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Javier Melero: "Trapero es un tío de recursos... no le doy por muerto"
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El abogado de Forn publica 'El encargo'

Javier Melero: "Trapero es un tío de recursos... no le doy por muerto"

El abogado de Forn no se calla nada. No lo hizo en el juicio y no lo hace en su novela sobre el 'procés'. Quizás Ortega Smith se enfade...

Foto: El abogado Javier Melero, durante el juicio al 'procés'. (EFE)
El abogado Javier Melero, durante el juicio al 'procés'. (EFE)

El abogado Javier Melero no se calla nada. No lo hizo al defender al 'exconseller' de Interior durante el juicio del 'procés' ni lo hace al contar la experiencia en una novela sorprendentemente trepidante para estar basada en hechos tan reales. En 'El encargo' (Ariel), analiza con mirada casi cinematográfica lo sucedido en esos meses en los que el foco se dirigió al Tribunal Supremo. En esta entrevista, continúa 'repartiendo': la sentencia tiene deficiencias literarias, Trapero no está muerto, Marta Rovira tensó y hay 'procés' para rato. Ortega Smith quizá se enfade...

PREGUNTA. ¿Hay vida después del 'procés'?

RESPUESTA. Hay vida después del 'procés'. A mí el libro me ha servido en gran parte para eso, para cerrarlo. Yo no creía mucho en hacer un libro sobre esto, pero aunque no tenga ninguna otra virtud, al menos la virtud psicológica de ser para mí un punto final, sí que la ha tenido. Recapitular todo lo que merecía la pena ser recordado para mí... Porque lo estaba perdiendo, además, pensaba en julio y agosto que muchas cosas parecía que habían ocurrido hacía años. En cambio, la sensación, un poco opresiva, de estar metido en la dinámica aquella del juicio no se me iba.

Aún queda algo. No se ha terminado del todo. Sigo viendo a Forn en la cárcel más o menos cada semana, preparo los recursos... Pero la tensión aquella sí que ha desaparecido. Hay vida, y es la vida de antes. Es la vida normal.

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P. ¿Es la vida normal? ¿No ha notado cambios profesionales o personales tras el juicio?

R. He notado que soy más conocido. Sobre todo, por la cuestión mediática. Lo cual me parece injusto. ¡Yo antes de este juicio ya era famosísimo! Como pasan tantas cosas cada día, la actualidad es tan intensa, también eso se va perdiendo y me quedan mis señoras del mercado. Que me saludan. En este país, a la gente que sale por la tele se la felicita por el mero hecho de salir por la tele, es igual lo que hagan. Vienen y me felicitan. Y son muy agradables. Muy afectuosas.

P. ¿Cómo afronta esta fase de recursos? ¿Seguirá a su aire o habrá más estrategia conjunta de las defensas?

R. De Estrasburgo, no era el momento durante el juicio. Primero había que afrontar un juicio penal de legalidad española ante el Supremo. Lo otro venía después. Ahora ya viene primero lo de legalidad constitucional, ante el TC, y luego vendrá lo de las posibles vulneraciones de derechos humanos, y yo creo que todas las defensas, cada cual con su estilo, con su estética y con su personalísimo talante, defenderán más o menos lo mismo. No veo grandes diferencias entre las defensas. No en el fondo.

Respecto a las diferencias durante el juicio, me lo ha dicho algún compañero de la defensa con un tono más marcadamente político o independentista: "Es que la defensa que tú hiciste, alguien tenía que hacerla, si no lo hubieras hecho tú, nos habría tocado hacerla a otro". Del mismo modo que piensan que las vulneraciones de derechos también se tenían que poner de manifiesto.

"Para mí, Ortega Smith es el paradigma de lo que es la acusación popular en España, sobre todo cuando la ejerce un partido político"

P. ¿El libro puede molestar a determinadas personas? ¿A compañeros como el abogado Jordi Pina?

R. Yo creo que Pina está orgullosísimo tanto de su vis política como de su identificación con el cliente, o sea, que eso que digo no creo que le pueda molestar. Por lo demás, yo creo que le trato de manera muy afectuosa. De momento, nadie se ha enfadado, pero no lo deben haber leído... Ortega Smith se puede enfadar...

P. ¿Para usted es el peor 'personaje' del juicio?

R. No. Yo no diría que hay ningún peor personaje del juicio. Para mí, Ortega Smith es el paradigma de lo que es la acusación popular en España, sobre todo cuando la ejerce un partido político. Era evidente que a los de Vox les interesaba más traer a determinados testigos por el mero hecho de que vinieran al juicio y saliera en los medios que venían al juicio que porque les pudiera funcionar para su tesis, que nos les funcionaba en absoluto. Hay testigos que les salían por regla general todos mal. Contaban con la eficacia propagandística y con eso ya estaban contentos porque les rendía políticamente. Y la verdad es que políticamente les ha rendido.

En cuanto a su incidente de nulidad contra la sentencia, me atrevo a creer que debe tener como mínimo la misma calidad que el resto de escritos que han presentado durante el juicio...

placeholder Portada de 'El encargo', de Javier Melero.
Portada de 'El encargo', de Javier Melero.

P. ¿'El encargo' contiene argumentos de defensa del Estado español frente a, precisamente, futuros recursos? ¿No está dando armas al 'enemigo'?

R. Espero que no, porque, en realidad, todo lo que digo sobre todos estos personajes que aparecen lo digo porque lo creo y no cabe ningún efecto sobrevenido ni rebotes políticos que puedan surgir. Entiendo que, por ejemplo, Marchena, cuando surgieron los wasaps de aquel merluzo, pues hace lo que tiene que hacer y que alguien menos inteligente quizá no lo hubiera hecho (aunque por otro lado tenía poco margen) y que esa no es una causa de recusación, ni aquí ni en ningún sitio.

Defiendo la posición de que no hay que plantear batallas que están perdidas de antemano por el mero hecho de que tengan eficacia propagandística o declarativa.

P. ¿El juicio fue justo?

R. Fue un juicio normal. Un juicio en el que no se produjo ninguna vulneración de derechos, desde mi punto de vista. Un juicio correcto. Tengo que remitirme a lo dicho por Amnistía Internacional. De hecho, el informe coincide con lo que yo había dicho antes: juicio justo, sentencia injusta. Desproporcionada.

P. Ahí iba... ¿y la sentencia?

R. Desproporcionada y decepcionante. Primero, decepcionante desde el punto de vista literario. Esperaba un artefacto jurídico impresionante y creo que tiene incluso descuidos de redacción y de coherencia entre párrafos. No sé si hay más de una mano por allí... En cualquier caso, alguien debería haberse cuidado de homologar el producto final en una sentencia de estas características. La veo poco trabajada. Su extensión es insignificante para todo el problema que se analizaba. Es una sentencia que pretende no hacer referencia a la prueba, de hecho descalifica prácticamente toda la prueba testifical: "Los centenares de policías como los centenares de ciudadanos... Toda esta gente estaba en un clima emotivo muy complicado y al tribunal no le hace falta".

"Esperaba un artefacto jurídico impresionante y creo que tiene incluso descuidos de redacción y de coherencia entre párrafos"

Y luego, en materia de fallo, el pronunciamiento que hace sobre la sedición es terriblemente discutible. Amplía los límites del delito de sedición y ahí sí que entra en conflicto con lo que son los derechos de reunión y manifestación. Quizá no había habido vulneraciones de derecho anteriores, pero emerge una vulneración de derechos en la propia sentencia.

Tengo una disidencia técnica con la sentencia, me pasa mucho. Tengo constantemente sentencias que no cogen la pretensión de la defensa.

P. ¿Cómo ve la postura de la Fiscalía, antes y ahora?

R. Creo que los fiscales están atrapados desde el principio de este caso por una lógica un tanto especial que pasa por la reivindicación de la persona de José Manuel Maza, que era una persona muy querida en la Fiscalía del Supremo, y la posición de este en la querella. Se han encastillado en esa posición. No creo que tengan razón, pero comprendo su postura.

P. ¿La Abogacía del Estado ha sido la triunfadora? ¿Lo ha sido el Estado o el Gobierno?

R. El Estado ha sido el triunfador de alguna manera. Aquí no hay triunfadores, aquí perdemos todos. El Estado ha sido el triunfador de la misma manera que podía haberlo sido cualquiera, exclusivamente leyéndose un poco los tipos delictivos y adecuando los elementos de prueba que se tenían a los mismos. Era muy fácil acertar, aunque yo creo que tampoco aciertan, que también se exceden, pero por lo menos reconducir el tema a los términos legales adecuados era relativamente fácil. Han acertado y el mérito está en haber acertado. Y no sé siquiera si acertaron por un profundo convencimiento jurídico o por razones estratégicas de tipo político. Eso ya no lo sé.

placeholder Imagen de los letrados (i-d) Francesc Homs, Javier Melero y Andreu Van den Eyden. (EFE)
Imagen de los letrados (i-d) Francesc Homs, Javier Melero y Andreu Van den Eyden. (EFE)

P. Cuatro momentos fundamentales para que el 'procés' acabara donde acabó.

R. Uno. La condena a Mas por el 9-N. Mas fue el último personaje de toda esta tragedia que podría haber sido absuelto. La desobediencia, tal y como estaba configurada antes de Mas, permitía que fuera absuelto. De aquellos polvos vinieron estos lodos.

Dos. La convocatoria de elecciones por parte de Mas, que estaba convencido de que podía revalidar la mayoría absoluta y dio entrada a que la CUP fuera decisiva.

Tres. La gestión de los atentados de agosto de 2017, que policialmente fue correcta pero comunicativamente y políticamente fue desoladora y generó un enfrentamiento entre cuerpos de seguridad y élites políticas con resultados nefastos.

Y por último, la inconsciencia por parte de mucha gente sobre dónde se estaban metiendo y las consecuencias que aquello podría traer. El vivir encerrados absolutamente en una burbuja comunicativa en la cual las advertencias de riesgos... Eran impermeables.

"¿El más inconsciente de todos? No sabría decirte. Marta Rovira tuvo un papel muy destacado en galvanizar las cosas el 26 y el 27 de octubre..."

P. ¿Quién fue el más inconsciente de todos?

R. ¿El más inconsciente de todos? ¿De todos ellos? Pues no sabría decirte. Creo que era un fenómeno colectivo en el que iban uno por el otro tirando del carro. Tendría que llegar a un diagnóstico por lo que me han dicho los protagonistas. Marta Rovira tuvo un papel muy destacado en galvanizar las cosas el 26 y el 27 de octubre... Pero no sé. Son cosas que han ido diciendo ellos.

P. ¿Cómo ve el futuro de Trapero tras la sentencia?

R. Es un tío con recursos y su abogada le hará una gran defensa. Lo que pasa es que se lo han puesto difícil. No lo doy por muerto, ni muchísimo menos...

P. ¿El 'procés' acaba aquí?

R. Nada acaba cuando dos millones de personas están convencidas de que lo mejor que puede ocurrir en sus vidas es asistir a una reorganización territorial del Estado. Hay 'procés' para rato. Lo cual tampoco quiere decir nada. Ha habido cuestión irlandesa desde hace cinco siglos y cuestión checa desde hace cuatro. Es muy triste que pasen esas cosas, pero pasan. La única manera de conllevarlas es que dejemos de tomarnos a nosotros mismos tan en serio y que le pongamos mejor humor y capacidad de empatizar, y que miremos para resolver los problemas pequeños que forman parte del gran problema principal.

El abogado Javier Melero no se calla nada. No lo hizo al defender al 'exconseller' de Interior durante el juicio del 'procés' ni lo hace al contar la experiencia en una novela sorprendentemente trepidante para estar basada en hechos tan reales. En 'El encargo' (Ariel), analiza con mirada casi cinematográfica lo sucedido en esos meses en los que el foco se dirigió al Tribunal Supremo. En esta entrevista, continúa 'repartiendo': la sentencia tiene deficiencias literarias, Trapero no está muerto, Marta Rovira tensó y hay 'procés' para rato. Ortega Smith quizá se enfade...

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