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ETA busca que su anunciada disolución tenga el aval internacional y de las instituciones
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persigue la máxima repercusión con una cumbre previa el 4 de mayo

ETA busca que su anunciada disolución tenga el aval internacional y de las instituciones

La banda terrorista va a calcar el modelo que precedió a su declaración del cese de la violencia en 2011 con la celebración de una cumbre similar a la de Aiete en la localidad francesa de Cambo

Foto: Representantes del GIC, Foro Social Permanente y Bake Bidea dan lectura a una declaración este lunes en Bayona. (EFE)
Representantes del GIC, Foro Social Permanente y Bake Bidea dan lectura a una declaración este lunes en Bayona. (EFE)

ETA persigue que el proceso que derive en su anunciada disolución tenga el aval internacional y de las instituciones vascas. Para ello, la hoja de ruta diseñada por la banda terrorista para llegar a lo que denomina “fin de ciclo” pasa por calcar el modelo que precedió a su declaración del cese de la violencia de octubre de 2011 con la celebración de una cumbre en la Casa de la Paz de Aiete, en San Sebastián. Este encuentro reunió a personalidades internacionales lideradas por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan y contó con la presencia de dirigentes del PNV y del PSE, así como del Ayuntamiento donostiarra y la Diputación de Guipúzcoa, si bien estas instituciones estaban controladas entonces por el brazo político de la banda terrorista, EH Bildu.

La ‘Declaración de Aiete’ suscrita en esa cumbre sirvió de pista de aterrizaje para que ETA anunciara tres días después, el 20 de octubre de 2011, el cese de su actividad armada. Seis años y medio después la banda terrorista busca repetir la historia con otra cumbre el próximo viernes 4 de mayo que dará paso al posterior comunicado -presumiblemente el día posterior- en el que la banda terrorista anunciará su final. El lugar escogido en esta ocasión es la localidad francesa de Cambo-les-Bains, situada cerca de Bayona, lugar en el que la banda terrorista llevó a cabo hace ahora poco más de un año el acto de escenificación de su desarme parcial, en un palacete de principios del siglo XX conocido como Villa Arnaga.

Ha habido mucha expectación mediática y muy poca información sobre un proceso envuelto en una gran nebulosa. Incluso, ni se ha nombrado a ETA

Los escasísimos detalles que a día de hoy se conocen del proceso que rodea al anunciado final de ETA han sido desvelados esta tarde en una multitudinaria rueda de prensa en un hotel de Bayona en la que han participado representantes del Grupo Internacional de Contacto (GIC), impulsor de la Conferencia de Aiete, y de los organismos Foro Social Permanente y Bake Bidea, que no han admitido preguntas. La comparecencia evidencia que todo lo que rodea a este final está envuelto en una gran nebulosa. Todo lo que rodea al anunciado capítulo final de ETA está sin aclarar. Incluso, ni siquiera quienes ejercen de mediadores de la banda terrorista nombran a ETA en la declaración hecha pública esta tarde. Tampoco se adelanta en el texto si el término que empleará la organización terrorista será el de “disolución” o incluso el de “desmovilización”, la palabra que emplean los impulsores de esta cumbre a la hora de referirse al final de ETA. Únicamente se habla de que a principios de mayo se darán “nuevos avances” tras los logrados en 2011 con la conferencia de Aiete y en 2017 con la escenificación del desarme en Bayona. "Hoy hay condiciones para nuevos pasos relevantes", se ha resaltado sin aportar ninguna concreción.

Foto: Pintadas a favor de ETA en Vitoria. (EFE)
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Ha habido gran expectación mediática, muy poca información y mucha incertidumbre. Ha sido ante todo una declaración con tintes propagandísticos para invocar a la comunidad internacional y a las instituciones y diferentes organizaciones sociales del País Vasco de cara a un acto que se pretende tenga la máxima repercusión posible. El representante del GIC Raymond Kendall ha resaltado que la cumbre del 4 de mayo, bautizada como 'Encuentro internacional para avanzar en la resolución del conflicto en el País Vasco', será “primordial” en el camino hacia una “paz justa y duradera”. Ahora, los impulsores de este foro previo a la anunciada declaración de disolución de ETA están cursando las invitaciones a todos los niveles para lograr el mayor aval político e institucional a un encuentro que catalogan de “nuevo hito” en sintonía con el encuentro de Aiete. Y es que antes de celebrarse la cumbre de Cambo, sus organizadores ya la comparan en trascendencia con la de 2011 de San Sebastián.

Está por ver cuál será la postura de los gobiernos vasco y navarro, en manos del nacionalismo. A la cita de Aiete no acudió el Ejecutivo de Patxi López

Los organizadores de este encuentro anuncian la presencia de representantes institucionales, políticos y sociales, y de personalidades internacionales. En Aiete, junto a Annan, estuvieron presentes Jonathan Powell, el que fuera jefe del gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair, el presidente del Sinn Féin Gerry Adams o el exprimer ministro de la República de Irlanda Bertie Ahern. Ahora está por ver cuál será la postura de los Gobiernos vasco y navarro, en manos del nacionalismo, ante este evento. En Aiete, las dos instituciones vascas que participaron en la cumbre estaban controladas por la izquierda ‘abertzale’. Ni el Gobierno español ni el vasco, liderados por los socialistas José Luis Rodríguez Zapatero y Patxi López, avalaron esta cumbre de forma oficial, si bien los socialistas vascos dieron su respaldo político a esta cumbre con su presencia en la misma. También lo hizo el PNV, presidido entonces por el hoy lehendakari Iñigo Urkullu.

Hoy se ha tratado en esencia de poner en valor la trascendencia de la conferencia de Aiete para llamar a la participación en este acto similar. Desde entonces, según han remarcado, “la paz en el País Vasco ha avanzado” de la mano “del pueblo vasco, la sociedad civil, los partidos y las instituciones locales y regionales”, que “han demostrado liderazgo y han tratado de superar todos los obstáculos y dificultades para avanzar en su propósito”. Por ello, los representantes de las entidades impulsoras de la cumbre –Kendall (GIC), Agus Hernán (Foro Social) y Anais Funosas (Bake Bidea)- han emplazado a tomar parte de este evento. Según han advertido, está en juego “lograr una paz duradera” en el País Vasco. “Es muy importante que este evento tenga un apoyo plural”, han enfatizado a modo de presión.

Foto: Un joven pasa junto a una pintada de ETA en la ciudad de Guernica. (Reuters)

En la comparecencia de Bayonna también han participado integrantes del grupo de la "sociedad civil" que ha actuado de mediador de ETA desde su proceso de desarme, autoproclamados como 'artesanos de la paz', entre ellos René Etchegaray, alcalde de Baiona y presidente de la Mancomunidad de Iparralde, quien ha constatado con la conferencia de Aite "no fue en vano". Etchegaray ha asegurado de que el preludio del final de ETA será un "momento solemne", pero no ha dicho más. La ausencia de detalles se ha impuesto en una comparecencia con muchas palabras vacías. Tampoco nadie ha aludido al último comunicado de la banda terrorista en el que pide un perdón selectivo a las víctimas al dirigirse solo a "aquellas que no tenían participación directa en el conflicto".

ETA persigue que el proceso que derive en su anunciada disolución tenga el aval internacional y de las instituciones vascas. Para ello, la hoja de ruta diseñada por la banda terrorista para llegar a lo que denomina “fin de ciclo” pasa por calcar el modelo que precedió a su declaración del cese de la violencia de octubre de 2011 con la celebración de una cumbre en la Casa de la Paz de Aiete, en San Sebastián. Este encuentro reunió a personalidades internacionales lideradas por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan y contó con la presencia de dirigentes del PNV y del PSE, así como del Ayuntamiento donostiarra y la Diputación de Guipúzcoa, si bien estas instituciones estaban controladas entonces por el brazo político de la banda terrorista, EH Bildu.

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