Ábalos releva al jefe de crisis del ministerio por un policía afín para tapar el Delcygate

José Luis Ábalos está tomando medidas para tratar de limitar el alcance del llamado Delcygate. El máximo responsable de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana cesó la semana pasada al hasta entonces director de la Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis del ministerio, Ignacio Alcázar, para asegurarse un control directo de toda la información que circula sobre su reunión en Barajas con la número dos del régimen chavista, Delcy Rodríguez, y evitar posibles filtraciones.

El puesto de Alcázar lo ocupa desde el pasado lunes un policía de Asuntos Internos del círculo de confianza de su asesor de cabecera, Koldo García Izaguirre. Según han confirmado a El Confidencial fuentes ministeriales, el elegido es el inspector jefe Rubén Eladio, uno de los agentes que lideraron la investigación sobre el pequeño Nicolás. Lo hizo de la mano del comisario Marcelino Martín-Blas, con el que formó tándem en otros casos. Ambos tenían la confianza del Gobierno de Mariano Rajoy pero, tras el estallido del caso Villarejo en 2015, emprendieron una cruzada para relacionar al agente encubierto con la cúpula policial del PP. En ese giro, Eladio se acercó al PSOE y Podemos. Ábalos ha culminado ese viraje colocándolo en un puesto clave de su organigrama.

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Sobre el papel, el director de la Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis tiene como función asistir al secretario de Estado de Infraestructuras “en la definición, adopción, gestión, control y evaluación de las medidas y actuaciones necesarias para garantizar el restablecimiento de la situación de normalidad” de los transportes y las infraestructuras cuando se produzca algún tipo de contratiempo. Nada que debiera inquietar a Ábalos.

Sin embargo, en la práctica, esa labor obliga al responsable de Emergencias y Coordinación a estar en contacto permanente con todos los departamentos y entes públicos dependientes de Transportes, como Aena, para prevenir incidentes y agilizar la reacción si llegan a producirse. Es decir, que es casi imposible que se mueva un papel en el ministerio sin que se entere el director de la Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis. En pleno Delcygate, el ministro ha preferido que ese cargo lo ocupe un funcionario próximo a Koldo García Izaguirre. Se da la circunstancia añadida de que, por su etapa en Asuntos Internos, Eladio está precisamente especializado en supervisar todo lo que ocurre en su entorno de trabajo.

Experiencia en la T4 de Barajas

El director cesado, coronel de la Guardia Civil en situación de servicios especiales, llevaba en el puesto desde junio de 2012, seis meses después de que Rajoy llegara a la Moncloa. Cuando Ábalos llegó al ministerio tras la moción de censura, en junio de 2018, revolucionó la cartera para colocar a militantes del PSOE en los principales puestos de su estructura. Pero el socialista apostó por la continuidad de Alcázar al tratarse de un cargo con un perfil eminentemente técnico que, además, depende del político de turno que ocupa la Secretaría de Estado de Infraestructuras.

A favor del coronel jugaba su amplia experiencia en el campo de la seguridad del transporte. Antes de recalar en Fomento, había sido responsable de la vigilancia de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, la más importante de España. Durante estos seis años en el ministerio, ha acudido a las reuniones sobre infraestructuras críticas, ha participado como experto en multitud de foros del sector y era una persona reconocida por su profesionalidad.

Las fuentes consultadas aseguran que Alcázar mantenía una excelente relación con el actual secretario de Estado de Infraestructuras, el socialista Pedro Saura. Pero, tras numerosas versiones contradictorias sobre su encuentro con la vicepresidenta del Gobierno de Venezuela y con los partidos de la oposición exigiéndole responsabilidades políticas, Ábalos ha optado por destituirlo para poner en ese puesto decisivo a un amigo de su mano derecha.

García Izaguirre, el asesor clave

Koldo García Izaguirre también tuvo un papel protagonista en el incidente del 20 de enero en Barajas. El asesor, escolta de profesión, llegó aquella noche a la terminal ejecutiva en compañía de Ábalos en torno a las 00:10. García acompañó al ministro hasta el avión privado en el que la dirigente chavista había volado a Madrid, aunque no llegó a entrar en la aeronave. Después, volvió a unirse a Ábalos para acompañar a Delcy Rodríguez hasta la sala vip de la terminal. El responsable de Transportes se fue del aeródromo sobre la 1:30, pero su mano derecha permaneció toda la noche en la sala vip acompañando a la mandataria e incluso se ocupó de conseguirle un billete para que pudiera volar a Doha (Qatar) a primera hora de la mañana, como reveló este diario.

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Un portavoz oficial del ministerio ha admitido a este diario el relevo, aunque lo enmarca en un "proceso normal de renovación". "No hay ningún motivo especial. No había ningún problema con el director actual, pero empieza una nueva etapa. El elegido tiene cinco carreras y habla varios idiomas. Es una persona joven", explican desde el ministerio.

El caso ya ha saltado de la política a los tribunales. Dos juzgados de Madrid han acordado ya la apertura de diligencias por esos hechos, al considerar que concurren elementos para concluir de forma indiciaria que Ábalos y su asesor pudieron cometer un delito de prevaricación por mediar para que la número dos de Nicolás Maduro entrara en territorio nacional saltándose todos los controles, a pesar de que pesa sobre ella una resolución de la Unión Europea que le prohíbe entrar o hacer escala en el espacio Schengen. Uno de los juzgados envió la Policía a Barajas este martes para asegurarse de que no se destruyen las cintas que recogieron los movimientos de Ábalos, su asesor y Delcy Rodríguez por el aeropuerto.