El calendario del juicio de la caja B, en el aire: hospitalizan al exgerente del PP por covid-19

La defensa del exgerente del PP, Cristóbal Páez, ha informado a la Audiencia Nacional de que su cliente ha sido hospitalizado por una neumonía derivada de su positivo en covid-19. La noticia deja en el aire la reanudación del juicio por la supuesta caja B del PP, que tuvo que aplazarse el martes ante la imposibilidad de que Páez declarara como acusado. La Fiscalía pide 18 meses de cárcel para él y, en el arranque de la vista, intervino por videoconferencia para avisar de que sufría fiebre, una sintomatología que ha empeorado en los últimos días. Las sesiones en principio se retomaban el martes con la declaración de Bárcenas, pero ahora todo el calendario peligra.

Los efectos de su ingreso por una neumonía, que ha sido adelantado por LaSexta y confirmado a El Confidencial por fuentes jurídicas, van más allá del juicio sobre la supuesta caja B del PP. La confesión que Bárcenas remitió a la Fiscalía Anticorrupción el pasado 2 de febrero se extiende a otras investigaciones que siguen en marcha en la Audiencia Nacional, por lo que el juez Santiago Pedraz ya le ha citado como imputado para que explique la presunta existencia de donaciones de empresarios a la formación a cambio de adjudicaciones. Esta declaración iba a celebrarse el próximo lunes, pero finalmente se retrasa a un día por determinar de abril.

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El aplazamiento de esta citación llega tras la protesta del propio Bárcenas, que alegó la proximidad del propio juicio sobre la supuesta caja B para pedir su suspensión. El juez ha atendido este argumento, pero al mismo tiempo le pide que presente "la base probatoria (documental...) en la que puedan sustentarse las manifestaciones que hace en el escrito remitido a la Fiscalía.

El juez del caso Kitchen, Manuel García-Castellón, ha citado a su vez al extesorero el lunes para explicar los documentos con información sensible sobre el PP que supuestamente le fueron sustraídos en 2013. Según explican las fuentes consultadas, Bárcenas pidió este miércoles que se aplazase también su declaración en Kitchen por un positivo en covid-19 en su equipo de defensa, pero el juez ha rechazado su solicitud.

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Tanto la citación de Pedraz —que queda sin fecha concreta— como la de Castellón se producen tras el acercamiento de Bárcenas a Anticorrupción. "Es cierto que la inmensa mayoría de estos donativos no tenían una naturaleza finalista, entendiendo por finalista como contraprestación por porcentaje a la adjudicación de obra o servicio público adjudicado, sin perjuicio de que puedan existir algunos concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación", sostenía en el escrito que presentó ante la Fiscalía el 2 de febrero. A la vista de esta afirmación, Pedraz quiere interrogarle para saber hasta qué punto puede ayudar en su investigación.

La declaración se enmarcará en la pieza separada de la trama Gürtel que indaga en las donaciones a la supuesta caja B del PP que Bárcenas reflejaba en sus manuscritos, pesquisas que van en paralelo al juicio que se celebra en estos momentos en la Audiencia Nacional. El pasado 27 de enero, el mismo día en que el CGPSJ decidía nombrar a Santiago Pedraz nuevo titular del Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, el magistrado dictó un auto en el que solicitaba a su compañero García-Castellón que le remitiera todas aquellas menciones a Bárcenas que se detecten en operación Kitchen, reactivación de la causa a la que ahora se suma la citación del extesorero.

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Más allá de Kitchen y la caja B, Bárcenas también ha sido citado el lunes 22 de febrero para declarar como imputado en el caso Púnica. 'El País' ya avanzó el pasado enero la intención de Bárcenas de contar "todo lo que sabe" sobre la financiación ilegal de las campañas del PP de Madrid durante la presidencia de Esperanza Aguirre, y fuentes cercanas al extesorero subrayaban justo antes del inicio del juicio, que ya no le queda nada por perder una vez que tanto él como su mujer, Rosalía Iglesias, cumplen penas de prisión firme por la condena en las actividades de la primera época de la trama Gürtel, lo que explica el cambio de estrategia.

Según afirman estas fuentes, Bárcenas es un hombre desesperado que asume su condena, pero no la de su mujer. De hecho, él mismo apuntaba en el reciente escrito remitido a la Fiscalía que fueron sus intentos de evitar una entrada en la cárcel de Iglesias los que propiciaron que permaneciera callado: “Mi segunda declaración en la pieza de los papeles no se compadece con esta línea de colaboración, toda vez que, con ingenuidad, di por buena la promesa que se me había hecho llegar a través de intermediarios de que mi mujer, Rosalía Iglesias, no entraría en prisión". Ahora, uno de sus principales objetivos es la obtención de un régimen flexibilizado para su mujer a través del conocido 100.2 del reglamento penitenciario, una semilibertad que la sacaría de la cárcel de Soto para trabajar y aligeraría la larga estancia que le resta.