Casado irá a la cita de Sánchez con su oferta de 11 pactos de Estado, Navarra primero

Pablo Casado acudirá "por obligación" a la nueva ronda de contactos que anuncia Pedro Sánchez para intentar su investidura como presidente del Gobierno, pero sin más propósito que volver a la carga con su oferta de pactos de Estado para dar estabilidad a la legislatura, si es que arranca. El presidente del PP es muy crítico con el intento del candidato socialista de garantizarse la continuidad en la Moncloa por la vía de desviar sus responsabilidades hacia la oposición, aunque reconoce que el líder del PSOE ni siquiera le ha pedido en persona que se abstenga y que tampoco le ve predispuesto a esos pactos de Estado.

Pese a todo, el sucesor de Mariano Rajoy sigue dispuesto a seguir las pautas de lealtad institucional seguidas por su partido y acudirá otra vez a la Moncloa o al terreno más neutral del Congreso marcando distancias con la negativa de Albert Rivera de acudir a la llamada del presidente del Gobierno en funciones.

"Nosotros vamos donde nos llaman y en el formato que nos llaman, si quieren con publicidad o sin publicidad, como ha ocurrido ya", insisten en el PP al recordar la última visita de su jefe a la sede de la Presidencia del Ejecutivo convocada como 'secreta' y desvelada a las dos horas.

En la línea de lo que en la dirección del Partido Popular llaman "lealtad constitucional", Casado también considera que como jefe de la oposición tiene que reiterar sus propuestas de pactos de Estado en las materias que considera que están por encima de los intereses inmediatos de los partidos.

El presidente de los populares eleva ya a 11 el número de iniciativas para plantear al aspirante a jefe del Ejecutivo. Primero llevó al dirigente socialista las cinco más básicas: desarrollo e inversión en infraestructuras, pensiones, reforma de la Justicia, violencia de género y Defensa. Luego añadió el apoyo a la política en la Unión Europea, las medidas para restablecer el orden constitucional en Cataluña más allá del artículo 155 de la Constitución, por la vía de las leyes orgánicas y las competencias en inspección y control económico de la Administración central. También incluyó la formación del Gobierno foral de Navarra para frenar allí el empeño de los socialistas en pactar con el resto de la izquierda, la marca local del PNV y Bildu.

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Las últimas incorporaciones a la relación de pactos de Estado que plantea Casado se refieren a un acuerdo nacional sobre la gestión del agua, la reforma educativa pendiente de legislatura en legislatura y cambios de fondo en la ley electoral para introducir la segunda vuelta en los comicios municipales.

Nada más conocer la convocatoria de la sesión de investidura, el presidente del PP reiteró su llamamiento a Sánchez para que "rectifique" los planes de su partido en Navarra y se avenga al pacto que considera más urgente para el futuro de la unidad constitucional: que deje gobernar a Navarra Suma a cambio de las abstenciones e incluso de los votos a favor de los dos diputados de UPN en el Congreso a su investidura. Será la primera oferta que planteará en su próxima cita con Sánchez.

Casado dijo que se entrevistará con el presidente del Gobierno en funciones porque es su obligación ("creo que va en el sueldo", dijo), pero consciente de que no tendrá ni que explicarle su no a la investidura y que las presiones del socialista van dirigidas hacia Pablo Iglesias y, en última instancia, a Rivera.