Del corrillo Iglesias-Lesmes a los saludos a Felipe VI: los momentos clave del 12-0

Iba a ser un 12 de octubre atípico por motivos evidentes. La Fiesta Nacional llegó en mitad de la pandemia del coronavirus y la segunda oleada que golpea con especial fuerza a Madrid, con el estado de alarma decretado desde el pasado viernes en la Comunidad. Ni desfile por el Paseo de la Castellana, ni recepción en el Palacio Real con más de 1.000 invitados como es habitual. Pero al covid-19 se añadió en esta ocasión la particular situación política, con una crisis institucional que enfrenta a administraciones (Moncloa y el Gobierno regional madrileño) y los últimos ataques de varios ministros de Unidas Podemos al Rey, al que hace solo tres semanas acusaron de “falta de neutralidad” y de “maniobrar” contra el Ejecutivo.

El partido de Pablo Iglesias acudió al 12 de octubre por primera vez desde que irrumpieron en política. Hasta ahora habían declinado la invitación en cada edición, pero en esta ocasión, ya desde el Consejo de Ministros, todos ellos hicieron acto de presencia. La tensión se cortaba en el ambiente, aunque el acto transcurrió con total normalidad en todo momento. Sí hubo algunas escenas que acapararon las miradas.

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Paloma Esteban

Corrillo entre Iglesias y Lesmes

El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, y el vicepresidente Pablo Iglesias, estuvieron charlando tranquilamente. El corrillo lo compartían con el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y la presidenta del Senado, Pilar Llop. Pero, la realidad, es que ambos se dedicaron unos minutos para hablar entre ellos. Todo en mitad de distintas polémicas. Por un lado, la llamada del Rey a Lesmes hace unas semanas —cuando no acudió a la entrega de despachos a nuevos jueces en Barcelona porque el presidente del Gobierno no refrendó su presencia— en la que le explicó que “le habría gustado estar”, y que fue lo que provocó los primeros comentarios del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la falta de neutralidad del monarca. Declaraciones que Iglesias compartió minutos después en sus redes sociales.

A esta situación se suma la renovación del CGPG, que sigue pendiente y sin muchas probabilidades de prosperar. El PP ha dejado claro que no estará en un acuerdo para la renovación de los órganos constitucionales mientras Unidas Podemos entre en el pacto. Y como adelantó este diario, Sánchez tiene intención de cambiar la ley para poder hacer la actualización de los cargos en el poder judicial sin el apoyo de los populares, segunda fuerza política.

Cara a cara Sánchez-Ayuso

Era una de las imágenes del día. Después de semanas de enfrentamientos y tras la reunión de las banderas en la Puerta del Sol de los dos dirigentes, el presidente del Gobierno e Isabel Díaz Ayuso se volvían a encontrar tras decretarse el estado de alarma en Madrid. La presidenta regional apareció en la plaza de la Armería desde el interior del Palacio Real y acompañada por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Ambos ejercían también como anfitriones como máximos representantes públicos de Madrid en el acto presidido por los Reyes.

Por eso se unieron a la ministra de Defensa, Margarita Robles y el JEMAD, Miguel Ángel Villaroya. Ayuso recibió primero a Sánchez, que llegó justo antes de que lo hicieran los Reyes, con un saludo prolongado (el presidente se llevó la mano al pecho) pero sin compartir apenas unas palabras. El corrillo continuó hasta que tomaron posiciones para saludar a los Reyes y sobre todo hablaron Robles y el JEMAD, que después seguiría compartiendo charla con Almeida. Sánchez y Ayuso apenas cruzaron una palabra.

Línea de saludos del Gobierno y Felipe VI

Como marca la tradición tras ser recibidos por el presidente, la ministra de Defensa y los mandatarios de Madrid, los Reyes y sus hijas —la princesa de Asturias y la infanta Sofía— continuaron la línea de saludos con los poderes del Estado (las presidentas del Congreso y el Senado, y el poder judicial primero), para continuar por el Ejecutivo. Los vicepresidentes encabezaban la fila y saludaron al Rey (algunos con un gesto más efusivo que otros). Iglesias mantuvo un semblante serio durante toda la jornada, como también el resto de ministros de Unidas Podemos, especialmente Alberto Garzón. El gesto más eufórico, que también replicaron ministros socialistas como José Luis Ábalos o Salvador Illa, llevándose la mano al pecho lo hizo Manuel Castells. El resto de representantes de Unidas Podemos se limitaron a saludar y asentir.

Abucheos a Sánchez y vivas al Rey

Los imponentes silencios en la plaza de la Armería cuando la unidad musical de la Guardia Real terminaba sus intervenciones se veían constantemente interrumpidos por los abucheos al Gobierno y a Sánchez. “Dimisión, dimisión”, repetían los manifestantes que se agolparon en el perímetro de seguridad que rodeaba la plaza de Oriente y parte de la calle Bailén. Tras sonar el himno nacional los “vivas al Rey” inundaban las consignas. Como en anteriores ediciones, las personas concentradas acudieron para apoyar al monarca y defender la unidad de España.

Al finalizar el acto, las autoridades mantuvieron charlas informales en el interior del Palacio y volvieron a saludar a los Reyes. Felipe VI y el resto de la Familia Real alargaron el paseo por la plaza de Oriente para saludar a los concentrados.