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Moncloa busca alternativas al Rey emérito en las juras de los líderes iberoamericanos
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HAY TIEMPO, HASTA EL 1 DE DICIEMBRE DE 2018

Moncloa busca alternativas al Rey emérito en las juras de los líderes iberoamericanos

El Gobierno está "dando vueltas" a cómo resolver de forma "duradera" la representación de España en las tomas de posesión de los mandatarios latinoamericanos. Piensa en recuperar al propio Rey

Foto: El rey Juan Carlos felicita a Danilo Medina tras jurar su cargo como presidente de la República Dominicana, el 17 de agosto de 2016. (EFE)
El rey Juan Carlos felicita a Danilo Medina tras jurar su cargo como presidente de la República Dominicana, el 17 de agosto de 2016. (EFE)

Durante casi 20 años, los gobiernos de España contaban con un apoyo y un activo fundamental en sus relaciones con América Latina: el príncipe Felipe. Era él, como heredero de la Corona, quien, desde 1996, acudía a las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos en representación del país, reforzando así los lazos con una inmensa región capital en la agenda exterior. Pero su proclamación como Rey, el 19 de junio de 2014, obligó al Gobierno —el de entonces, el de Mariano Rajoy— a buscarle un reemplazo, y lo halló en el monarca emérito, don Juan Carlos. Ahora, otro Ejecutivo, el de Pedro Sánchez, analiza distintas opciones, a la vista de que el exjefe del Estado tiene una salud delicada y sus últimos escándalos le han sacado de facto de la escasa agenda pública que aún mantenía. Una salida que maneja La Moncloa es que sea el propio Felipe VI, ahora como Rey, el que vuelva a asumir esa función, de forma más continua.

Al Gobierno ya se le ha planteado el problema. Hace poco tiempo. Don Juan Carlos no acudió a la última investidura de un presidente latinoamericano. Fue la del colombiano Iván Duque, el pasado 7 de agosto. En la referencia del Consejo de Ministras y Ministros del 21 de julio —el documento que recoge los acuerdos adoptados por el Ejecutivo— se incluía inicialmente que se había aprobado que la representación de España en esa toma de posesión corría a cargo de don Juan Carlos. Justo en plena polémica por las cintas de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, cuando dos medios revelaban que la aristócrata germanodanesa señalaba que el padre de Felipe VI la había utilizado como testaferro y que tenía cuentas en Suiza.

Juan Carlos I no acudió a las dos últimas investiduras, las de los presidentes de Colombia y Paraguay, el 7 y 15 de agosto. Fue Ana Pastor


Minutos después, desde La Moncloa se advertía de que se había colado esa delegación "por error". Que no se había adoptado ese acuerdo. Unos días más tarde, desde la Zarzuela se afirmaba que tenía problemas de salud y por eso no acudiría ni a Bogotá ni a Mallorca, de vacaciones. Finalmente, quien acudió a las tomas de posesión de Iván Duque y del nuevo presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, el 15 de agosto, fue la presidenta del Congreso, la popular Ana Pastor.

Foto: Pedro Sánchez abraza al presidente boliviano, Evo Morales, el pasado 29 de agosto en Santa Cruz de la Sierra. (Reuters)

Actuar "con mucho cuidado"

El Ejecutivo se ha concedido ahora un periodo de reflexión. Está "dando vueltas" a cómo proceder en las siguientes investiduras de líderes iberoamericanos. Por ahora, tiene tiempo por delante: la siguiente no llegará hasta el 1 de diciembre, cuando tome posesión el nuevo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que ganó las elecciones de su país el 1 de julio. Un mes más tarde, el 1 de enero, jurará o prometerá su cargo el candidato que venza en los comicios presidenciales de Brasil, que se celebrarán en octubre. Dos países, por cierto, de mucho peso en todo el continente y muy relevantes para España.

El Gobierno aún tiene un tiempo para pensar: las dos siguientes tomas de posesión se celebrarán en México, el 1 de diciembre, y el 1 de enero, en Brasil

En el equipo de Pedro Sánchez indican que se irá analizando caso por caso cuál es la alternativa mejor, pero también los hay quienes en el Ejecutivo consideran que es mejor optar por la misma figura para todas las tomas de posesión, para así no hacer discriminaciones entre países. "Hay que obrar con mucho cuidado, porque todos los Estados son importantes para nosotros, y ese mismo mensaje es el que llevó el presidente en su gira por Latinoamérica: que hablaba para todos los países, grandes y pequeños, con más y con menos renta, de más y de menos peso", indica uno de los principales colaboradores del jefe del Ejecutivo.

Las alternativas que se barajan desde La Moncloa para cubrir la previsible baja de don Juan Carlos son, básicamente, tres. Una, enviar al propio Rey. Por varias razones. La primera, porque sería recuperar a un 'embajador' de España muy apreciado en América Latina, que conoce muy bien. Desde enero de 1996, cuando don Felipe asistió a la investidura del guatemalteco Álvaro Arzú, representó a su padre en este tipo de ceremonias en todos los países iberoamericanos. También porque esa delegación es "congruente" con lo que señala la Constitución, en su artículo 56: el monarca "asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica", de Iberoamérica.

Iván Duque agradece el ofrecimiento de España de apoyar la paz de Colombia

El Gobierno busca además una "solución duradera", que trascienda a los distintos ejecutivos que se sucedan en España. "Lo que hay que hacer es realzar otras figuras, para que se perciba que es una presencia de Estado, que implique a todos". Además, recuerdan fuentes del círculo del presidente, los mandatarios iberoamericanos son jefes de Estado en sus respectivos países, por lo que lo lógico es que España envíe como representante a una figura como el Rey, del máximo nivel institucional.

Foto: Corinna en una foto de archivo. (Getty)

¿Descartado? No del todo

Otras alternativas posibles son las de los presidentes del Congreso y del Senado, tercera y cuarta autoridades del Estado. Pastor ya asumió ese papel el mes pasado en Colombia y Paraguay, y en mayo viajó a Costa Rica. Antes que ella, por ejemplo, lo hizo el socialista Javier Rojo como responsable de la Cámara Alta en 2004, en la investidura del presidente de El Salvador.

placeholder Don Juan Carlos es recibido por el presidente chileno, Sebastián Piñera (d), tras su toma de posesión, el pasado 11 de marzo en Viña del Mar. Es la última investidura de un gobernante latinoamericano a la que ha acudido el Rey emérito. (EFE)
Don Juan Carlos es recibido por el presidente chileno, Sebastián Piñera (d), tras su toma de posesión, el pasado 11 de marzo en Viña del Mar. Es la última investidura de un gobernante latinoamericano a la que ha acudido el Rey emérito. (EFE)

La pega que el Gobierno ve a que España quede representada por los jefes de Congreso y Senado —ahora mismo, los populares Ana Pastor y Pío García-Escudero— es que, por su dedicación a la política doméstica, no aprovechan del todo sus contactos con los gobernantes latinoamericanos. Tampoco son una solución "duradera", puesto que representan a las Mesas de las Cámaras en cada legislatura. A su favor, tienen su posición de representantes institucionales, y no partidarios, aunque tengan carné de una formación política.

Además de recuperar al Rey para los viajes a América Latina, Moncloa piensa en los presidentes de Congreso y Senado, y menos en Sánchez

Otra salida posible sería tirar del propio presidente del Gobierno. Mariano Rajoy acudió a la toma de posesión del presidente de Panamá el 1 de julio de 2014, la primera que tuvo lugar tras la abdicación de don Juan Carlos. A los 12 días. El Rey emérito acudió el 7 de agosto de ese año a la investidura del reelegido presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y esa fue de hecho su primera actividad oficial en solitario desde su renuncia al trono. En febrero de 2015 también representó a España en la toma de posesión del uruguayo Tabaré Vázquez. Después vinieron otros países: Argentina, Guatemala, Perú, República Dominicana y Chile. Este fue su último viaje oficial, en marzo de 2018. Asumía el mando el conservador Sebastián Piñera.

En La Moncloa no convence demasiado la idea de enviar al jefe del Ejecutivo a este tipo de ceremonias. Primero, porque el presidente viaja "sistemáticamente mucho", tiene una agenda muy repleta. También porque se quiere lanzar un mensaje "de Estado", institucional, que trascienda gobiernos y partidos.

placeholder Mariano Rajoy felicita a Juan Carlos Varela, presidente de Panamá, en su toma de posesión del 1 de julio de 2014, en la capital del país. (EFE)
Mariano Rajoy felicita a Juan Carlos Varela, presidente de Panamá, en su toma de posesión del 1 de julio de 2014, en la capital del país. (EFE)

¿Está descartado por completo el Rey emérito? No del todo, no todavía. Pero en el Ejecutivo sí reconocen que sus problemas de salud son un obstáculo objetivo. Al envío de don Juan Carlos tampoco ayuda el clima actual, circunstancia que no obstante no citan en el Gobierno, pero que es obvia: el exjefe del Estado está en el ojo del huracán desde hace meses por sus relaciones con Corinna Larsen, que habrían puesto al descubierto supuestos negocios privados. Unidos Podemos, socio parlamentario del PSOE, ha reclamado con insistencia una comisión de investigación sobre las presuntas actividades irregulares de don Juan Carlos, pero ha sido frenada por socialistas, populares y Ciudadanos. El Ejecutivo duda pues de que el exjefe del Estado, achacoso y con dificultades para soportar largos viajes transoceánicos, sea la mejor alternativa y el mejor delegado de la España de hoy.

El futuro, Leonor

El propio Pedro Sánchez tuvo que responder a una pregunta sobre la Corona en su primera rueda de prensa como presidente en La Moncloa. "Tenemos una monarquía renovada y ejemplar en la figura de Felipe VI", respondió. Entonces, ¿no era una institución "ejemplar" cuando estaba al frente de ella don Juan Carlos? La pregunta pilló con el pie cambiado al jefe del Ejecutivo. "También. También, también, también", replicó, intentando salir del paso.

Desde la Casa Real subrayan que no hay normas "rígidas ni establecidas", y que la representación la decide el Gobierno en coordinación con la Corona

El Ejecutivo, pues, sigue reflexionando sobre qué solución es la óptima, aunque tampoco hay demasiadas opciones. El relevo natural sería la princesa de Asturias, Leonor, que en octubre cumplirá 13 años. Ella es la llamada a la sucesión. Su padre asumió las funciones de representación institucional en Latinoamérica cuando estaba a punto de cumplir 28 años, al acabar su formación en Estados Unidos. Fue entonces, a su regreso de Norteamérica, cuando el Ejecutivo de Felipe González y la Jefatura del Estado acordaron que "siempre que fuera posible y conveniente para los intereses de la presencia de España en Iberoamérica estaría la Corona en las tomas de posesión en la figura del entonces Príncipe", como heredero, recuerdan en la Zarzuela.

placeholder Los Reyes, Felipe VI y Letizia, y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, el pasado 8 de septiembre en los Picos de Europa. (Reuters)
Los Reyes, Felipe VI y Letizia, y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, el pasado 8 de septiembre en los Picos de Europa. (Reuters)

Fuentes de la Casa del Rey se limitan a expresar a este diario que es el Gobierno el que "toma la decisión siempre de acuerdo con la Corona en todos y cada uno de los casos", y "no hay una norma rígida y establecida". De hecho, no hay una representación permanente. Cada vez que se acerca una investidura de un gobernante iberoamericano, el Consejo de Ministros acuerda un real decreto que especifica quién asumirá la delegación, texto que sale publicado en el BOE. Ahora habrá que ver qué se decide en el siguiente caso, en México, uno de los motores más importantes de todo el continente.

Durante casi 20 años, los gobiernos de España contaban con un apoyo y un activo fundamental en sus relaciones con América Latina: el príncipe Felipe. Era él, como heredero de la Corona, quien, desde 1996, acudía a las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos en representación del país, reforzando así los lazos con una inmensa región capital en la agenda exterior. Pero su proclamación como Rey, el 19 de junio de 2014, obligó al Gobierno —el de entonces, el de Mariano Rajoy— a buscarle un reemplazo, y lo halló en el monarca emérito, don Juan Carlos. Ahora, otro Ejecutivo, el de Pedro Sánchez, analiza distintas opciones, a la vista de que el exjefe del Estado tiene una salud delicada y sus últimos escándalos le han sacado de facto de la escasa agenda pública que aún mantenía. Una salida que maneja La Moncloa es que sea el propio Felipe VI, ahora como Rey, el que vuelva a asumir esa función, de forma más continua.

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