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El PSN cierra la primera ronda de contactos sin cambiar el paso: siente el aval de Ferraz
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PIDE A ESPARZA QUE DEJE DE CREAR "CRISPACIÓN"

El PSN cierra la primera ronda de contactos sin cambiar el paso: siente el aval de Ferraz

Insiste tras la reunión de este viernes con I-E que seguirá la negociación para recabar los apoyos necesarios para liderar el Gobierno de Navarra y reitera que no va a dar el poder a Navarra Suma

Foto: La candidata socialista en Navarra, María Chivite. (EFE)
La candidata socialista en Navarra, María Chivite. (EFE)

El camino que ha abierto el PSN para tratar de liderar el Gobierno de Navarra se ha encontrado con numerosos obstáculos en el tiempo transcurrido entre la primera reunión mantenida con Geroa Bai, el pasado miércoles, y la cita de este viernes con Izquierda Ezkerra (I-E) que ha puesto fin a la inicial ronda de contactos abierta por los socialistas navarros para recabar apoyos de cara al nombramiento de María Chivite como presidenta de la Comunidad Foral. En estos tres días ha habido gestos y declaraciones reveladores. El ofrecimiento del líder de UPN, Javier Esparza, al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de facilitar su investidura si le permite gobernar en Navarra en un contexto en el que los dos escaños de Navarra Suma, la coalición que suma a los regionalistas con el PP y Ciudadanos, se antojan claves ante las posturas del resto de formaciones, y las posteriores palabras de la vicepresidenta, Carmen Calvo, priorizando la gobernabilidad de España a la de la Comunidad Foral dicen mucho.

Pero ante lo que, sobre el tablero político, parecen ser evidencias, el PSN ni se inmuta y sigue a lo suyo. Nada de lo que ocurre modifica el paso de los socialistas navarros, que mantienen su hoja de ruta para tratar de llegar al poder. A día de hoy, los mensajes son los mismos que se vienen trasladando tras las elecciones del 26 de mayo o desde el inicio este pasado miércoles de la ronda de contactos con el partido liderado por la presidenta navarra en funciones, Uxue Barkos, para tratar de alcanzar un acuerdo de gobierno. El discurso se sigue estructurando sobre los dos pilares de que no habrá acuerdo ni negociación con EH Bildu, a pesar de que su apoyo o abstención resulta fundamental para la llegada de Chivite a la presidencia, ni se facilitará la investidura de Esparza.

Foto: La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, este 6 de junio en Móstoles, Madrid. (EFE)

El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha vuelto a insistir por tercer día consecutivo en que los socialistas navarros se sienten avalados por Ferraz en su voluntad de alcanzar un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezquerra para liderar un gobierno "plural, de futuro, progresista y de izquierdas". Se mantiene así de manera "firme" el "compromiso" adoptado con la ciudadanía navarra de intentar liderar el próximo Ejecutivo navarro y que "sigue adelante". No es solo la "clara voluntad" del PSN, sino "un compromiso que vamos a cumplir", ha aseverado quien, en ausencia de Chivite, ha sido la voz socialista tras los encuentros mantenidos con las tres formaciones.

Las negociaciones, de este modo, prosiguen para la formación de Gobierno dentro de la máxima de que no van a pactar con EH Bildu ni van a posibilitar la investidura de Navarra Suma. En su comparecencia de este viernes ante los medios en el Parlamento de Navarra tras la reunión mantenida con I-E, Alzórriz ha utilizado expresiones calcadas a las de los dos días anteriores. La situación es, a ojos del PSN, la misma y no hay necesidad de cambiar el paso. Ni siquiera pese a las reveladoras palabras de advertencia de Calvo de este jueves sobre la "prioridad de situaciones" en relación a la gobernabilidad de España, por un lado, y de Navarra, por el otro. Se trata, según ha reaccionado ante estas manifestaciones, de dos objetivos "importantes" que no son excluyentes.

placeholder Reunión de las delegaciones de I-E (a la izquierda) y el PSN, con María Chivite en el centro a la derecha, este viernes en el Parlamento de Navarra. (EFE)
Reunión de las delegaciones de I-E (a la izquierda) y el PSN, con María Chivite en el centro a la derecha, este viernes en el Parlamento de Navarra. (EFE)

Tampoco, de cara al exterior, al PSN le afecta al ofrecimiento de Esparza a Sánchez a pesar de que el primer intento del presidente en funciones de ser investido queda en manos de los regionalistas tras el no de Coalición Canaria. Según ha puesto de manifesto Alzórriz, tan importantes como los dos escaños de Navarra Suma son los del resto de fuerzas que tienen representación en el Congreso de los Diputados. Los "escaños cruciales", ha aseverado, son los de Podemos, los del PNV y los del resto de grupos. "No hay unos votos más importantes que otros", ha subrayado. Y a este respecto, ha pedido a la derecha que "deje de utilizar Navarra cada cuatro años" y desista en su empeño de "traernos la crispación que han creado en Cataluña".

Especialmente duro ha sido con UPN, a quien ha acusado de "traicionar" a Navarra y a sus socios en la coalición Navarra Suma al ofrecer su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez a cambio de permitirle gobernar en la Comunidad Foral. A los regionalistas les ha pedido la misma "responsabilidad" que "en numerosas ocasiones" han reclamado a los socialistas navarros con su abstención para posibilitar la investidura de María Chivite. En todo caso, con independencia de lo que haga el partido de Esparza, el PSN se mantiene en su idea de presentar la candidatura de la líder socialista, avalada por 23 de los 50 escaños del Parlamento –once del PSN, nueve de Geroa Bai, dos de Podemos y uno de I-E–, y que "suman mayoría" frente a los 20 asientos de Navarra Suma en la cámara navarra.

Foto: El rey Felipe VI recibe en la Zarzuela a Pedro Sánchez, con el que terminó este 6 de junio su ronda de consultas. (Reuters)

Los socialistas navarros enmarcan la intención de Sánchez de reunirse con UPN para recabar su apoyo de cara a su investidura como presidente del Gobierno dentro de la ronda de contactos que va a llevar a cabo con todos los grupos del Congreso y que, según Alzórriz, se circunscribe "exclusivamente" a la gobernabilidad de España. Es más, la intervención de este jueves del aspirante socialista a La Moncloa en una breve comparecencia en la que pidió al resto de partidos "responsabilidad" y "altura de miras" es interpretada por el PSN como un "aval" a sus pretensiones, según ha constatado el secretario de Organización del PSN, que niega que haya "dos versiones" en el partido en Madrid y en Navarra. La coordinación con la dirección del PSOE, según ha remarcado, es "permanente".

Pero la firmeza del discurso público del PSN no despeja las dudas. Ni siquiera entre sus posibles socios de gobierno, entre ellos Geroa Bai, que desconfía enormemente de la capacidad de maniobra de los socialistas navarros por las informaciones que salen de Ferraz y las declaraciones públicas de los miembros del Gobierno. Además, también pesa, y mucho, el pasado, con el 'agostazo' de 2007 como gran referencia, cuando la dirección del PSOE frustró el acuerdo alcanzado con la entonces marca del PNV en Navarra –NaBai– e Izquierda Unida para hacer presidente al socialista Fernando Puras. Y sin olvidar lo ocurrido en 2014, cuando Ferraz impidió al PSN, liderado entonces por Roberto Jiménez, presentar la anunciada moción de censura contra la presidenta navarra de UPN Yolanda Barcina.

Foto: Pedro Sánchez entra a su audiencia con el rey Felipe VI en la Zarzuela, este 6 de junio. (Reuters)

Las incógnitas también vienen con la mirada a futuro, con cómo va a garantizar el PSN la estabilidad del Ejecutivo más allá de la posible investidura tras el veto a cualquier tipo de acuerdo con EH Bildu, que, consciente de que sus siete parlamentarios son claves, ya ha advertido a los socialistas navarros de que o cuenta con ellos en la negociación para conformar gobierno o harán "política ficción". “El problema no es tanto la abstención de Bildu, sino lo que ello puede entrañar de cara a garantizar una estabilidad del Ejecutivo”, ha constatado, al respecto, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

De momento, la primera ronda de contactos con las tres formaciones con las que el PSN aspira a formar gobierno ha evidenciado la mano tendida de estas fuerzas a llegar a un acuerdo. La coordinadora general de IU en Navarra y candidata de I-E, Marisa de Simón, ha afirmado que harán "todo lo posible" para que "no haya un gobierno de derechas en esta comunidad" en base al "compromiso adquirido con nuestros votantes y con la sociedad en general". No obstante, ha reconocido que la estabilidad pasa por sumar 26 escaños, lo que requiere irremediablemente del apoyo de Bildu al estar descartado el respaldo de Navarra Suma. Por ello, ha abogado por no excluir en la negociación a la coalición 'abertzale'.

El camino que ha abierto el PSN para tratar de liderar el Gobierno de Navarra se ha encontrado con numerosos obstáculos en el tiempo transcurrido entre la primera reunión mantenida con Geroa Bai, el pasado miércoles, y la cita de este viernes con Izquierda Ezkerra (I-E) que ha puesto fin a la inicial ronda de contactos abierta por los socialistas navarros para recabar apoyos de cara al nombramiento de María Chivite como presidenta de la Comunidad Foral. En estos tres días ha habido gestos y declaraciones reveladores. El ofrecimiento del líder de UPN, Javier Esparza, al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de facilitar su investidura si le permite gobernar en Navarra en un contexto en el que los dos escaños de Navarra Suma, la coalición que suma a los regionalistas con el PP y Ciudadanos, se antojan claves ante las posturas del resto de formaciones, y las posteriores palabras de la vicepresidenta, Carmen Calvo, priorizando la gobernabilidad de España a la de la Comunidad Foral dicen mucho.

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