Pedro Sánchez tiene dos días para contraprogramar la moción de Iglesias

Pablo Iglesias empezó a marcar los tiempos a Pedro Sánchez incluso antes de que se celebraran las primarias del PSOE. Al registrar la moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy la semana pasada, sabía que el escrito sería calificado hoy martes por la Mesa del Congreso, momento en el que se abre un plazo de dos días para que se pueda presentar otra moción con candidato alternativo. No es necesario que Podemos retire la suya, los socialistas pueden hacerlo al mismo tiempo esta misma semana y buscar apoyos para sacarla adelante en el pleno que la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, ha fijado para el 13 de junio.

Además, hasta que no se celebre esa sesión en el Congreso, el jefe de Ejecutivo pierde su facultad para disolver las Cortes, que había "recuperado" el pasado 3 de mayo al cumplirse el plazo de un año desde la anterior disolución, tal y como fija la Constitución en su artículo 115. Rajoy repite que no adelantará las elecciones, pero hasta que a mediados junio no se debata la moción en la Cámara, tampoco podría hacerlo aunque quisiera. "La propuesta de disolución no podrá presentarse cuando esté en trámite una moción de censura", añade la ley de leyes.

Iglesias ha colocado todas las piezas para acosar a Sánchez desde el primer día de su reelección como secretario general del PSOE y disputarle la supremacía de la oposición desde la izquierda. El líder de Podemos es diputado y portavoz de su grupo parlamentario, mientras que Sánchez tendrá que recurrir a una persona interpuesta para cada sesión parlamentaria, salvo que se postule como candidato a la presidencia del Gobierno por medio de la moción de censura. Es la única ocasión que tendrá de subir a la tribuna.

La Constitución solo plantea como exigencia para una iniciativa de ese tipo que esté firmada por 35 diputados, una décima parte de la Cámara. Iglesias cuenta con 67, más otros cuatro de sus socios valencianos de Compromís. Podría repetir la operación de imagen de la moción en el próximo periodo de sesiones del Congreso, a partir de septiembre, con los avales de los parlamentarios podemitas y afines.

Cualquier acuerdo entre Iglesias y Sánchez para postularse como candidatos a la presidencia requiere además el concurso de los grupos parlamentarios y diputados del Grupo Mixto independentistas: los nueve de ERC, los ocho de la antigua CiU, más los dos batasunos de Bildu. También tendrían que convencer de la viabilidad de ese tipo de Ejecutivo de izquierdas, populista y separatista a Pedro Quevedo, "el diputado 176" y parlamentario de Nueva Canarias, que negocia estos días con el Gobierno su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.

La moción de censura precisa ese mismo mínimo de 176 votos (la mayoría absoluta) para cambiar a Rajoy por Sánchez o Iglesias sin celebrar nuevas elecciones. De momento, ni Ciudadanos ni el PNV han manifestado su intención de apoyar una moción de censura del dirigente socialista. Albert Rivera sí prestó en 2016 sus votos al candidato socialista en el intento de hacerse con el poder, pero los nacionalistas vascos se desentendieron entonces de aquel intento.

Ana Pastor ha dejado la fecha del debate de la moción de censura de Iglesias para el 13 de junio. El debate de los Presupuestos tiene ocupada a la Cámara en lo que queda de mayo, y en la primera semana de junio no había previsto ningún pleno, por lo que en fuentes parlamentarias ya se daba por hecho que el pleno sería a mediados del mes próximo. Iglesias tendrá tiempo para acosar y enredar al PSOE con su moción de censura de quita y pon, aunque parezca condenada al fracaso.