Sánchez recibió en secreto a Iglesias en la Moncloa para explorar pactos en el Congreso

Pedro Sánchez está en la Moncloa, pero su poder tiene cimientos poco sólidos por su exigua minoría parlamentaria en el Congreso. Necesita alianzas con otras fuerzas. Y especialmente con Podemos, el partido más próximo ideológicamente al PSOE y el que se ha prestado a colaborar con el nuevo Gobierno sin demasiadas condiciones. El primer paso en la consolidación de esa relación preferente con la formación morada se dio este jueves, cuando el presidente recibió en secreto a Pablo Iglesias.

La entrevista no fue publicitada ni antes ni después, y tuvo lugar en la sede gubernamental, en la Moncloa. Desde el entorno del jefe del Ejecutivo no ofrecían este sábado muchos detalles, pero sí confirmaban la cita, adelantada por 'La Vanguardia'. En el Gobierno se esfuerzan por dar un carácter de "absoluta normalidad" al despacho con Iglesias, porque "reuniones de este tipo con líderes políticos se van a mantener", tanto en la Moncloa como en el Congreso, ya que esa es "la voluntad del presidente". "Normalidad democrática, sin más", insistían.

En el Ejecutivo dan al encuentro un carácter de "absoluta normalidad", y adelantan que habrá más citas con líderes políticos, en Moncloa o Congreso

El objetivo de este primer encuentro conocido tras su llegada al poder, siempre según el entorno de Sánchez, fue debatir la puesta en marcha de distintas iniciativas parlamentarias, de las leyes que pueden sacarse adelante en el Congreso en esta legislatura ya en marcha. El Gobierno no adelanta conclusiones ni si la cita sirvió para forjar una entente más estable, que es el objetivo declarado de Iglesias. "Es un encuentro enmarcado en la absoluta normalidad, como muchos que vendrán. La nueva política va a ser esto y el diálogo, escuchar, es un sello del nuevo Gobierno, justo lo que no hacía el del PP", apuntaban fuentes del círculo presidencial. Iglesias, en declaraciones a este periódico, no quiso revelar el contenido exacto de la conversación, pero sí precisó que tiene línea directa con el jefe del Ejecutivo y que ambos hablan mucho por teléfono.

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La búsqueda de un acuerdo sólido con Sánchez fue lo que afirmó ayer viernes Iglesias ante el máximo órgano de dirección de su partido, el consejo ciudadano estatal: ofreció a Sánchez ser su "principal socio" en el Ejecutivo y sostenerlo si pone en pie una agenda de veinte medidas a lo largo de la legislatura y que empiecen a asomar en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Ese es el trato que ofrece Podemos a cambio de dos años tranquilos en el Congreso, Cámara en la que, como recordó, el PSOE solo dispone de 84 diputados.

El líder morado ofreció estabilidad para el resto de la legislatura a cambio de 20 medidas prioritarias en las que PSOE y Podemos podrían tejer acuerdos

Iglesias emplazó al presidente a "mirar" a su izquierda y acordar con Unidos Podemos —la suma alcanza los 156 parlamentarios— una lista de 20 iniciativas prioritarias, como blindar la revalorización de las pensiones conforme al IPC y eliminar el factor de sostenibilidad, derogar la ley mordaza y las dos últimas reformas laborales (la del PSOE, de 2010, y la del PP, de 2012), subir el salario mínimo a mil euros, recuperar el dinero del rescate bancario, reformular la ley de arrendamientos urbanos para frenar los alquileres abusivos, reducir las jornadas laborales, caminar hacia una ley electoral más proporcional, cerrar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o acabar con el impuesto al sol.

En Podemos entienden que hay una oportunidad para avanzar hacia una agenda social, ocasión que hay que "aprovechar" para convertir sus propuestas "en leyes de verdad". Despreciarla sería un "error histórico". La formación morada desliza así que es partidaria de agotar la legislatura, un objetivo que el PSOE ve cada vez con mejores ojos, pese a que antes de la moción de censura Sánchez aseguraba que en cuanto se normalizase la vida institucional y democrática llamaría a las urnas.

Hay algunas iniciativas en las que es más posible el acuerdo, como el blindaje de la subida de las pensiones o una norma de igualdad retributiva, pero otras son más complicadas de aceptar para el PSOE, como la vuelta a una regulación del mercado de trabajo anterior a 2010 o cambiar la normativa electoral sin consenso.

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Con el conocimiento de la reunión del pasado jueves, se conectan mejor las palabras y los gestos de las horas siguientes. Así, el Consejo de Ministros procedió, ayer viernes, a levantar el veto sobre 18 iniciativas parlamentarias que el Ejecutivo de Mariano Rajoy había impuesto. La próxima semana, hará lo mismo con otras 40 proposiciones frenadas. Y la oferta de Iglesias al PSOE hecha pública ante el consejo ciudadano de Podemos no pillaba seguramente de nuevas al presidente. El encuentro secreto también demuestra que los dos líderes buscan acuerdos, no solo fotos.

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La primera prueba de fuego para el nuevo Ejecutivo será la aprobación del techo de gasto, que el Parlamento deberá aprobar antes de las vacaciones del verano. Son la pieza indispensable para la elaboración de los Presupuestos de 2019, y en la que el PSOE deberá reflejar el cambio respecto al PP. Es previsible que Hacienda apueste por una política más expansiva, aunque también Sánchez ha reiterado que su Gobierno será cumplidor con las obligaciones marcadas desde Bruselas.