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Sánchez defiende a su ministra de Justicia y se da un baño de memoria histórica en Chile
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PROSIGUE LA GIRA LATINOAMERICANA DEL JEFE DEL EJECUTIVO

Sánchez defiende a su ministra de Justicia y se da un baño de memoria histórica en Chile

El presidente visita el Museo de la Memoria, que recuerda los crímenes de la dictadura de Pinochet, y se cita con la hija de Allende. Muestra su "absoluta confianza" en Delgado tras el caso Llarena

Foto: Pedro Sánchez conversa con la senadora Isabel Allende, hija del fallecido presidente, este 28 de agosto en Santiago de Chile. (EFE)
Pedro Sánchez conversa con la senadora Isabel Allende, hija del fallecido presidente, este 28 de agosto en Santiago de Chile. (EFE)

La memoria histórica, la represión de la dictadura, los métodos de resistencia de los presos políticos. Todo eso también recorrió la visita de Pedro Sánchez en Santiago de Chile. Justo en un momento en que el debate en España está atravesado por la próxima exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, cuyo primer paso fue dado por el Ejecutivo el pasado viernes. El presidente quiso dotar a su viaje al país latinoamericano no solo de un fuerte contenido diplomático y económico. También lanzó un mensaje de profunda carga simbólica, al acercarse al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y reunirse con Isabel Allende, la hija del presidente muerto en 1973, en la casa familiar. Eran dos puntos de su cargada agenda en la ciudad que a su vez, como ocurriera este lunes, estuvo marcada por la actualidad en España y el cuestionamiento de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en quien Sánchez sigue teniendo "absoluta confianza". No la dejará caer, y menos por la "liguilla de las derechas" entre PP y Ciudadanos.

El Museo de la Memoria fue inaugurado en 2010 por la entonces presidenta chilena, la socialista Michelle Bachelet. El propósito del espacio es "dar visibilidad a las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado entre 1973 y 1990", bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y pretende "dignificar a las víctimas y a sus familias, y estimular la reflexión y el debate sobre la importancia del respeto y la tolerancia", para que precisamente esos hechos no se repitan. A través de objetos, cartas, documentos y archivos en diferentes soportes, es posible conocer esa parte de la historia negra de Chile: el golpe de Estado que derribó a Salvador Allende en 1973 —hay controversia sobre si fue asesinado o se suicidó—, la represión posterior, la resistencia, el exilio, la solidaridad internacional y el combate por los derechos humanos.

Sánchez encajó la visita al museo como un acto de última hora, previo a la reunión con la hija de Allende, que ella había solicitado. El presidente recorrió el centro prácticamente a la carrera. Guiado por el director del museo y la ministra chilena de Cultura, paseó por las salas y se detuvo un tiempo, en respetuoso silencio, frente a fotografías de las víctimas de la dictadura. Después, firmó en el libro de visitas: "A la dirección y los trabajadores del museo, con la esperanza de que la memoria democrática de nuestros pueblos alumbren un futuro de paz. Un abrazo", escribió.

Sánchez visita el Museo de la Memoria de Chile y se reúne con Isabel Allende


Fuentes del equipo del presidente informaron a los periodistas que le acompañan en su primera gira por Latinoamérica que para él era muy importante conocer el espacio inaugurado por Bachelet en 2010. No solo porque el debate está de plena actualidad en España, sino porque Sánchez admira a Allende, el presidente que se convirtió en un faro para todo el continente y para la izquierda pese a su corto mandato.

Foto: Cementerio de Mingorrubio, con el panteón de la familia Franco al fondo. (David Brunat)

Apretada agenda

También por ello Sánchez hizo un hueco en su agenda para reunirse con Isabel, la hija de Allende, que aún es senadora en el país. Ella quería conocerle y enseñarle la casa familiar, que conserva aún partes intactas (como el despacho del exmandatario y la librería), y le entregó la medalla presidencial de su padre. El equipo encajó ambas visitas de forma consecutiva, después de que el presidente hubiera desayunado con empresarios españoles en el país y se hubiera reunido con los jefes de las dos Cámaras parlamentarias de Chile (en el llamado exCongreso, el inmueble que congregaba al Congreso y al Senado antes de 1973) y antes de encontrarse con la colectividad española en la residencia del embajador, Carlos Robles.

El recorrido del líder socialista por la memoria democrática del país latinoamericano cobra más relieve que nunca en España, puesto que a la exhumación de Franco se suman los planes del Ejecutivo para resignificar el Valle de los Caídos, para hacer de él un verdadero monumento a la reconciliación y al recuerdo de las víctimas. Planes que aún no se han concretado porque dependerán de la tramitación como proyecto de ley del decreto que posibilita la salida del dictador de la basílica.

El Gobierno enmarca el anuncio del PP en la "liguilla de derechas" entre los de Casado y los de Rivera, pero considera la estrategia "cortoplacista"

Mientras Sánchez iba completando su agenda en Chile —en la tarde de este martes (noche en España) volará con su delegación a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, para continuar su gira—, en España continuaba arreciando la polémica respecto a la defensa del juez del Supremo Pablo Llarena frente a la demanda civil presentada por el 'expresident' Carles Puigdemont y cuatro de sus 'exconsellers'.

Celebración del 'error' de transcripción

El presidente ya intentó zanjar la polémica anoche, tras su entrevista con el presidente chileno, Sebastián Piñera. Entonces apuntó que las acciones legales de los políticos independentistas desde Bélgica no eran una "cuestión privada", sino de Estado. Así culminaba el viraje dado por el Gobierno y materializaba la rectificación respecto a la postura inicial defendida por la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que era la de no proporcionar amparo al magistrado por sus manifestaciones privadas. Este martes, el PP pidió el cese de Delgado y su reprobación parlamentaria, que tiene garantizada en el Senado, Cámara en la que goza de mayoría absoluta.

En La Moncloa subrayan que el Gabinete sí tiene un proyecto para Cataluña y también la importancia de que el Consejo de Ministros viaje a Barcelona

El Ejecutivo, según fuentes de La Moncloa, no se muestra sorprendido por la actitud del principal partido de la oposición. La ofensiva de PP y Ciudadanos era "lo esperado", pero el Gobierno ha marcado una línea política y el debate está zanjado tras las palabras del lunes de Sánchez. El anuncio del partido de Pablo Casado es para el Gobierno "papel mojado", una demostración de que está siguiendo una "estrategia cortoplacista", que hay que entender bajo el marco de su competición con Albert Rivera, en esa "liguilla de derechas" en la que los naranjas están comiendo terreno a su rival. Es más, en La Moncloa explican que PP y Cs están empatados en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, mientras que en Andalucía, la primera comunidad que previsiblemente se someterá al veredicto de las urnas, los de Rivera están mejor que lo que arrojan las encuestas.

placeholder La ministra de Justicia, Dolores Delgado, con la secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda, este 27 de agosto en Madrid. (EFE)
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, con la secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda, este 27 de agosto en Madrid. (EFE)

En cualquier caso, Delgado cuenta con el apoyo del presidente. En su equipo subrayan su valía. Es una ministra "fantástica" y cuenta con la "absoluta confianza" de Sánchez. Es más, ambos ayer conversaron, como hablan todos los días.

En el Gobierno también hicieron alusión desde Santiago al supuesto error de traducción de la demanda de Puigdemont contra Llarena. Mientras que en la declaración en castellano el magistrado pone a salvo la presunción de inocencia de los encausados —"No es el caso que estamos llevando ahora en el Tribunal Supremo, se trata de comportamientos que aparecen recogidos en nuestro Código Penal y que, con independencia de cual haya podido ser la motivación que les haya llevado a las personas a cometerlos, si es que esto ha sido así, pues tienen que ser investigados—, en la traducción jurada al francés desaparece esa prevención: los procesados "sí" cometieron delitos y por tanto "hay que hacer una investigación". Ese error puede dar armas a la defensa de Llarena, y eso es lo que precisamente celebra el Gobierno, que se congratula de que los ciudadanos puedan conocer las actitudes de determinados dirigentes independentistas.

Desde el círculo del presidente se remitían a las palabras de ayer de su jefe, cuando adelantó que, como muestra del compromiso del Ejecutivo con Cataluña, hará que antes de fin de año el Consejo de Ministras y Ministros salga de La Moncloa y se convoque una vez en Barcelona y otra en Andalucía. Fuentes gubernamentales insisten en que Sánchez sí tiene un proyecto para Cataluña, que es el respeto escrupuloso a su autogobierno y la intención de resolver los problemas reales de los ciudadanos.

Encuentro con empresarios y promesa de que acabará con el voto rogado

La agenda de Pedro Sánchez este 28 de agosto en Chile comenzó muy temprano, poco después de las ocho, con un desayuno de trabajo con empresarios españoles instalados en el país, con la intención de mostrarles todo el apoyo del Ejecutivo. Al encuentro acudieron representantes, según informaron fuentes oficiales, de Acciona Infraestructuras, Aenor Chile, la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile (que tiene cerca de 300 compañías asociadas), Codorníu, Elecnor, Iberia, Ingenia Global Limitada, Indra Sistemas, Llorente & Cuenca, OHL, Red Eléctrica de España, Sacyr Concesiones, Salamanca Food, Ediciones Santillana y Serproen

Más tarde, Sánchez se entrevistó con los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Chile en el edificio del exCongreso, el que sirvió como sede de ambas Cámaras hasta la caída de Salvador Allende, en 1973. Hoy el inmueble se sigue usando para reuniones parlamentarias, aunque la sede oficial se trasladó a la ciudad de Valparaíso. 

Tras la visita al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y a la senadora Isabel Allende, Sánchez acudió a la residencia del embajador de España en Chile, Carlos Robles, para reunirse con la colectividad española. Ante ella, y como ayer hiciera tras su entrevista con Sebastián Piñera, se comprometió a hacer todo lo posible para eliminar el voto rogado para los emigrantes españoles. 

La memoria histórica, la represión de la dictadura, los métodos de resistencia de los presos políticos. Todo eso también recorrió la visita de Pedro Sánchez en Santiago de Chile. Justo en un momento en que el debate en España está atravesado por la próxima exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, cuyo primer paso fue dado por el Ejecutivo el pasado viernes. El presidente quiso dotar a su viaje al país latinoamericano no solo de un fuerte contenido diplomático y económico. También lanzó un mensaje de profunda carga simbólica, al acercarse al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y reunirse con Isabel Allende, la hija del presidente muerto en 1973, en la casa familiar. Eran dos puntos de su cargada agenda en la ciudad que a su vez, como ocurriera este lunes, estuvo marcada por la actualidad en España y el cuestionamiento de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en quien Sánchez sigue teniendo "absoluta confianza". No la dejará caer, y menos por la "liguilla de las derechas" entre PP y Ciudadanos.

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