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Control de pasaportes, brazaletes... las trabas de los vecinos al éxodo venezolano
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los países vecinos comienzan a regular los flujos

Control de pasaportes, brazaletes... las trabas de los vecinos al éxodo venezolano

El flujo migratorio se ha incrementado en el último año y algunos países como Ecuador, Brasil y Perú han comenzado a restringir la entrada de sus vecinos

Foto: Inmigrantes venezolanos en la frontera con Ecuador. (Reuters)
Inmigrantes venezolanos en la frontera con Ecuador. (Reuters)

Ya son 2,3 millones los venezolanos que han abandonado su país en los últimos tres años, según los cálculos de Naciones Unidas. Se trata de migrantes que huyen de la fuerte crisis política y económica que asola la nación caribeña y que a su llegada a las fronteras de los países vecinos enfrentan grandes trabas que van desde el control de pasaportes a la identificación con brazaletes rojos de los venezolanos inmersos en la situación más precaria. Por no hablar de aquellos cuyas pertenencias ardían la semana pasada en Roraima (Brasil).

El flujo migratorio se ha incrementado en el último año de forma paralela al deterioro de la situación de Venezuela, y algunos países como Ecuador, Brasil y Perú, que inicialmente abrieron sus fronteras, han comenzado a restringir la entrada de sus vecinos. Nicolás Maduro devaluó el bolívar un 95% y multiplicó el salario mínimo y el gasto público como medidas para combatir la hiperinflación, aunque se estiman contraproducentes.

Los policías ecuatorianos en la frontera de Colombia han comenzado a colocar brazaletes rojos a los migrantes venezolanos que considera vulnerables, como mujeres con niños y embarazadas, para darles prioridad al momento de ser trasladados a la zona fronteriza con Perú.

placeholder Policías y inmigrantes venezolanos en el control de fronteras en Paracaima (Brasil).  (Reuters)
Policías y inmigrantes venezolanos en el control de fronteras en Paracaima (Brasil). (Reuters)

Esta medida tiene lugar en el marco del "corredor humanitario" que se creó en Ecuador para agilizar el traslado de los migrantes venezolanos desde el norte con Colombia hasta la frontera con Perú, país que desde este sábado comenzó a pedirles el pasaporte para cruzar a su territorio.

Los venezolanos están emigrando hacia el sur para llegar a Ecuador, Perú, Chile o Brasil. En el primero de estos países, el Gobierno planteó exigir pasaportes a los migrantes que intentaran atravesar las fronteras desde Venezuela. Un tribunal de Quito tumbó esta medida, y las autoridades ecuatorianas exigirán un "certificado de validez de la cédula de identidad, emitido por un organismo reconocido por el Gobierno". Medidas que complican el traslado de los venezolanos.

Perú es el segundo país que alberga a más inmigrantes de la República Bolivariana, unos 400.000 residentes, la mayoría llegados en el último año. Otros intentan llegar a Brasil para dirigirse a Colombia, Argentina u otros países latinoamericanos. Este sábado, un vuelo fletado con un centenar de venezolanos regresó al país caribeño desde Perú. Según las autoridades peruanas, los pasajeros tomaron la decisión de regresar a su país y el gobierno correrá con todos los gastos.

placeholder Ciudadanos venezolanos llegan a migración en la zona fronteriza de Huaquillas (Ecuador). (EFE)
Ciudadanos venezolanos llegan a migración en la zona fronteriza de Huaquillas (Ecuador). (EFE)

Junto a Ecuador, el país latinoamericano está intentando recuperar el control de pasaportes, que se había suspendido inicialmente para favorecer la huida de venezolanos. Mientras, el estado brasileño de Roraima, fronterizo con Venezuela, solicitó el cierre de la frontera y la restricción de acceso, pero el Gobierno federal se opuso y reiteró que es "ilegal".

El pasado sábado las tiendas y las pertenencias de decenas de venezolanos fueron incendiadas por moradores de Paracarima, una pobre ciudad del estado de Roraima, que recibe diariamente la llegada de cientos de inmigrantes.

El presidente brasileño,Michel Temer,aseguró que el 60% de los llegados desde Venezuela ya han atravesado las fronteras para dirigirse a otros países de Latinoamérica. Además, ha anunciado este domingo la creación de una misión humanitaria para la atención de los cerca de 5.000 inmigrantes que viven en los refugios de Roraima. "Nuestras fronteras están abiertas", reiteró.

La OIM alerta de la gravedad de la crisis

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha alertado este viernes de que, de continuar la tendencia actual, la crisis migratoria provocada por el éxodo de venezolanos podría alcanzar niveles similares a la sufrida en el mar de Mediterráneo.

"Esto está creciendo hasta un momento crítico que ya hemos visto en otras partes del mundo, particularmente en el Mediterráneo", ha dicho el portavoz de la OIM, Joel Millman, en una rueda de prensa ofrecida desde Ginebra. Millman ha considerado que ha llegado la hora de "empezar a establecer prioridades, fondos y mecanismos para gestionar esto tan pronto como sea posible".

Foto: Uno de los 54 inmigrantes rescatados en junio en las cercanías de Motril. (EFE)

Millman ha criticado los controles de pasaportes recordando que "hay un montón de inmigrantes, en concreto adolescentes y algunos menores no acompañados, que puede que no tengan acceso a este tipo de documentos".

"La paciencia se está agotando. Es un número muy grande (de migrantes venezolanos) que tenemos que empezar a asimilar", ha indicado. Los jefes de ACNUR y la OIM, Filippo Grandi y William Lacey Swing, respectivamente comparecieron el jueves en rueda de prensa para exigir un mayor apoyo de la comunidad internacional a los migrantes venezolanos.

Representantes de las agencias de migración de Colombia, Ecuador y Perú se reunirán la próxima semana en Bogotá a la espera de que se celebre una cumbre regional para consensuar una respuesta a la crisis migratoria.

Ya son 2,3 millones los venezolanos que han abandonado su país en los últimos tres años, según los cálculos de Naciones Unidas. Se trata de migrantes que huyen de la fuerte crisis política y económica que asola la nación caribeña y que a su llegada a las fronteras de los países vecinos enfrentan grandes trabas que van desde el control de pasaportes a la identificación con brazaletes rojos de los venezolanos inmersos en la situación más precaria. Por no hablar de aquellos cuyas pertenencias ardían la semana pasada en Roraima (Brasil).

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