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Calvo intenta apagar el fuego por el relator y acota su función a la mesa de partidos
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en dos fases: en la ser y en la moncloa

Calvo intenta apagar el fuego por el relator y acota su función a la mesa de partidos

La vicepresidenta intenta explicar el carácter de la persona que formaría parte de las reuniones sobre Cataluña y que se encargaría de "poner orden en el debate" y recapitular los avances

Foto: Carmen Calvo, el pasado 30 de enero en Madrid. (EFE)
Carmen Calvo, el pasado 30 de enero en Madrid. (EFE)

Dice Carmen Calvo que dar vueltas a la figura del "relator" para el diálogo sobre Cataluña, que ella misma puso en circulación este mismo martes, es fijarse en el dedo y no en la Luna, en lo importante, que es hablar de salidas para la crisis territorial. Pero si el debate en las últimas horas ha girado en torno a la presencia de un tercero es porque hasta ahora el Gobierno no lo aceptaba. El giro de posición era la respuesta a la amenaza de los partidos independentistas de tumbar los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Una cesión que ha sublevado a PP y Ciudadanos y que está empezando a generar ronchas en una parte del PSOE.

La vicepresidenta del Gobierno intentó este miércoles aclarar algo esa figura del "relator". En dos fases. Primero, yendo a la SER, y después concediendo una larga rueda de prensa en la Moncloa tras la que varias dudas persistían. Su empeño era minimizar en lo posible el impacto de la noticia, presentarlo como un mero coordinador de los trabajos, por una "cuestión meramente práctica", y apaciguar así el fuego interior, el que late con fuerza en un sector del PSOE, y la hostilidad de una oposición que ha convocado manifestaciones contra Pedro Sánchez para este fin de semana y que, a juicio del Ejecutivo, "desbarra".

Calvo, en sus dos declaraciones públicas de la mañana, sí dio a entender que su partido no quiere que el relator sea una figura internacional —la Generalitat quiere que tenga ese perfil, obsesionada como está en elevar el conflicto de rango—, sino española, un "hombre o mujer en Cataluña que haga el trabajo de convocar, de poner orden en el debate". Y su ámbito de actuación sería limitado: ejercer esa labor de "coordinador" de una mesa de partidos catalanes, en la que el Gobierno como tal no se va a sentar. El Govern quiere que allí acudan fuerzas estatales. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, no: Calvo dijo primero en la SER que para eso estaba la comisión territorial abierta en el Congreso (y congelada desde hace meses. Pero después, en la Moncloa, y para rizar el rizo, sí abrió la puerta a que haya partidos no representados en el Parlament que pueden sentirse compelidos a "ayudar", sentirse "responsables" también de un diálogo que alumbre una salida política para Cataluña. La vicepresidenta, como ya hiciera ayer, se movió dentro de la ambigüedad.

Foto: El líder de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)

Calvo subrayó que se está hablando de cuatro espacios de interlocución distintos. Uno, entre los dos gobiernos, el central y el catalán, que es la comisión bilateral Generalitat-Estado, regulada por el Estatut y que se reactivó el verano pasado. En ese foro no hay ni habrá ningún relator. Solo los dos ejecutivos, que se citan periódicamente para hablar de cuestiones que afectan a Cataluña como los traspasos de competencias, la inversión en infraestructuras o las cuestiones económicas. Quienes presiden ese órgano institucional son la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y el 'conseller' de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Alfred Bosch.

Pero "al margen de la formalidad, de la institucionalidad", los "partidos de Cataluña se tienen que sentar". Es en esa mesa de formaciones catalanas donde habrá una persona elegida "de común acuerdo", y de nacionalidad "española", según precisó, que será el que se encargue de convocar las reuniones y de poner "un poco orden en el debate", o hacer recapitulación de "si se avanza o no".

Calvo vuelve a ser ambigua respecto a la participación de fuerzas estatales en esa mesa de partidos: podrán sentarse los que quieran "ayudar"


¿Es un secretario, un taquígrafo, un relator de la ONU para una zona en conflicto?, le preguntó la directora de 'Hoy por hoy', Pepa Bueno. "Por favor, ¿qué zona en conflicto, ni qué ONU, ni qué mediador internacional ni nada que se le pueda parecer a eso?", respondió Calvo, quien insistió en que una figura tan "sencilla" de entender está generando una distorsión y haciendo que el debate se centre en eso, en el "dedo" y no en la sustancia, en la Luna.

Foto: Quim Torra, Pere Aragonès y Elsa Artadi encabezan la segunda reunión de la mesa de diálogo de fuerzas catalanas, este 5 de febrero. (EFE)

Réplica a los críticos

La número dos subrayó que no será nadie "ajeno a la institucionalidad" o "neutral" (como lo sería un mediador), sino una persona "de confianza de los partidos que se sienten". Calvo escuchó entonces las quejas de la exportavoz socialista Soraya Rodríguez, que opina que no caben ni mediadores ni relatores, pues esta es la denominación que se usa para zonas de conflicto. "Rodríguez no ha entendido nada de esta realidad. No es un mediador, ni un conflicto internacional, ni nada que se le parezca a esto". Hay una comisión bilateral institucionalizada —ya se está buscando fecha y orden del día para una nueva cita— y una "mesa de partidos para hablar de Cataluña en Cataluña, en la que se utilizará a una persona que pueda ayudar en cómo se convoque, en cómo se reúnen... Simple y llanamente". Elegir a un relator es una "cuestión meramente práctica", alguien que sirva para el "allanamiento de la situación". Su papel se asemejaría al del relator de un congreso de un partido. Alguien que ayude a "organizar" los trabajos. "No tiene más trascendencia. Nada más", minimizó.

La número dos achaca las críticas internas a la desinformación o al desconocimiento. El relator es una cuestión "meramente práctica"

Cuando ya ella intervino en la Moncloa conocía las críticas del presidente manchego, Emiliano García-Page, que incluso pidió la convocatoria del consejo de política federal del PSOE. La vicepresidenta achacó esos recelos a la "desinformación", el "desconocimiento".

Foto: Guillermo Fernández Vara, Fernando Clavijo, Emiliano García-Page y Javier Lambán, el pasado 6 de diciembre. (EFE)

El tercer espacio de diálogo que ya existe es la mesa de formaciones parlamentarias catalanas que se creó en noviembre a instancias del PSC y que preside Quim Torra. Ayer celebró su segunda reunión, sin avances significativos. ¿Qué sentido tiene entonces montar otro foro con partidos catalanes si ya existe uno y al que no van ni PP, ni Ciudadanos, ni la CUP?, se le preguntó en la Moncloa. El espacio que está residenciado en el Parlament, explicó, sigue siendo institucional y al frente está "nada más y nada menos" que el 'president' de la Generalitat, que es quien convoca las reuniones. Por eso el Gobierno cree que tiene sentido dar vida a otro foro, un "ámbito más simple" en el que trabajen los partidos sin los corsés de una institución.

Calvo considera que un relator sería "bastante útil" en la mesa de partidos

Pero lo que puede producirse es una duplicación de espacios, porque es casi seguro que a esta mesa de partidos (la que tendrá un relator al frente) no acudan ni PP ni Ciudadanos. Solo podría tener sentido si participaran de ella otras fuerzas. Fue ahí cuando Calvo respondió de manera ambigua y enrevesada. Hay partidos, dijo, que tienen una "doble situación", pues tienen una marca nacional (caso del PSOE) y una marca autonómica (el PSC). Pero "hay que dejar un espacio para los que puedan contribuir a Cataluña sobre Cataluña. Porque estamos hablando de una situación que se produce en Cataluña y que afecta a todo el Estado, que afecta a la política española [...]. Hay partidos interesados en ayudar, sentirse responsables de un diálogo" que pudiera "alumbrar" una salida para Cataluña. "Hablamos de un espacio diferente, que no es institucional, donde se pueda ayudar y participar en un debate necesario", siguió. "Este Gobierno, a lo único que cede es a dialogar", rubricó.

La Generalitat dice que el acuerdo está "lejos"

Con su respuesta, sigue sin quedar claro si se abre o no la puerta a fuerzas de ámbito estatal. Si podrán estar, por ejemplo, Podemos (y no solo su marca catalana, Catalunya en Comú) o el PNV. Y no es un tema menor, porque el Govern quiere subir un peldaño e implicar a otras formaciones. De hecho, este mismo miércoles, la portavoz del Ejecutivo catalán, Elsa Artadi, defendió una mesa a nivel nacional con dos representantes del PSOE, dos de Podemos, dos de Junts per Catalunya y dos de ERC, propuesta que se envió a Calvo y de la que no tienen respuesta. La 'consellera' aseguró que la figura del relator debe estar en la mesa de partidos estatales, en la que es básico que esté Podemos porque el PSOE "no tiene suficiente fuerza". Artadi dijo que se está "lejos" de llegar a un acuerdo.

Calvo señala que si el diálogo avanzara en la buena dirección, se podría saltar al escalón nacional en la comisión territorial abierta en el Congreso

A los tres espacios reseñados (la bilateral Generalitat-Estado, la mesa que ya funciona en el Parlament y la mesa de partidos que está acordándose ahora y que tendría a un relator como coordinador) se sumaría un cuarto: la comisión territorial del Congreso, otro foro institucional que se abrió en enero de 2018 y que apenas ha tenido recorrido. Calvo explicó en la SER que ya dijo a sus interlocutores, el vicepresidente, Pere Aragonès, y la 'consellera' de Presidencia, Elsa Artadi, que en el Congreso está abierta desde hace algo más de un año la comisión de evaluación del Estado autonómico, encargada de analizar posibles reformas del modelo territorial. Si el diálogo en la bilateral y en la mesa de partidos avanza "en la buena dirección", esa comisión parlamentaria "es un lugar importante" en el que están citados todos los partidos con representación en la Cámara y se puede "utilizar". "No estaría mal tampoco". Pero en ese foro no están más que PP, PSOE y pequeños partidos del Mixto. No se sientan ni Unidos Podemos, ni el PNV, ni las formaciones independentistas.

Calvo acusa a Page de hablar desde la "desinformación" y el "desconocimiento"

Calvo contó en rueda de prensa que la posibilidad de crear la figura de un relator —un nombre que cree "adecuado"—, que no un "mediador o un negociador", ni un "observador", surgió en las dos reuniones que mantuvo en enero con Artadi y con Aragonès, pese a que ni ella ni su equipo ni en la Moncloa habían contado que se aceptaba esta figura. De hecho, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, decía el viernes pasado que las conversaciones habían llegado a un "punto ciego" y que convenía darse un respiro. Solo se destapó esa figura ayer martes, cuando el líder del PSC, Miquel Iceta, y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, abrieron camino, y ella lo confirmó poco después en el Senado. Coincidía, además, con el registro de la enmienda de totalidad de los Presupuestos de ERC.

Calvo acusa a Casado de "desbarrar" y de "no estar a la altura" con Cataluña

Para la número dos, después de ocho meses de trabajo en la comisión bilateral, dedicados a la negociación de cuestiones cotidianas entre los dos gobiernos, había que pasar al diálogo sobre la salida política para Cataluña, y "a todos pareció razónable" que hubiera un tercero en la mesa de partidos para facilitar los trabajos. Serán esas formaciones que se sienten a la mesa las que elijan de común acuerdo a esa persona, "bastante útil" a efectos de coordinación. Ya en la comparecencia de la Moncloa, Calvo apuntó que "particularmente" al Gobierno le parecería "oportuna" una persona de Cataluña, que entienda el pasado y el presente de la situación de la comunidad, dada su "complejidad". "Habrá que decidir con propuestas diferentes, hablamos en términos bastante neutros", destacó la vicepresidenta, que añadió que el relator no cobrará ninguna remuneración. Hará su función "por amor al arte", para ayudar a los partidos, que serán "muy libres de trabajar como quieran". El Ejecutivo quiere hacer como que se desentiende del devenir de esa mesa, pese a que habla y negocia sobre ella con Artadi y Aragonès.

"No es ninguna noticia ni ninguna novedad" la figura del relator, dijo Calvo, y es "un poco curioso" que se haya montado la polémica. Pero sí era novedad, porque el Gobierno nunca había adelantado que aceptase recurrir a un tercero para dar fe de las conversaciones España-Cataluña. Solo lo hizo, de hecho, una vez que vio registrada la enmienda de totalidad de los Presupuestos de 2019 firmada por ERC y con la amenaza del PDeCAT de secundar sus pasos. Sí está más claro que el Ejecutivo ni acepta ni aceptará los 21 puntos que Torra entregó a Sánchez en Barcelona, el 20 de diciembre. Esos 21 puntos "no han existido nunca" para el Gobierno. "Solo existe la declaración, escueta pero importante, de Pedralbes", remarcó la número dos. Ahí está el origen de los movimientos posteriores hasta llegar a este movimiento inesperado y que ha rebelado a la oposición y convulsionado al PSOE.

El PP está instalado en la "radicalidad" y "desbarra" al amagar con una moción de censura

Este miércoles, Pablo Casado, no descartaba en una entrevista con EFE hacer uso de un instrumento excepcional como el de una moción de censura (el mismo que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa) para sacar al PSOE del poder, por su "alta traición a España" con el diálogo en Cataluña.

Ese anunció irritó a Carmen Calvo. "Es un líder que desbarra", dijo la vicepresidenta del jefe de los populares. El responsable de un partido que es primero en escaños en el Congreso no puede situarse en la "radicalidad", añadió al final de la larga rueda de prensa en la que intentó reforzar la idea de que la figura del relator no es parangonable a la de un "mediador internacional" que actúa para resolver un conflicto entre dos Estados. 

Calvo acusó a PP y Cs de utilizar la "compleja situación" que hay en Cataluña, producto, a su juicio, de una falta de diálogo durante años. Utilizar el conflicto "en clave partidaria". Se han situado ambos en una "radicalidad incomprensible". Frente a ambos contrapuso la posición del PSOE cuando estaba en la oposición, de "lealtad" con el Gobierno de Mariano Rajoy. "Lealtad" que también pide ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez

La vicepresidenta cargó contra PP y Ciudadanos por no acudir a la mesa de partidos abierta en el Parlament, por no formular propuestas, por no querer ayudar a resolver el conflicto. La "paradoja", señaló, es que PP y Cs insisten en que quieren a Cataluña dentro de España pero sin embargo "no mueven un dedo en esa dirección". 

Dice Carmen Calvo que dar vueltas a la figura del "relator" para el diálogo sobre Cataluña, que ella misma puso en circulación este mismo martes, es fijarse en el dedo y no en la Luna, en lo importante, que es hablar de salidas para la crisis territorial. Pero si el debate en las últimas horas ha girado en torno a la presencia de un tercero es porque hasta ahora el Gobierno no lo aceptaba. El giro de posición era la respuesta a la amenaza de los partidos independentistas de tumbar los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Una cesión que ha sublevado a PP y Ciudadanos y que está empezando a generar ronchas en una parte del PSOE.

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