El Rey y Sánchez comparten tres actos en una sola semana tras el veto en Barcelona

El Rey y el presidente del Gobierno coincidirán en tres actos públicos en una sola semana. Este lunes, Moncloa y Zarzuela dieron a conocer —en perfecta coordinación— que el viernes ambos se desplazarán a Cataluña para acudir a la entrega de premios de la Barcelona New Economic Week (BNEW), un evento organizado por el consorcio de la Zona Franca de la ciudad catalana que busca reactivar la economía en este contexto de crisis. Justamente este martes, Felipe VI y Pedro Sánchez también coincidieron en una de las citas habituales cada año: en la reunión del Patronato del Instituto Cervantes, que esta vez se celebró en El Pardo. Y el lunes próximo, 12 de octubre, los dos acuden a un acto con motivo de la Fiesta Nacional que, en esta ocasión, se adaptará a las circunstancias actuales en el Palacio Real.

Aunque algunas citas ya estaban marcadas en rojo en el calendario, la cuestión es que después del veto del Ejecutivo al monarca en la entrega de despachos a nuevos jueces hace días en la Ciudad Condal, las dos instituciones coincidirán varias veces en apenas siete días, algo nada habitual en las agendas semanales de ambos. El de este martes fue el primer reencuentro público entre el Rey y Sánchez desde su despacho veraniego en Marivent (Palma de Mallorca) el pasado 12 de agosto. También estuvieron los ministros de Asuntos Exteriores, Educación y Cultura.

El viaje a Barcelona es el que acapara todas las miradas esta semana, precisamente por la polémica que generó que el presidente del Gobierno no refrendara la asistencia del Rey a un acto del poder judicial que siempre preside. El objetivo de haber incluido finalmente un acto conjunto en Cataluña dos semanas después de la controversia es precisamente exhibir la unidad de las dos instituciones y dar carpetazo a la crisis surgida y alimentada por miembros del propio Gobierno.

TE PUEDE INTERESAR

Felipe VI y Sánchez viajarán a Barcelona tras el veto en la entrega de despachos a jueces

Iván Gil Paloma Esteban

El mensaje a trasladar es ese, pero el goteo de declaraciones de algunos miembros de Unidas Podemos, que siguen reprochando la presencia del Rey en Cataluña, dificulta el fin de esta crisis institucional. Este martes, el portavoz de los comunes en el Congreso y miembro de la Mesa, Gerardo Pisarello, volvió a señalar la “falta de neutralidad” del monarca en las últimas semanas y rechazó su asistencia a la BNEW, asegurando que “no contribuye al mensaje de modernidad” que necesita ahora el sector empresarial. “Mientras la monarquía no se aleje claramente de la derecha judicial y política, será un elemento de atraso más que de futuro”, dijo.

A este comentario se une el plante que las autoridades catalanas ya han avanzado. Ni el ‘president’ de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès (ERC), ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acudirán a los actos protocolarios de recibimiento al Rey. Destacados dirigentes de Podemos, como Pablo Echenique, también defendieron la decisión de no respaldar la presencia del Rey por las autoridades políticas, diciendo incluso que la ausencia de Colau “está plenamente justificada” porque “ella sí ha sido votada”.

Echenique daba continuidad al primer mensaje del ministro Alberto Garzón que desató la verdadera polémica hace dos semanas, cuando afirmó que el Rey “maniobraba” contra “el Gobierno democráticamente elegido”. Unidas Podemos inauguró entonces una ofensiva de muchos de sus dirigentes —que se mantiene hasta este momento— sobre la legitimidad de la monarquía en contraposición con un Gobierno de coalición salido de las urnas. De ahí que el líder de la oposición, Pablo Casado, entre otros, haya reivindicado durante estos días el régimen de 1978, recordando que la monarquía parlamentaria “fue votada” y “respaldada” por la mayoría de españoles.

El mensaje que Garzón dirigió al jefe del Estado, amparado por Pablo Iglesias, respondía a una conversación del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, en la que el Rey le dijo que le habría gustado estar presente en el acto, algo que provocó muchas críticas entre los miembros del Gobierno de Unidas Podemos.

TE PUEDE INTERESAR

Campo asegura que se vetó al Rey para "velar por la convivencia" en Cataluña

P. B.

Sánchez, por su parte, no se ha pronunciado sobre esta cuestión, aunque varios de sus ministros, de la parte socialista, sí lo han hecho. Principalmente, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que reconoció que la cercanía de la sentencia del Tribunal Supremo sobre Quim Torra (días después, se confirmaría la inhabilitación), unida al aniversario del 1-O, fueron los factores determinantes para que el Rey no estuviera en la entrega de despachos el 25 de septiembre.

Poco después, aseguraría que el veto pretendía “velar por la convivencia” en Cataluña, dando por hecho que el monarca era el elemento que distorsionaba la misma. Este lunes, cuando se supo que Felipe VI y Sánchez irían a Barcelona, el mismo ministro aseguraba que había “elementos diferenciales” para que ahora el Rey sí viajara a la Ciudad Condal.

Tras la imagen de ayer y la prevista para este viernes en Barcelona, el Rey y Sánchez coincidirán el próximo lunes en un acto por la Fiesta Nacional que poco tendrá que ver con el tradicional desfile por la capital y la recepción en Palacio Real. La situación inédita provocada por el coronavirus también alterará este 12 de octubre, para el que se están ultimando los detalles en la plaza de la Armería del Palacio Real.