Es noticia
Puigdemont: el pesimismo invade el TS mientras Alemania pide 30 días más
  1. España
nuevo portazo de schleswig-holstein a la rebelión

Puigdemont: el pesimismo invade el TS mientras Alemania pide 30 días más

Se aferra a la posibilidad de pelear tras el fallo definitivo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ante el que prevé discutir las bases mismas de la confianza entre estados

Foto: Puigdemont posa en su residencia temporal de Berlín. (EFE)
Puigdemont posa en su residencia temporal de Berlín. (EFE)

Las puertas de la extradición de Carles Puigdemont a España por un delito de rebelión continúan cerrándose. El último portazo ha resultado especialmente duro para el Tribunal Supremo, que pasó este martes de la alegría al pesimismo en solo unas horas. Una de cal: la Fiscalía de Schleswig-Holstein hacía público que va a defender la tesis española ante los tres magistrados del Land y que asume el criterio del Ministerio Público que dirige Julián Sánchez Melgar. Antes de que acabara la mañana llegó la de arena: los magistrados que tienen en sus manos la decisión no accedieron a la detención porque consideran que pese a las pruebas suplementarias remitidas desde el TS, nada ha cambiado.

[Más información: El eje Carles Puigdemont-Quim Torra se queda con una Generalitat vacía de contenido]

Las señales de que se prepara el varapalo final son cada vez más evidentes, aunque la decisión no es inminente y queda aún un resquicio mínimo de esperanza. Según apuntan las fuentes consultadas, el tribunal del Land quiere más tiempo para valorar y prevé reclamar que se amplíe por otros 30 días el plazo de tramitación, que finalizaba el próximo 26 de mayo. Mientras la Fiscalía germana prepara en estos momentos el escrito para pedir la admisión de la extradición de Puigdemont por los delitos de rebelión y malversación, la defensa afina los argumentos en contra y ya augura que tampoco se accederá a la sedición.

Catalá sobre Puigdemont y la Justicia alemana: "No hay una decisión final"

Al Supremo no le vale una entrega condicionada o limitada únicamente a la malversación. Se aferra a la posibilidad de pelear tras el fallo definitivo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ante el que prevé discutir las bases mismas de la confianza entre estados que sustentan la euroorden. Ese será el último tiro. Si no acierta en la diana, Puigdemont no será juzgado salvo en el caso remoto de que regrese a España y sea detenido en nuestro territorio.

No obstante, aún quedan por delante unas semanas de incertidumbre. La partida en el tablero alemán se juega entre la Fiscalía, que ha argumentado su petición de dictar nuevamente el ingreso en prisión del 'expresident' en base a las nuevas pruebas facilitadas, y los jueces Martin Probst, Matthias Hohmann y Matthias Schiemann, que no aprecian diferencias con su primer criterio, en el que ya cerraban la puerta a la entrega por rebelión. La negativa belga sobre los 'exconsellers' por el supuesto defecto de forma sigue sobrevolando el caso y puede sentar precedente.

La dimensión de los disturbios

El Ministerio Público peleará el cambio en su valoración con especial atención a los vídeos remitidos, unos 40. "Muestran los actos violentos contra fuerzas policiales españolas", dicen textualmente los fiscales. "Los disturbios tenían tal dimensión, que la Fiscalía parte de la base de que hay que extraditar por rebelión. Según la ley alemana, se tomaría en consideración no solo el delito por alta traición, sino en todo caso también por perturbación del orden público en caso particularmente grave", indica su comunicado emitido.

Foto: El expresidente catalán, Carles Puigdemont. (EFE)

El tribunal contesta que no lo ve. Para los tres jueces, los indicios suplementarios y la confirmación de la postura de la Fiscalía no son bastantes para cambiar las medidas cautelares impuestas por un nuevo encarcelamiento. El pasado 5 de abril, Puigdemont quedó libre tras pasar cinco días en la cárcel de Neumünster. Tuvo que abonar 75.000 euros y realizar comparecencias periódicas. No puede abandonar el territorio alemán.

Las puertas de la extradición de Carles Puigdemont a España por un delito de rebelión continúan cerrándose. El último portazo ha resultado especialmente duro para el Tribunal Supremo, que pasó este martes de la alegría al pesimismo en solo unas horas. Una de cal: la Fiscalía de Schleswig-Holstein hacía público que va a defender la tesis española ante los tres magistrados del Land y que asume el criterio del Ministerio Público que dirige Julián Sánchez Melgar. Antes de que acabara la mañana llegó la de arena: los magistrados que tienen en sus manos la decisión no accedieron a la detención porque consideran que pese a las pruebas suplementarias remitidas desde el TS, nada ha cambiado.

Carles Puigdemont Tribunal Supremo Oriol Junqueras
El redactor recomienda