El críptico mensaje que la joven desaparecida compartió en la red: "Date un descanso..."

Natalia Sánchez Uribe (Palma de Mallorca, 1997) compartió el pasado 1 de mayo, el mismo día de su desaparición, un enigmático mensaje en Facebook. Poco antes de las seis de la mañana, la joven colgó en su muro la nota que había puesto otro usuario de la red social. "Cuando tu salud mental es mala, date un descanso; no te hagas sentir culpable por cosas que no son tu culpa; no te sientas mal por comer mal, por no hacerlo como normalmente lo harías; eres humano; está bien luchar; cuídate y cuida tu mente; es importante", rezaba en inglés el texto, el penúltimo que la chica compartió antes de que su familia le perdiera el rastro.

[Localizan con vida a Natalia Sánchez]

La policía francesa, que coordina la búsqueda, analiza este mensaje junto al testimonio de los familiares y amigos, que han revelado que días antes de la desaparición la joven había confesado sentirse "agobiada", "sola" y "observada". A pesar de que dominaba perfectamente el inglés, pues estudiaba en ese idioma la carrera de Económicas en la Universidad Autónoma de Barcelona, lo cierto es que le estaba costando más de lo previsto el francés en el que se impartían las clases de la Escuela de Economía de la Soborna, en París, donde estudiaba con una beca Erasmus desde el pasado enero.

Además del mencionado mensaje, los investigadores también tratan de discernir si tiene algo que ver otro anuncio publicado por la chica en la misma línea el pasado 28 de abril. "La vida es más fácil cuando sacas a la gente negativa de ella", aseguraba en las redes sociales un día después de otro igualmente llamativo. "Deja que la gente te eche de menos; a veces te tienen por segura porque piensan que siempre estarás disponible; añórame cuando me haya ido", afirmaba la chica, que nueve meses antes publicó en la web Erasmusu un anuncio para buscar piso en el que decía que no le importaba compartir casa con desconocidos, que se había pasado un año trabajando en Londres y que no le gustaba vivir sola.

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A Natalia le quedaban apenas dos semanas para regresar a su Mallorca natal y tenía muchas ganas de volver a su casa. De hecho, había dicho a sus familiares que no terminaba de hacer buenas amistades y que se sentía seguida, una advertencia que no caló entre los suyos, que atribuyeron estos miedos a su personalidad aprensiva, un rasgo que ahora analizan los investigadores, que tratan de dar con el paradero de la joven a través de las pistas que han encontrado. La chica se estaba mudando al piso de unos compañeros y de hecho ya había trasladado allí la mayor parte de sus pertenencias. Solo quedaba una maleta en su antiguo piso.

El pasado miércoles, la familia trató de contactar con ella sin éxito. Era el último día que la chica podía dormir en el inmueble, pues se cumplía el contrato, y lo debía hacer sola, pues su compañera ya se había marchado. Al día siguiente, el propietario acudió a la vivienda —situada en la calle Paul Fort, en el distrito 14, cerca de la parada de metro Porte D'Orléans— y vio que seguía allí la maleta de Natalia, que no se la había llevado. Varios amigos de la joven interpusieron una denuncia y la policía francesa comenzó a investigar. Ayer, los agentes responsables de las pesquisas encontraron el bolso de la estudiante, con el portátil y el móvil, en un parque cercano a la facultad donde estudiaba.

Los amigos con quienes se iba a alojar Natalia durante los últimos días de estancia en París explicaron a la familia y a la policía que la chica había llevado ya dos maletas a su nuevo piso y que había vuelto a por la última que le quedaba en el viejo inmueble y ya no regresó. Había dicho a una de sus compañeras de la nueva estancia que iría a por la maleta y regresaría para estudiar con ella, pero eso nunca pasó.

Los padres se trasladaron también ayer hasta París para ponerse a disposición de las autoridades galas, que desde el principio se han apoyado en la colaboración de la Guardia Civil, que ya en las primeras horas de las diligencias remitió a sus colegas franceses restos de ADN de la joven con el fin de que las pesquisas avanzaran lo más rápido posible. Natalia cumplió 22 años el pasado 4 de febrero cuando ya estaba cursando este segundo semestre en París, mide 1,63 metros de estatura, tiene la piel morena, el pelo largo de color castaño y un 'piercing' en la nariz.

La Universidad Autónoma de Barcelona, donde la chica cursaba la carrera, se ha puesto a disposición de la familia y de la Sorbona. Fuentes del centro aseguran que la joven se encontraba concluyendo el grado en Economía, estaba en su cuarto año y apenas le quedaban unas asignaturas para concluir la carrera. Desde la Fundación Quién Sabe Dónde, que ha distribuido el anuncio de la desaparición desde el primer momento, también se han puesto a disposición de la familia.

Además de la colaboración puntual que ha prestado la Guardia Civil hasta el momento, tanto este instituto armado como la Policía Nacional están a disposición de las autoridades francesas. La Escuela de Economía de la Sorbona, por su parte, ha remitido un correo electrónico a todos los estudiantes para informarles de la desaparición y solicitarles cualquier tipo de colaboración que pueda conducir a encontrar a la chica. La embajada de España en París también está en continuo contacto con la familia de la desaparecida, que de momento está centrada en difundir el caso en Francia.