Rajoy confía en la presión del empresariado vasco para mantener 'firme' al PNV

El Gobierno afronta el debate de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy pendiente de la decisión del PNV y con sus últimas esperanzas puestas en la sensibilidad de los jefes de los peneuvistas hacia el mundo económico, el empresarial y el financiero, sobre todo las compañías con domicilio social y fiscal en las provincias vascas. Fuentes del equipo económico del Gobierno recuerdan que ese factor fue muy importante en la negociación previa de los Presupuestos Generales del Estado y que el compromiso con la estabilidad en ese terreno necesita prolongarse.

"Tendrán que elegir de entrada entre los beneficios de la ejecución presupuestaria garantizada desde la última semana de junio en todas las partidas que más les interesan, o esperarse a que Sánchez forme Gobierno, que los nuevos ministros aterricen y que entren después en materia". Es la reflexión que hacen en el PP sobre la primera variable que esperan que manejen en la dirección del PNV a la hora de decantarse por aupar al dirigente socialista a La Moncloa o mantener la estabilidad económica con el gabinete de Rajoy, al menos en lo que queda de ejercicio.

En los mismos medios reconocen que el Gobierno no puede hacer más cesiones al PNV a cambio de su apoyo, que en este caso sería la abstención de los cinco diputados, mientras que el PSOE a medio plazo podría ser más débil o proclive a sus intereses nacionalistas. Se refieren en concreto a una nueva política penitenciaria que beneficiara a los presos de ETA o a acuerdos sobre un nuevo estatuto para la comunidad autónoma vasca en términos confederales y dentro de las teorías de la "España plurinacional" de Sánchez.

En el PP dan por hecho que, además de las llamadas de Rajoy, los responsables de las principales empresas radicadas en el País Vasco, energéticas como Iberdrola o las entidades financieras grandes y pequeñas, habrán enviado mensajes de preocupación a los dirigentes nacionalistas por los índices bursátiles y la subida de la prima de riesgo registrados desde que el PSOE presentó su moción de censura.

Según insisten en el Grupo Popular, la noticia de la formación de un Gobierno aún más débil que el saliente, con 84 diputados y el apoyo de populistas de izquierdas como Podemos o independentistas catalanes o batasunos, agravaría el panorama económico hasta poner el peligro la recuperación experimentada en los últimos años. Esa nueva mayoría parlamentaria estaría además en condiciones de derogar las reformas de la última legislatura larga, la primera, la laboral.

Opinión

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Es en los citados medios del equipo económico donde, en medio de los nervios generalizados entre los diputados y senadores del PP, se muestran más optimistas sobre la decisión que pueda anunciar el PNV a última hora, pese a la división que se da en el seno del partido.

El mensaje oficial es que el Gobierno vasco como tal y la mayoría de los principales dirigentes nacionalistas (de Vizcaya) son partidarios de la abstención, que permitiría la continuidad de Rajoy, pero que buena parte de los cuadros medios prefieren colaborar con los socialistas. En esas condiciones, y antes de la reunión de este jueves del Euskadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar hizo llegar a Rajoy el mensaje de que no está en condiciones de decir cuál será la decisión final del PNV.