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El Gobierno planea congelar el SMI en 2021 y enfría la subida prevista para la legislatura
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LA MESA DE DIÁLOGO NO HA SIDO CONVOCADA

El Gobierno planea congelar el SMI en 2021 y enfría la subida prevista para la legislatura

El objetivo del decreto se limita a "cumplir el mandato previsto en el Estatuto de los Trabajadores", sin hacer referencia al incremento progresivo recogido en el programa de gobierno

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la firma con patronal y sindicatos del acuerdo para subir el salario mínimo a 950 euros, el pasado mes de enero. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la firma con patronal y sindicatos del acuerdo para subir el salario mínimo a 950 euros, el pasado mes de enero. (EFE)
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El Gobierno no planea aplicar en 2021 una nueva subida al salario mínimo interprofesional (SMI) en línea con las fijadas consecutivamente durante los dos últimos años. Al menos, no se trata de una de sus prioridades recogidas en el Plan Anual Normativo ni tampoco se ha planteado en la mesa de diálogo con los agentes sociales, lo que enfría el objetivo programático de situar el SMI en el 60% del salario medio antes de que finalice la legislatura. La previsión pasa, en línea con lo previsto en el Estatuto de los Trabajadores que obliga a la fijación anual de su cuantía, por aprobar un real decreto antes de que finalice el año para ajustarlo al IPC, teniendo en cuenta la productividad y la actual coyuntura económica.

Los sindicatos están a la espera de saber si se les convocará para una mesa de diálogo específica de cara a fijar el SMI o simplemente se realizará una consulta preceptiva en el mes de diciembre. Hasta ahora, no ha habido ningún tipo de aproximación respecto a este asunto y la intención del Gobierno de aprobar antes de final de año el real decreto "por el que se fija el salario mínimo interprofesional para 2021". El objetivo de este decreto se limita a "cumplir el mandato previsto en el artículo 27.1 del Estatuto de los Trabajadores de fijación anual de su cuantía", sin hacer referencia al incremento progresivo recogido en el programa del Gobierno.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (c), durante la reunión con los dirigentes de las patronales y de los sindicatos. (EFE)

La pandemia del coronavirus y la consiguiente crisis económica han obligado al Ejecutivo a reajustar el calendario de algunas de sus medidas programáticas, como la reforma fiscal y el propio SMI, ligándolo a la recuperación económica. Desde Unidas Podemos, se negoció con éxito durante la elaboración del programa de coalición la subida progresiva del salario mínimo para que, al final de la legislatura, equivaliese al 60% del salario medio, en consonancia con las recomendaciones de la Carta Social Europea. Antes de la crisis, la intención era subirlo de los 950 euros actuales en 14 pagas (13.300 euros brutos al año) a 1.000. La fijación del SMI forma parte del proyecto de Presupuestos, aunque no es obligado que se incluya en los mismos.

Según las distintas estimaciones de los índices de referencia, se establece una amplia horquilla que sitúa el 60% del salario medio desde los 1.000 euros hasta los 1.200. Desde el Ministerio de Trabajo, siempre se han acogido a la segunda cifra. Los sindicatos ya intentaron introducir en las últimas negociaciones, en la mesa de diálogo sobre el SMI, el debate sobre los índices de referencia para poner cifras al salario medio. Sin embargo, no tuvieron éxito por el rechazo de la patronal. Una cuestión central para poner cifras oficiales a lo que supondría situar el salario mínimo en el 60% del salario medio.

El Ejecutivo también modulará la reforma fiscal prevista en el programa de coalición para adaptarla "al actual momento del ciclo económico"

En los dos ejercicios anteriores, el Gobierno ha subido el salario mínimo desde los 736 euros hasta los 950. El primer incremento, que pactó el Gobierno socialista con Unidas Podemos en la oposición, supuso una subida del 22,3%, hasta los 900 euros, la mayor desde 1977. El segundo incremento, que supuso el primer acuerdo del Gobierno de coalición con patronal y sindicatos, fue del 5,6%, hasta los 950 euros. Una subida más moderada en la que, precisamente, influyó el freno de la patronal. Tanto los sindicatos como el Ministerio de Trabajo, liderada por Yolanda Díaz, apostaban por una subida del SMI a 1.000 euros. El objetivo de la patronal fue moderar la subida, argumentando que la última se había producido apenas un año antes.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ya enfrió también el compromiso programático para avanzar en la progresividad fiscal. "Se tendrá que modular y adaptar al actual momento del ciclo económico", explicó respecto de la reforma fiscal, para añadir que "no podemos ser ciegos a la situación económica que atraviesa nuestro país". Sin rehuir este compromiso programático para implantar una reforma fiscal progresiva, la titular de Hacienda sí quiso alejarlo en el tiempo —"a lo largo de la legislatura"— para acompasarlo a la recuperación económica.

Sueldo de los funcionarios

Durante los últimos días, se ha colado en la agenda política la congelación del salario de los funcionarios, lo que ha generado cacofonía entre los mensajes lanzados por diferentes miembros del Gobierno. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, negó públicamente que el Ejecutivo vaya a congelar el sueldo de los funcionarios, argumentando que esta medida no se ha incluido en la propuesta de Presupuestos Generales del Estado (PGE), sobre cuyo borrador todavía trabajan PSOE y Unidas Podemos. "No. No está eso en la mesa. En la mesa está ya una fase interna de avance de una propuesta de Presupuestos Generales del Estado para la que estamos pidiendo a todo el arco parlamentario que ayude, cada cual con lo que puede", aseguró este jueves en una entrevista en Antena 3.

placeholder La ministra de Economía, Nadia Calviño, junto al comisario de Economía, Paolo Gentiloni. (EFE)
La ministra de Economía, Nadia Calviño, junto al comisario de Economía, Paolo Gentiloni. (EFE)

La vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, sin embargo, recordaba casi al mismo tiempo que tanto funcionarios como pensionistas han registrado ganancias de poder adquisitivo en los últimos años y que se prevé que haya "inflación cero". "Estamos montando la arquitectura de los Presupuestos Generales del Estado y las decisiones se tomarán teniendo en cuenta una multiplicidad de factores", explicaba Calviño en otra entrevista en la cadena de radio COPE, evitando cerrar la puerta a una hipotética congelación del salario de los funcionarios.

El Gobierno no planea aplicar en 2021 una nueva subida al salario mínimo interprofesional (SMI) en línea con las fijadas consecutivamente durante los dos últimos años. Al menos, no se trata de una de sus prioridades recogidas en el Plan Anual Normativo ni tampoco se ha planteado en la mesa de diálogo con los agentes sociales, lo que enfría el objetivo programático de situar el SMI en el 60% del salario medio antes de que finalice la legislatura. La previsión pasa, en línea con lo previsto en el Estatuto de los Trabajadores que obliga a la fijación anual de su cuantía, por aprobar un real decreto antes de que finalice el año para ajustarlo al IPC, teniendo en cuenta la productividad y la actual coyuntura económica.

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