La inmigración, el 'problema' que más crece en el CIS (y que está sobrestimado)

La preocupación de los españoles por la inmigración crece casi más rápidamente que la inmigración misma. La llegada de personas extranjeras es el asunto que, con respecto a julio de hace un año, más puntos gana entre los tres 'principales problemas' del país por los cuales el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pregunta a la ciudadanía. El 11,1% de los entrevistados ha situado la inmigración en ese listado, 6,4 puntos más que en julio de 2017.

El asunto se ha convertido así en el quinto que más inquietud genera, por detras del paro, la corrupción, los políticos y los problemas de índole económica, aunque solo una minoría (2,6%) lo sitúa como primero de los problemas. Como resumía la Fundación Funcas en su informe de este mes de julio, la sociedad española no está "ni excesivamente inquieta ni despreocupada" con la inmigración.

El trabajo de campo del CIS se realizó en los primeros 10 días del mes pasado, por lo cual no recoge la situación de emergencia en la que se encuentra el sistema de acogida de inmigrantes en España, aunque sí el aumento de llegadas por vía marítima que se viene produciendo desde comienzos de año. Aun así, las llegadas de extranjeros desde África, menos de 35.000 en 2017, representa solo un 13% del total de inmigrantes que recibe España desde todo el mundo.

La percepción de la presencia de población inmigrante es, en España, una de las más desfasadas de la Unión Europea. De acuerdo con el último Eurobarómetro, realizado a finales de 2017, los españoles creen que un 23,2% de la población es inmigrante, cuando el dato real es el 8,8%. Solo en Italia es mayor la diferencia entre percepción y realidad.

España, según el mismo indicador comunitario, es también uno de los países que más sobreestiman la proporción de inmigrantes que residen ilegalmente en el país. Un 38% de españoles piensa (equivocándose) que hay más inmigrantes ilegales que legales, un dato nueve puntos superior a la media de la UE (29%). Aun así, seis de cada 10 españoles creen que el impacto de la inmigración es positivo y un 78% está de acuerdo en que los inmigrantes ayudan a cubrir puestos de trabajo para los cuales costaría encontrar candidatos españoles.

Problema compartido por clases

El citado informe de Funcas, además de detectar una inquietud latente, recuerda la importancia de "hacer un seguimiento cuidado de la evolución de la cuestión en los próximos meses, en el contexto de unas sociedades europeas que muestran claros signos de preocupación creciente por este tema".

Las fuerzas políticas ya han tomado nota. Los que más están sacando partido político —con declaraciones y visitas personales— a la actual situación de llegadas en la frontera sur, Pablo Casado y Albert Rivera, son también los que cuentan con los votantes que más inquietos se muestran con el tema. Quienes en las últimas elecciones optaron por el Partido Popular y Ciudadanos son los que más han señalado el asunto como problemático.

Por clases sociales, las que el CIS denomina 'viejas clases medias' (principalmente empresarios, autónomos y agricultores) son las que se muestran más preocupadas por la situación migratoria, pero las diferencias de estatus no hacen variar en exceso esta percepción. Las diferencias más destacadas que registra el CIS son entre generaciones. En concreto, un 16,1% de los entrevistados entre 55 y 64 años lo ha calificado como problema, frente a un 6,7% de los más jóvenes. El dato, curiosamente, sube a medida que aumenta la edad de los entrevistados... hasta llegar a la de jubilación.