Sánchez irá a la investidura aunque no tenga los apoyos amarrados para que prospere
"Los apoyos se decidirán en ese momento", en el pleno al que el presidente se someta, dice Ábalos. El líder del PSOE se expone, por tanto, a una investidura fallida. Ello activaría la cuenta atrás
Pedro Sánchez "no hará como Mariano Rajoy". No pegará la espantada, no dilatará los tiempos. Acudirá al debate de investidura en el Congreso aunque no tenga todos los apoyos amarrados. Es decir, que está dispuesto a ir al pleno aunque no tenga todas las garantías de que sea reelegido como presidente. Dicho de otra forma, que se expone a una investidura fallida. Eso supone que se activará la cuenta atrás: la primera votación es la que, según marca el artículo 99 de la Constitución, pone en marcha el reloj de dos meses, al término de los cuales, si no hay nuevo jefe del Ejecutivo, se disolverán las Cámaras y el país se conducirá hacia nuevas elecciones.
Ya la dirección llevaba barruntando ese escenario, como publicó este diario, pero este lunes lo confirmó el secretario de Organización, José Luis Ábalos. El presidente y candidato se presentará a la investidura", dijo con toda rotundidad. ¿Incluso sin apoyos?, se le preguntó. "Los apoyos se decidirán en aquel momento. Uno tiene que hacer caso del mandato de las urnas, al que no puedes rehuir, no puedes decepcionar, algún otro lo hizo [lo decía por Rajoy], pero en este caso hay que asumir el mandato electoral, y dos, el mandato del Rey, que ha planteado la formación de gobierno o que intente la investidura", explicó.
Sánchez por tanto irá a la investidura y será "pronto", "en breve", porque "España necesita un Gobierno" y el PSOE siente que ha de "responder" a la necesidad. "No tener Gobierno tiene un coste de oportunidad muy importante para muchas cuestiones". "No vamos a entrar en una espiral de condicionar esa investidura, de si hay apoyos o no hay apoyos. A la investidura nos presentaremos porque la prioridad es que haya Gobierno en España", rubricó. Fuentes de la dirección aclararon más aún las palabras de Ábalos: el presidente irá a la investidura "con o sin apoyos" atados, con la esperanza de poder conseguirlos durante el mismo debate. Pero podría no hacerlo, podría no tener esos respaldos, por lo que en realidad la dirección asume que se expone a una sesión fallida. Lo que conseguiría es activar lo que en 2016 él llamó pomposamente "el reloj de la democracia". La cuenta atrás. La cúpula del PSOE es consciente de que solo con un tiempo tasado y limitado los partidos se ponen las pilas para la negociación, porque ven más cerca el abismo de nuevas elecciones. Ahora mismo, sin fecha prevista para esa primera votación, esa presión no existe.
"No vamos a condicionar la investidura, con o sin apoyos. Nos presentaremos porque la prioridad es que haya Gobierno en España", sostiene Ábalos
El camino hacia ese pleno es todavía muy incierto. De momento solo se ha producido una primera ronda de contactos, la de la semana pasada —que desplegaron Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y Adriana Lastra—, en la que quedó claro el acercamiento hacia Unidos Podemos, PNV, Compromís y el Partido Regionalista de Cantabria. Este ya dio su sí, y a cambio los socialistas cogobernarán con Miguel Ángel Revilla en la comunidad. Y los otros partidos irían hacia ese sí. Pero Coalición Canaria y Junts per Catalunya siguen en el no, y Unión del Pueblo Navarro condiciona su abstención a que el PSN le deje gobernar en Navarra. ERC promete "no bloquear", aunque no dará cheques en blanco y ha sido un palo para ella perder Barcelona, ya que el sábado fue investida alcaldesa Ada Colau con los votos del PSC y de Manuel Valls y otros dos concejales de su plataforma.
"No tiene por qué ser Gobierno de coalición"
Respecto a Unidas Podemos, las cosas siguen en el mismo punto en el que estaban. Seguirán las conversaciones discretas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El escollo es el mismo: los morados quieren entrar en el Ejecutivo, como ayer recordó el secretario general en una entrevista en 'El País'. Ábalos se agarró a esa "fórmula novedosa" apalabrada la semana pasada, la del Gobierno "de cooperación", que "no tiene por qué ser en absoluto un Gobierno de coalición". La decisión de si se integran o no ministros de Podemos "es competencia" de Sánchez. Y ahí se queda la dirección de momento. No obstante, el PSOE aspirar a tejer "acuerdos de gobernabilidad" con formaciones de la oposición para cuestiones de Estado, de fortalecimiento institucional, de preservación de la "integridad territorial" del Estado.
La combinación querida por el PSOE no está clara aún: mantiene abierta la 'vía Navarra' al tiempo que sigue en el aire una posible abstención de ERC
A partir de ahí, no está muy clara la combinación que busca Ferraz para hacer que prospere la investidura. No quiere cerrarse ninguna puerta. O no aún. El pasado jueves parecía abrirse la opción de una abstención de ERC. Ábalos aseguró que no puede "hablar" por lo que hagan los republicanos. "No sé lo que van a hacer ni en este caso ni en tantos otros. La experiencia es que nunca sabemos qué van a hacer", observó. Pero su partido aprueba la estrategia del PSC, que es coincidente, dijo, con las tesis de Manuel Valls: que Barcelona no se convirtiera en una "trinchera independentista". En cualquier caso, lo que sí pide el PSOE a ERC, y a todos los grupos, a que pongan por delante el interés general sobre sus propios intereses. Porque una investidura asentada sobre las pequeñas cosas, la casuística de cada territorio, "tampoco interesa".
"Nosotros no podemos hacer un Gobierno ni plantear un proyecto de país a base de situaciones locales, particulares, por muy importantes que sean, porque nunca sería posible hacerlo. Siempre habría algún elemento singular que no encaja en determinadas pretensiones. No podemos estar a expensas de lo que pueda ocurrir en un sitio puntual", justificó.
El PSOE primará el "interés" de España
Respecto a Navarra, la situación "no ha cambiado para nada", señaló. El límite queda en el mismo punto: "No puede haber acuerdos con Bildu, ni por acción ni por omisión". Es decir, que el PSN no podrá tejer alianzas de ningún tipo con la izquierda 'abertzale', pero persiste la duda de si Ferraz autorizaría que su candidata, María Chivite, fuera investida presidenta foral con la abstención de Bildu, sin negociación de por medio. UPN está dispuesta a que sus diputados en Madrid faciliten la reelección de Sánchez si en cambio su líder, Javier Esparza, toma las riendas de la comunidad, como cabeza de la formación más votada en las autonómicas del 26-M. Ábalos dijo "entender" la consigna de UPN, pero no la de PP y Cs, que "quieren actuar como padrinos" de los regionalistas cuando ellos el sábado hicieron "todo lo contrario", arrebatando gobiernos al PSOE, uniéndose en muchos municipios con Vox. El sábado, Navarra Suma (Na+), la coalición de derechas que agrupa a UPN, PP y Cs, consiguió varias alcaldías, también la de Pamplona, gracias a que el PSN no apoyó a los candidatos de Bildu.
El número tres carga contra Cs por no haber tenido "reparo" en unir su suerte a la del PP y Vox y por haber impuesto un "cinturón de hierro" al PSOE
"El PSOE actuará con rigor, con la mayor coherencia posible, primando siempre el interés general de España sobre cualquier otro interés partidista, sobre cualquier necesidad de cualquier formación para sobrevivir, siempre pensando en el interés de España y de la gobernabilidad y en el fortalecimiento de las instituciones", proclamó. Unas declaraciones con las que podía entrever que la 'vía Navarra' volvía a reabrirse.
Cumplimos con nuestra palabra, ni un voto para NA+, ni un voto para Bildu. Facilitando acuerdos de progreso donde ha sido posible y proponiéndonos como alternativa a la derecha y al soberanismo. Siempre respetando las decisiones de las agrupaciones @PSNPSOE
— María Chivite / ❤️ (@mavichina) 15 de junio de 2019
Ábalos aprovechó su rueda de prensa en Ferraz para cargar contra Ciudadanos, que con Vox apuntaló el poder local del PP en la sesión constitutiva de los ayuntamientos del pasado 15 de junio. La derecha, dijo, no ha tenido "reparo" en "unir su suerte a la de la ultraderecha" para "impedir que el PSOE pudiera gobernar". Recordó que es algo que el partido ya advirtió en campaña, y que ahora se ha cumplido: el "único objetivo" que se ha marcado Albert Rivera es imponer un "cinturón de hierro contra el PSOE". Un "cordón sanitario incomprensible" ahora que la contienda electoral acabó. El secretario de Organización recalcó que si los naranjas hubieran optado por una estrategia de "moderación y centralidad", como era su "misión" original, ahora tendría más poder municipal. Pero ha elegido en cambio unir su destino al "futuro de PP y Vox", para estupor, dijo, de sus socios europeos y pasmo de sus bases y de los españoles. "No se entiende" que un partido que nació con vocación de pactar a izquierda y derecha y de romper la dinámica de bloques ahora se "empecine en jugar en un extremo y en ser adalid de la confrontación". En ese sentido, criticó que los dirigentes liberales no hayan sido capaces de "confesar el contenido de los acuerdos" alcanzados por Vox en Madrid, por ejemplo.
Mientras se seguía la rueda de prensa en Ferraz, se conocía la noticia de la ruptura de Cs con Valls. Esto refleja, apuntó el número tres, que "lo que tiene que hacer el señor Rivera es integrarse en el PP". El ex primer ministro francés, alabó, intentó "salvar lo fundamental de su oferta" electoral para el 26-M, que era que el independentismo no se hiciera con Barcelona.
El PSOE saca pecho de alcaldías y concejales... porque no todo es Madrid
El PSOE sabe que la foto de este pasado sábado no le favoreció. El PP logró más poder del que le dieron las urnas gracias a sus pactos con Ciudadanos y Vox. Por esas alianzas logró la alcaldía de Madrid y Zaragoza, primera y quinta ciudad de España.
Por eso este lunes José Luis Ábalos quiso reivindicar la victoria electoral de su partido y la ampliación del poder local, "por mucho que muchos piensen que España es Madrid". Así, el secretario de Organización recordó que el PSOE es el partido que más creció el 26-M (de los 5,6 millones de 2015 a los 6,68 de hace menos de un mes, del 25,03% al 29,34%) y el que ha subido 2.000 concejales (de 20.957 a 22.324). Es la formación con más alcaldías en ciudades de más de 20.000 habitantes en 14 comunidades (en todas menos País Vasco, Navarra y Aragón). [Consulta aquí en PDF el resumen ejecutivo presentado en Ferraz como balande de la constitución de ayuntamientos]
En las 100 ciudades más pobladas de España, el PSOE tiene la alcaldía en 48 (el PP, en 23, y Cs, en cinco). Entre las 200 primeras, los socialistas gobiernan en 104, 13 más que en 2015 (los populares en 40; los naranjas, en seis, y Podemos, en cuatro). Y si el corte está en los 394 municipios de más de 20.000 habitantes, el PSOE gobernará en 213. Cuenta con 2.245 mayorías absolutas (frente a las 1.949 de hace cuatro años).
El PSOE consigue, pues, 86 de las 145 ciudades con más de 50.000 habitantes, y dirigirá el 55% de las ciudades más grandes y capitales de provincia.
Pedro Sánchez "no hará como Mariano Rajoy". No pegará la espantada, no dilatará los tiempos. Acudirá al debate de investidura en el Congreso aunque no tenga todos los apoyos amarrados. Es decir, que está dispuesto a ir al pleno aunque no tenga todas las garantías de que sea reelegido como presidente. Dicho de otra forma, que se expone a una investidura fallida. Eso supone que se activará la cuenta atrás: la primera votación es la que, según marca el artículo 99 de la Constitución, pone en marcha el reloj de dos meses, al término de los cuales, si no hay nuevo jefe del Ejecutivo, se disolverán las Cámaras y el país se conducirá hacia nuevas elecciones.
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