Los Reyes presiden un atípico 12-O con todo el Gobierno y el reencuentro Sánchez-Ayuso

Como todo en este 2020, la celebración de la Fiesta Nacional fue la más atípica de las presididas por Felipe VI. En esta ocasión y por la extraordinaria situación que deja la pandemia, la celebración tuvo lugar en la plaza de la Armería del Palacio Real. Todos los actos que normalmente se producen en distintos puntos de Madrid se concentraron en este escenario (el izado de la bandera, un pequeño desfile terrestre y un homenaje a los que dieron su vida por España, además de la imposición de condecoraciones). Igual que todos los encuentros de dirigentes políticos.

Uno de los más esperados era el de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, días después de que el Gobierno decretara el estado de alarma en la Comunidad de Madrid. La presidenta regional llegó acompañada del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y se reunieron con la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el JEMAD, Miguel Ángel Villaroya. Minutos después aparecía el presidente del Gobierno, que saludó a Ayuso con el habitual gesto de mano en el pecho para después apenas intercambiar palabras con la presidenta. En ese corrillo rompieron el hielo Robles, el JEMAD y Almeida.

A continuación irrumpían los Reyes y sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, en la plaza de la Armería. El Ejecutivo al completo llevaba tiempo en su posición. Unidas Podemos con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, estuvieron presentes por primera vez en la Fiesta Nacional (hasta ahora habían declinado la invitación) y lo hicieron formando parte del primer Gobierno de coalición. Iglesias compartió una larga charla con el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, en la que también participaron el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y la presidenta del Senado, Pilar Llop.

Todo ello en plena polémica por la renovación del órgano de gobierno de los jueces y tras la sonada ausencia del Rey en la entrega de despachos a nuevos jueces en Barcelona hace tres semanas, tras la que intercambió una llamada telefónica con Lesmes que desató varios ataques hacia el jefe del Estado por parte de ministros de Unidas Podemos.

La línea de saludos del Rey transcurrió con total normalidad, aunque el semblante de Iglesias fue en todo momento muy serio. Otras ministras de la formación morada como Irene Montero, Yolanda Díaz se mantuvieron distantes y solo Manuel Castells se unió al gesto de la mano en el pecho para saludar con más efusividad al Rey, mientras que Alberto Garzón hizo un gesto de saludo con la cabeza.

El resto de ministros, empezando por la vicepresidenta primera Carmen Calvo, y la tercera y cuarta, Nadia Calviño y Teresa Ribera, fueron saludando al monarca. En los asientos posteriores se encontraban el resto de autoridades y dirigentes de la oposición. Pablo Casado llegó al Palacio Real cuando aún quedaban minutos para comenzar el acto y se unió a su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, y al del Senado, Javier Maroto. Con más tiempo habían llegado los líderes de Vox y Ciudadanos, Santiago Abascal e Inés Arrimadas.

El acto comenzó con el himno nacional y los silencios de la inmensa plaza de la Armería se veían interrumpidos por los gritos de manifestantes agolpados a las puertas del Palacio Real y el perímetro de seguridad de la calle Bailén, Vivas al Rey y muchas consignas de “Sánchez dimisión”.

El acto comenzó con el himno nacional y los silencios de la inmensa plaza de la Armería se veían interrumpidos por los gritos de manifestantes

Acudieron todos los presidentes autonómicos con la excepción de cinco comunidades. No estuvieron ni el presidente en funciones de Cataluña, Pere Aragonès, ni tampoco el lehendakari Íñigo Urkullu; pero tampoco los presidentes de Aragón y Baleares, Javier Lambán (por motivos de salud) y Francina Armengol, ni el de Murcia, Fernando López Miras, por haber estado en contacto con un positivo por coronavirus.

En cuanto al desfile, solo participaron unidades ubicadas en Madrid, con la excepción de la Legión que, con motivo de su centenario, tuvo un protagonismo especial. En la parada militar participaron 527 efectivos, hubo una Unidad de Música y ocho secciones correspondientes a la Guardia Real, la Academia Central de la Defensa, el Regimiento “Inmemorial del Rey” nº1, la Agrupación de Infantería de Marina, la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias, la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, y La Legión.

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EFE

Como homenaje a todos los participantes en la lucha contra la pandemia, además de la representación de las Fuerzas Armadas, también estuvieron presentes miembros de organismos civiles, como el Cuerpo Nacional de Policía, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, el SUMMA, el ERICAM, el Cuerpo de Agentes Forestales de la CAM, el Samur, la Policía Municipal de Madrid y el Cuerpo de Bomberos, tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid. La Patrulla Águila sí hizo su tradicional pasada durante el homenaje a los caídos. El 'leitmotiv' de esta edición, de hecho, fue "el esfuerzo que nos une”, en referencia a la lucha contra la pandemia del coronavirus y en reconocimiento a todos aquellos que han actuado y continúan actuando en esa batalla.