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Sánchez quiere implicar a la UE para buscar una solución dialogada en Venezuela
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EL PRESIDENTE PROSIGUE SU GIRA POR LATINOAMÉRICA

Sánchez quiere implicar a la UE para buscar una solución dialogada en Venezuela

Llega a una de las estaciones centrales de su viaje: Colombia. Ofrece apoyo para consolidar la paz con las FARC y disposición a ayudar en el desarme del ELN. Pero Venezuela entra en el menú

Foto: Sánchez conversa con el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, y su esposa, la escritora Almudena Grandes, en la residencia del embajador en Bogotá, este 29 de agosto. (EFE)
Sánchez conversa con el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, y su esposa, la escritora Almudena Grandes, en la residencia del embajador en Bogotá, este 29 de agosto. (EFE)

Pedro Sánchez llega a uno de los puntos centrales en su gira latinoamericana. Colombia. Un país al que lleva la oferta de mediación para su proceso de paz, siempre y cuando así lo demande el nuevo presidente, el conservador Iván Duque. Y un país también especialmente afectado por el éxodo masivo de venezolanos a consecuencia de la dramática crisis humanitaria (Bogotá contabiliza 1,2 millones de desplazados). Ambas cuestiones centrarán la entrevista de este jueves de los dos mandatarios en el palacio de Nariño, la residencia del líder colombiano.

La Moncloa ya asumía que las crisis de Venezuela y Nicaragua estarían muy presentes en el viaje de Sánchez por América Latina, aunque no pusiera un pie en ambos países. La situación explosiva que padece el país bolivariano ya emergió en la primera parada de la gira, en Santiago de Chile, el pasado lunes, en su comparecencia con su homólogo, Sebastián Piñera. Este fue tremendamente duro con Nicolás Maduro —“Venezuela ya dejó de ser una democracia”— y apostó por activar la aplicación de sanciones, una política de aislamiento y mano dura con Caracas que comparten los países integrantes del llamado Grupo de Lima.

El presidente español rehusó manifestarse en términos tan rotundos durante su rueda de prensa en Santiago. En su equipo explicaban que la diplomacia exige que, en una comparecencia con otro mandatario, impere la prudencia en las declaraciones cuando se alude a un tercer país. Pero en una entrevista con el diario chileno ‘El Mercurio’ sí subió el tono: “Yo creo que en Venezuela no se puede decir que hay una democracia cuando hay presos políticos” y cuando no hay “respeto a los derechos humanos”.

Sánchez: "Yo creo que en Venezuela no se puede decir que hay una democracia cuando hay presos políticos y no se respetan los derechos humanos"


En la misma entrevista, el líder socialista subraya que el problema con Venezuela no es el diagnóstico, sino la búsqueda de una solución. El Gobierno español está convencido de que no basta con denunciar los atropellos del régimen de Maduro, sino que hay que promover el diálogo primero entre los venezolanos, y con acompañamiento internacional. Y en esa salida España quiere implicar a la Unión Europea.

Foto: Pedro Sánchez recibe a Iván Duque el pasado 6 de julio, antes de que este tomara posesión como presidente de Colombia. (EFE)

Discrepancias con el Grupo de Lima

“Todo el mundo se queda en el diagnóstico, pero nadie propone una terapia. Quedarse solo en la condena hace que el régimen se repliegue. El Grupo de Lima [integrado, entre otros, por Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay o Perú] no propone salidas”, indicaba este miércoles a los periodistas un alto cargo del Ejecutivo que acompaña al presidente en su gira por América Latina.

"Queremos impulsar en la UE una discusión sobre Venezuela que vaya más allá de las sanciones. Las sanciones no impiden el diálogo", afirma Moncloa

La Unión Europea ha recurrido hasta ahora a sanciones limitadas y personalizadas para castigar a Caracas. “Pero nosotros queremos impulsar una discusión sobre Venezuela que vaya más allá de las sanciones. Las sanciones no impiden el diálogo. Nos gustaría ver una vinculación constructiva de la UE en la búsqueda de una solución que parta del diálogo entre los venezolanos y con acompañamiento internacional”, proseguían fuentes gubernamentales en su conversación con los periodistas que viajan con Sánchez, a bordo del Airbus presidencial, en el trayecto entre Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Bogotá.

El Ejecutivo cree que todos los esfuerzos diplomáticos han de conducirse a un mismo objetivo: evitar un golpe de Estado o incluso una guerra civil en Venezuela. El riesgo de un desenlace violento a la crisis, dada la fractura social tan enorme es “muy grave”. “Queremos más proactividad en la búsqueda de una solución viable”.

Sánchez se reúne con la colectividad española en Bolivia

No obstante, La Moncloa no se llama a engaño. Es consciente de las dificultades que hay para el diálogo, puesto que Maduro no emite señales de querer entenderse con la oposición —está cada vez más “encastillado”—, y esta se halla más dividida. El último intento de negociación entre las partes, en el que participaba el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, fracasó en Santo Domingo a principios de 2018. Es decir, que las condiciones no son las idóneas para la reanudación del diálogo. “Pero aunque sea difícil, hay que intentarlo. España no puede alejarse de una crisis como esta en un país latinoamericano”, indican desde el Ejecutivo. El equipo de Sánchez defiende que ser constructivo “no es ser buenista”, porque se trata de perseguir “un objetivo tan noble como buscar una solución al conflicto por medios pacíficos”. Sánchez sí rechaza por completo la política de “injerencia” en los países del hemisferio sur.

Foto: Inmigrantes venezolanos en la frontera con Ecuador. (Reuters)

Presión exterior

Pero a la situación interna que padece Venezuela se suma la crisis humanitaria. La “avalancha” de desplazados a los países limítrofes, los centenares de miles de ciudadanos que quieren huir del régimen y de la miseria. El Gobierno entiende que hace falta encontrar una solución concertada regional y que reciba el apoyo de la ONU, de ACNUR y de organizaciones humanitarias. Desde 2014 han salido de Venezuela 2,3 millones de personas, y Bogotá que calcula que de ellos 1,2 millones han atravesado sus fronteras. España, en caso de que se llegase a consensuar una salida al drama migratorio, está dispuesta a proporcionar todo tipo de asistencia técnica y humanitaria.

Sánchez quiere saber qué planes tiene Duque para consolidar los acuerdos con las FARC. España ve riesgos si hubiera una reforma de los acuerdos

En la reunión con Iván Duque, que tomó posesión el pasado 7 de agosto, además de Venezuela se abordará la cuestión del proceso de paz. El nuevo presidente colombiano, que pertenece al partido Centro Democrático, liderado por Álvaro Uribe —antecesor de Juan Manuel Santos, y verdadero azote de su política de distensión—, ha modulado el discurso duro que lució en campaña. Ha insistido, y así se lo hizo llegar a Sánchez en la entrevista que ambos mantuvieron en Madrid el mes pasado, cuando todavía no había asumido el cargo, que su compromiso con la paz es firme, y que las reformas que quiere introducir en los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC a los que llegó y firmó el Gobierno de Santos significarán una “paz sostenible”.

El Ejecutivo de Sánchez no duda de ese “compromiso con la paz” de Duque, pero también quiere que sea consciente de que tocar los acuerdos con las FARC supone “un riesgo”. Es más, desde La Moncloa relatan que otros actores internacionales le han subrayado esa misma idea. “La paz es un activo en Colombia y en toda la región, que queremos que sea preservado y que vaya adelante”, indicaban fuentes gubernamentales a los periodistas. Duque pretende recortar algunas contrapartidas concedidas a las FARC, pero estas tendrían que ser renegociadas con la guerrilla. Hasta el momento, esta se ha mantenido en silencio.

Sánchez promete a Morales mantenimiento de cooperación para agua en Bolivia

Inhibición de Rajoy

Sánchez, en consecuencia, quiere saber qué planes tiene Duque y qué demanda de España. El Gobierno sí quiere ayudarle a que la paz sea “irreversible y sostenible”.

El Gobierno se ofrece como país facilitador si Bogotá reanuda las conversaciones con el ELN y quiere que España eche una mano para desbloquear

La otra pata es el Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla colombiana, mucho menos importante que las FARC y menos jerarquizada. Santos, tras varias rondas de diálogo fallidas, no logró firmar la paz con el ELN, ni un alto el fuego. Duque, durante la campaña, aseguró que no era partidario de conducir una negociación como la que se había llevado a cabo, que primero debía haber una desmovilización permanente y una parada total de la violencia. Tras su toma de posesión, el presidente colombiano se comprometió a evaluar la situación y tomar una decisión en el plazo de 30 días. Plazo que aún no se ha cumplido.

Sánchez pide a los partidos eliminar el voto rogado antes de las elecciones de mayo

El Ejecutivo de Sánchez ofrece continuidad en el apoyo a los acuerdos con las FARC y disposición a acompañar el diálogo con el ELN en caso de que reanude las conversaciones Duque. España ejercería de país facilitador si Bogotá se lo pide. En las negociaciones últimas de La Habana con las FARC el Gobierno de Mariano Rajoy se inhibió, no participó. Ahora Sánchez quiere que España opte a ese papel de acompañante del proceso. La previsión es que en la declaración conjunta que firmen este jueves los dos mandatarios se incluyan las referencias al proceso de paz.

El presidente urge a los partidos a eliminar el voto rogado antes de las municipales de mayo

Pedro Sánchez ya ha consumido tres de los cinco días de su gira latinoamericana. Y en las tres paradas efectuadas hasta ahora (Chile, Bolivia y Colombia) ha lanzado un mismo mensaje a la colectividad española afincada en cada uno de esos países: la promesa de que hará todo lo posible para eliminar el voto rogado

Pero este miércoles, primero en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y después en Bogotá fue un paso más allá: quiere que esa modificación legislativa esté terminada en esta legislatura, cuanto antes. Antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo de 2019, precisó en la ciudad boliviana. 

A juicio del presidente, son "más que justas" las quejas de los emigrantes acerca de las dificultades que tienen para emitir su voto, y por tanto urgió a los grupos a que se pongan de acuerdo para tramitar la reforma en breve y el sufragio rogado sea "un mal recuerdo". "Os queremos en la vida política española, queremos escucharos", subrayó Sánchez. "Hay un consenso amplio para acabar con el voto rogado", recordó el presidente más tarde en Bogotá, en la recepción de la colonia española en la residencia del embajador de España en el país. 

Sánchez repartió su miércoles entre Bolivia y Colombia. Por la mañana compartió con Evo Morales un desayuno de trabajo y después un acto en el centro iberoamericano de formación de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). En este último, el presidente reiteró al dirigente indígena el compromiso de España para mantener la cooperación y permitir la llegada de agua potable y redes de saneamiento a distintos puntos del país, una cuestión absolutamente fundamental para el país. 

El agua es vida. Hoy he visto los progresos de #Bolivia en acceso al agua y saneamiento, derechos reconocidos por @ONU_es y recogidos en la #Agenda2030. El Gobierno ratifica su compromiso para disminuir la pobreza y ampliar la cooperación. Gran trabajo de @AECID_es #LATAM pic.twitter.com/IP3RwyBm8V

 

La cooperación española ha coadyudado a que en Bolivia, a través del Fondo de Cooperación de Agua y Saneamiento (FCAS), se amplíe el ejercicio del derecho al agua, una línea que se considera esencial para la lucha contra la pobreza y un factor clave para el desarrollo. Ello ha demandado la inversión de 94,99 millones de euros y ha posibilitado el acceso al agua y al saneamiento a más de 426.000 personas en zonas rurales y disperas. "El agua es vida", subrayó Sánchez ante Morales, a quien reconoció su "valentía" por haber incluido en la Constitución boliviana de 2009 el derecho fundamental al agua. 

"Tengan por seguro que el Gobierno español seguirá trabajando con el boliviano y con el resto de la comunidad internacional para sentar bases sólidas de modernización y desarrollo sostenible y duradero", se comprometió Sánchez durante su acto en la AECID. Tras ser despedido calurosamente por Morales y almorzar el menú elaborado por los alumnos de la Escuela Taller Chiquitos, voló hacia Colombia con su caravana. Este jueves se reunirá con el presidente del país, Iván Duque, y luego volará hacia la última estación de la gira, Costa Rica. En San José se entrevistará con su homólogo, el progresista Carlos Alvarado

Pedro Sánchez llega a uno de los puntos centrales en su gira latinoamericana. Colombia. Un país al que lleva la oferta de mediación para su proceso de paz, siempre y cuando así lo demande el nuevo presidente, el conservador Iván Duque. Y un país también especialmente afectado por el éxodo masivo de venezolanos a consecuencia de la dramática crisis humanitaria (Bogotá contabiliza 1,2 millones de desplazados). Ambas cuestiones centrarán la entrevista de este jueves de los dos mandatarios en el palacio de Nariño, la residencia del líder colombiano.

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