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Bárcenas se desinfla en el estreno de la caja B frente a un PP que busca pinchar el globo
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Bárcenas se desinfla en el estreno de la caja B frente a un PP que busca pinchar el globo

En el arranque del juicio de la presunta caja B del PP se unieron tres factores que desinflaron el globo que había ido creciendo en los últimos días con el soplo de la confesión de Bárcenas

Foto: El extesorero del PP Luis Bárcenas (c), en el banquillo de los acusados. (EFE)
El extesorero del PP Luis Bárcenas (c), en el banquillo de los acusados. (EFE)

Los anuncios a bombo y platillo tienen su riesgo. Pueden decepcionar. Algo así pasó en el arranque del juicio de la presunta caja B del PP en el que se unieron tres factores que desinflaron el globo que había ido creciendo en los últimos días con el soplo de la confesión de Luis Bárcenas. Primero fue el propio extesorero, que dejó entrever que no tiene material para respaldar sus acusaciones contra el que fue su partido. Luego, la Fiscalía, que minimizó la importancia de sus revelaciones. Y, por último el propio PP que, de la mano del abogado Jesús Santos, mostró la aguja con la que busca pinchar el aerostato.

El juicio comenzó en una Audiencia Nacional más vacía que nunca. La sala, ya familiar por otros juicios gemelos, como el de la Gürtel, aparecía desocupada. Solo una veintena de personas (acusados, abogados, el fiscal y el tribunal) todos enfundados con mascarillas y rodeados por mamparas frente a los llenos hasta la bandera de otras épocas libres de pandemia. Llegado el turno del abogado defensor de Bárcenas, Gustavo Galán, la melancolía ya se había apoderado del ambiente. Y el letrado la aumentó desactivando cualquier esperanza de que don Luis aporte nada más que su palabra durante la vista oral.

Galán defendió que tampoco le hace falta. Ya ha aportado papeles en otras ocasiones, dijo. Los que tenía guardados (una "ingente cantidad", detalló) se los robó la trama policial investigada en la operación Kitchen. Tampoco cuenta con la grabación que anunciaba en su escrito de hace días dirigida a la Fiscalía Anticorrupción. Incluso la palabra elegida por el defensor del extesorero para describir los indicios con los que cuenta fue expresiva: "Déficit". En su tercera acepción en el diccionario de la RAE, "falta o escasez de algo que se juzga necesario".

Para rematar este bajón, la Fiscalía lanzó un comunicado que enfrió aún más las previsiones. Como la RAE, eligió la palabra 'escasez' para definir lo que ha aportado por el momento Bárcenas. "El escrito recibido aporta escasas novedades, ninguna sustancial, tanto respecto de lo que constituye el objeto de acusación de la Fiscalía en el juicio que hoy comienza", dijo, negando pacto alguno ni contactos previos para sondear al extesorero.

Foto: El extesorero del PP Luis Bárcenas, en el banquillo. (EFE)
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Aún en esta primera fase en la que se exponen las cuestiones previas al juicio, una antesala de lo que vendrá, las defensas no quisieron desperdiciar el momento y cargaron con fuerza, con el PP a la cabeza, contra Bárcenas en particular y la causa en general. Lo hizo el abogado del exgerente, Cristobal Páez, con un cliente que entró desde su casa con 38 de fiebre por covid. También el del arquitecto Urquijo, que habló de "fuegos de artificio". Muchos calificaron la puesta en escena previa de Bárcenas como "circo mediático".

Sin embargo, es peligroso para el PP subestimar la capacidad letal del extesorero aunque solo tire de su ilusionismo de mago. Jesús Santos, el representante de los populares, fue directo a rematar las pocas esperanzas de novedades que podían quedar vivas en ese punto. Acusó tanto a Bárcenas como a las acusaciones —desde Adade hasta IU— de alimentar el juicio desde sus vinculaciones políticas buscando una "finalidad espuria". "Se pretende el desgaste del adversario político", destacó, pidiendo descativar las declaraciones más jugosas de testigos estrella como Mariano Rajoy o José María Aznar. Por pedir, pidió incluso la nulidad y que no declaren tampoco los empresarios donantes.

En una especie de envite a la grande muy de mus, Bárcenas pidió todo lo contrario: un cara a cara con Rajoy para enfrentar sus distintas versiones. Un recurso empleado en instrucción pero muy escaso en los juicios, con sonadas excepciones como el de los GAL. Ni ese anuncio logró levantar los ánimos. El arranque del juicio ya estaba más empañado que las gafas de uno de los abogados, Gonzalo Martínez Fresneda, que pidió al tribunal retirarse la mascarilla para evitar el vaho. Para colmo, se presiente un parón por el positivo del exgerente. "Días de mucho, vísperas de nada", dice el refranero. No conviene, no obstante, relajarse. Esto acaba de empezar.

Los anuncios a bombo y platillo tienen su riesgo. Pueden decepcionar. Algo así pasó en el arranque del juicio de la presunta caja B del PP en el que se unieron tres factores que desinflaron el globo que había ido creciendo en los últimos días con el soplo de la confesión de Luis Bárcenas. Primero fue el propio extesorero, que dejó entrever que no tiene material para respaldar sus acusaciones contra el que fue su partido. Luego, la Fiscalía, que minimizó la importancia de sus revelaciones. Y, por último el propio PP que, de la mano del abogado Jesús Santos, mostró la aguja con la que busca pinchar el aerostato.

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