas y naranjas confían en que el cambio en el ayuntamiento salga adelante, pero los populares se muestran tranquilos y el alcalde actual advierte: "Con Murcia no se juega"

Foto: José Ballesta (PP) y Mario Gómez (Cs) cuando firmaron el pacto del Gobierno municipal en 2019. (EFE)
José Ballesta (PP) y Mario Gómez (Cs) cuando firmaron el pacto del Gobierno municipal en 2019. (EFE)

A partir de hoy se debate en la Asamblea de Murcia la, en inicio fallida, moción autonómica contra el presidente autonómico, el popular Fernando López Miras. Pero los murcianos están también muy pendientes de lo que votarán el próximo 25 de marzo en el pleno del Ayuntamiento tres de sus concejales: Pedro García Rex, Juan Francisco Hernánez Piernas y Paqui Pérez. Ese día está previsto que se debata la otra moción de censura presentada por el PSOE y Ciudadanos, partido al que pertenecen los tres ediles junto a Mario Gómez, poseedor de la cuarta acta de los naranjas en la corporación y enfrentado abiertamente al Partido Popular y el alcalde de la localidad, José Ballesta, a quienes acusa de ser cómplices de irregularidades en los procesos de contratación del ayuntamiento por no querer investigarlas ni depurar responsabilidades.

Con la moción contra el presidente regional aparentemente abocada al fracaso por la fuga de tres diputados (la vicepresidenta Isabel Franco y los consejeros Francisco Álvarez y Valle Miguélez), el hipotético cambio de Gobierno municipal es la única alegría que puede quedarles a socialistas y naranjas en una operación que se las prometía muy felices sobre el papel, pero que ha tenido consecuencias desastrosas, especialmente para Ciudadanos, que ha quedado roto en la Asamblea de Murcia. Está sufriendo una importante crisis con abandono de cuadros a nivel nacional y puede quedarse fuera del parlamento madrileño si, como apuntan las encuestas el PP, Isabel Díaz Ayuso y Vox se reparten sus escaños en las elecciones anticipadas del 4 de mayo. Un vía crucis para Inés Arrimadas.

placeholder Los portavoces de los tres grupos en el Ayuntamiento de Murcia, José Antonio Serrano del PSOE (2d), Mario Gómez de CS (2i) y Ginés Ruiz Maciá de Podemos (d), el día que presentaron la moción de censura. (EFE)
Los portavoces de los tres grupos en el Ayuntamiento de Murcia, José Antonio Serrano del PSOE (2d), Mario Gómez de CS (2i) y Ginés Ruiz Maciá de Podemos (d), el día que presentaron la moción de censura. (EFE)

La moción local de Murcia, que estuvo desde el principio en el paquete negociador de PSOE y Cs para la moción autonómica, tiene su origen en los importantes problemas de convivencia en el equipo de Gobierno municipal encabezado por Ballesta y sus socios naranjas. El pacto ya nació forzado por la dirección nacional de Albert Rivera, que cegó posibles acuerdos con los socialistas en toda España tras las municipales de 2019. Murcia no fue una excepción, si bien en el ayuntamiento no había una suma automática alternativa a la de PP+Cs. Si la semana que viene sale adelante el giro municipal tendrá que ser con el respaldo de los dos concejales de Podemos, necesarios, junto a los nueve del PSOE, para alcanzar las 15 actas que exige la mayoría absoluta (pinche para ver resultados electorales).

El hasta la semana pasada primer teniente de alcalde Mario Gómez ha sido el impulsor de una iniciativa que, de salir adelante, convertirá en alcalde al socialista José Antonio Serrano. La de Gómez ha sido una relación tortuosa con los populares. Como responsable del área de Contratación reclamó cambios en los sistemas de adjudicación para reducir los contratos menores en los servicios de mantenimiento y pidió la sustitución del jefe de servicio porque a su juicio no era proactivo a la hora de propiciar mayor concurrencia en los contratos. "Perdí la confianza en el jefe de servicio. Hice un informe de posibles irregularidades y lo puse en conocmiento del alcalde, que no me contestó".

Foto: Fernando López Miras junto a Isabel Franco. (EFE)

Entre las irregularidades detectadas por Gómez figuran incumplimientos de contratos por parte de concesionarias, sospechas de pactos de precios en concursos o coincidencias en números de cuenta entre aspirantes a contratos menores. "Me negué a firmar contratos", señala, algo que le valió un expediente de prevaricación del PP que no prosperó. El jefe de servicio también le denunció por acoso sin éxito. La comisión de personal que estudia estos casos no encontró indicios de que Gómez acosase el funcionario.

El cénit del enfrentamiento entre los socios de Gobierno local se produjo cuando Gómez denunció ante la Policía sentirse acosado y vigilado. Apareció un pintada cerca de su domicilio con frases injuriosas y Gómez acudió a la comisaría. Según relata, fue entonces cuando agentes de la UDEF le contactaron para solicitarle información sobre las irregularidades. La Policía ha reclamado información que está estudiando.

"Han intentado denostar mi imagen en lugar de acabar con las irregularidades", dice Gómez

El pasado 3 de marzo, el PP comunicó que había interpuesto una querella contra el concejal de Ciudadanos por delitos de infidelidad en la custodia de documentos públicos y violación de secretos. Gómez asegura que la denuncia contiene como justificación un documento gráfico de un encuentro en la calle con una periodista a la que asegura que nunca proporcionó ningún papel, pero que a su juicio prueba el seguimiento al que ha estado sometido. "Es todo para denostar mi imagen. Mi persona. Son cosas que van publicando. Todos los expedientes se han archivado. En lugar de colaborar para terminar con las irregularidades se querellan contra mí", explica en declaraciones a El Confidencial.

Esta situación ha hecho inviable la convivencia entre los socios del Gobierno municipal. Los populares sostienen que en el Ayuntamiento de Murcia no hay ninguna causa judicial abierta, ningún cargo está imputado y los servicios jurídicos han avalado con sus informes la tramitación que siguen los expedientes que impulsan los distintos servicios municipales. Apuntan a una campaña de desprestigio por parte de Ciudadanos y los socialistas y se agarran a una grabación interna de una reunión de la ejecutiva del PSOE murciano en la que el secretario general, Diego Conesa, pide a sus cargos "estirar el chicle" de la corrupción del PP para justificar la moción de censura.

Foto: Diseño: Raquel Cano.

"Hay que seguir manteniendo el pulso y la intensidad sobre la corrupción y la compra de voluntades durante mucho tiempo y de manera especial y muy intensa hasta el próximo día 25”, dice Conesa en esos audios. Tiene cierta lógica como estrategia política, toda vez que el PP ha logrado desactivar la moción contra López Miras precisamente integrando en su Gobierno a tres tránsfugas del grupo parlamentario naranja.

En esto hay una diferencia entre López Miras y el actual alcalde de Murcia que puede dar pistas sobre el distinto recorrido de la moción de censura local. Mientras el presidente murciano mantuvo a Isabel Franco (rival de la líder de Cs, Ana Martínez Vidal) al frente de la vicepresidencia tras conocer la moción censura, José Ballesta no salvó a ninguno de los cuatro concejales naranjas, a los que ha retirado las competencias, el salario y ha dado de baja como cotizantes de la Seguridad Social.

"Murcia se ha convertido en un laboratorio o tubo de ensayo de la Moncloa", denuncia el alcalde

Ballesta insiste en que "con Murcia no se juega", niega irregularidades y asegura que todo obedece a un intento de "las cúpulas de los partidos" PSOE y Ciudadanos para tomar el poder municipal en una ciudad que agrupa a un tercio de la población de la Región de Murcia y está bajo el control del PP desde 1995, las dos últimas legislaturas con el actual alcalde con la vara de mando. "Murcia se ha convertido en un laboratorio o tubo de ensayo de políticas que trascienden al municipio y que se diseñan en los despachos de la Moncloa", señalaba este martes el actual alcalde.

Sondeos a favor

Fuentes cercanas a la alcaldía insisten en que el primer edil cuenta con respaldo social y esgrimen encuestas como el sondeo que esta semana ha publicado el diario 'La Verdad' en el que Ciudadanos aparece cerca de la desaparición con una fuga de sus votos a PP y Vox.

En la formación de la gaviota no niegan que pueda haber sorpresas y se acabe frustrando la moción de censura, mientras que Gómez y los socialistas aseguran estar convencidos de que sus concejales serán disciplinados.

¿Cumplirán los cuatro ediles de Ciudadanos, los nueve socialistas y los dos de Podemos con su compromiso de respaldar la moción de censura? ¿Habrá fugas sorpresivas en el último momento como ha ocurrido a nivel regional? Quedan nueve días de infarto en la política murciana para conocer el desenlace.

A partir de hoy se debate en la Asamblea de Murcia la, en inicio fallida, moción autonómica contra el presidente autonómico, el popular Fernando López Miras. Pero los murcianos están también muy pendientes de lo que votarán el próximo 25 de marzo en el pleno del Ayuntamiento tres de sus concejales: Pedro García Rex, Juan Francisco Hernánez Piernas y Paqui Pérez. Ese día está previsto que se debata la otra moción de censura presentada por el PSOE y Ciudadanos, partido al que pertenecen los tres ediles junto a Mario Gómez, poseedor de la cuarta acta de los naranjas en la corporación y enfrentado abiertamente al Partido Popular y el alcalde de la localidad, José Ballesta, a quienes acusa de ser cómplices de irregularidades en los procesos de contratación del ayuntamiento por no querer investigarlas ni depurar responsabilidades.

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