El PSOE prepara el desembarco de Susana Díaz si Sánchez pincha en las municipales
Los socialistas andaluces han vuelto a manejar en los últimos días la posibilidad de un adelanto electoral en la región aunque la presidenta lo zanjó esta semana
Pedro Sánchez se la juega en las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2015. Es una obviedad política pero el vértigo en el partido ha mutado ya en susto y va camino de ser pánico. La ansiedad crece. Muchos dirigentes han acelerado en las últimas semanas los contactos y se mueven en silencio preparando un plan B por si los peores augurios que dictan las encuestas se cumplen.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, vuelve a situarse en el punto de mira y sus reuniones privadas con otros secretarios generales y figuras históricas como Felipe González son cada vez más frecuentes. En los últimos quince días no solo se ha reunido con Eduardo Madina en una cita que finalmente se celebró en Sevilla. El pasado martes fue el secretario general del PSC, Miquel Iceta, quien visitó a la dirigente andaluza horas antes de presentar en Cataluña su hoja de ruta.
Y cada vez son más frecuentes las conversaciones de la andaluza con González, quien no oculta su estupefacción por lo que considera falta de solidez política del actual equipo al frente en Ferraz. Susana Díaz habla con él y le ha visitado en la finca de Extremadura que el histórico socialista ha buscado para su retiro. Cada vez más voces auguran que el veterano político tendrá mucho que decir en el devenir inmediato del partido y que su influencia sobre Díaz es definitiva. Otros aseguran que todo esto es un “cuento chino” y que también se reúne con Pedro Sánchez, “aunque no sea santo de su devoción”.
En Ferraz saben que es inevitable que Pedro Sánchez se examine en las próximas municipales y autonómicas de mayo de 2015. En su equipo insisten en que Sánchez está a examen cada día desde que llegó al cargo y aseguran que la propia campaña desplegada para tratar de consolidar su liderazgo busca precisamente generar tensión y expectación entorno a su figura política.
Venden que el escenario político actual nada tiene que ver con el que se presentó en 2011. Entonces prendió la ola antiZapatero, ahora existe Podemos, un factor que ha desestabilizado todo el tablero político y que no permite al PSOE tener un conocimiento certero sobre cuál es su actual posición política. A Sánchez le reprochan una estrategia demasiado personalista y le recriminan que debería de centrarse más en las elecciones y menos en su propia proyección personal. Sin embargo, en su equipo no piensan moverse ni un milímetro de esta ofensiva. Asumirá en primera persona la campaña y eso conllevará riesgos. Ha visitado las principales plazas electorales y en los próximos meses intensificará su agenda.
Desde la dirección del PSOE defienden que hay un documento de estrategia política y que se trabaja en un programa electoral muy potente. Muchos dirigentes discrepan de este diagnóstico y aseguran que precisamente a Sánchez lo que le falla es firmeza y fondo político, tildando muchos de sus posicionamientos de ocurrencias o de populismo. Y entre quienes abrazan esa última crítica hay muchos dirigentes del PSOE andaluz, la federación más potente del partido, la misma que lo aupó a la secretaría general y la que en última instancia podrá decidir sobre su futuro político. Como anécdota: para muchos socialistas en Andalucía Pedro Sánchez tiene nuevo apodo, le llaman “el George Clooney” de la política.
Frente a quienes critican que la ambición de Susana Díaz está generando inestabilidad interna, los suyos advierten de que ella no se mueve y que se limita a escuchar. Pero esto también se oye en voces muy cualificadas del partido: “Susana Díaz ya pudo elegir y dejó pasar su tren. Cualquier intento de remover ahora a Sánchez, a los pocos meses de llegar, es un desatino y poner en marcha una operación en su contra como la que vivió Alfredo Pérez Rubalcaba sería directamente un suicidio político”. Solo después de ganar en Andalucía y si hay una catarsis en las generales, advierten, Díaz tendría opciones. En el grupo parlamentario socialista en el Congreso, advierte un diputado, “no es que Sánchez vaya en loor de multitudes pero también empiezan a oírse críticas y quejas por los juegos de Andalucía”.
Adelanto en Andalucía
En los últimos días la presidenta de la Junta ha vuelto a oír voces muy cercanas que le aconsejaban que convocara elecciones en Andalucía de forma inminente, sin esperar a las municipales. Quienes se alinean con esta teoría aseguran que así Podemos no tendría tiempo para forjar una candidatura potente. No será hasta febrero cuando elija su dirección andaluza. Sin embargo el pasado jueves en el Parlamento, Susana Díaz dejó muy claro en su círculo político más inmediato que irá a 2016. No quiere ser la primera que pruebe en las urnas el efecto de Pablo Iglesias. O eso dijo, Se mostró convencida de que es mejor dejar pasar el tiempo y de que mucha de la fuerza de Podemos se diluirá cuando toquen las elecciones autonómicas. Esa es la principal disyuntiva de Díaz. No le acompañan los tiempos políticos. Quiere ser candidata en Andalucía y pasar por las urnas en su comunidad y el salto a Madrid con el actual cronograma electoral en la mano sería imposible de casar con este deseo.
Hay varias zonas calientes para el PSOE. Lo que ocurra en Madrid, Valencia, Extremadura y Asturias será crucial para el liderazgo del secretario general. También dirá mucho si el PSC se salva en las catalanas. Los sondeos internos de los socialistas sostienen que el partido puede mantenerse en Andalucía sin caer respecto a 2011. Aquel fue un año nefasto y el PP logró la mayoría absoluta de las ocho capitales andaluzas. Sin embargo mantenerse en votos es vendido como un logro. La supervivencia en Andalucía, aseguran fuentes socialistas, depende de la buena marca de Susana Díaz en las encuestas tanto como de la sangría de votos que se pronostica para el Partido Popular. Los socialistas creen que podrían optar a formar gobierno en capitales como Huelva, Córdoba, Sevilla y Granada. La dirigente socialista también se la juega en las urnas. Tampoco su liderazgo ha pasado aún esa prueba del algodón.
Susana Díaz ha dado orden directa en el partido de no hablar de lo que ocurrirá después de los comicios. Los movimientos son más que evidentes y el miedo de los socialistas a terminar convertidos en tercera o cuarta fuerza política en España se palpa. Hay dirigentes como el expresidente Manuel Chaves que han salido públicamente a advertir de que cualquier movimiento interno que desestabilice a Sánchez será letal. El cálculo es que si el actual secretario general no logra remontar la marca de Rubalcaba en las últimas elecciones o no escenifica su liderazgo reconquistando plazas importantes tendrá que dar un paso atrás. Para el PSOE lo que arroje el mapa autonómico y de grandes ciudades ha sido siempre un termómetro fiable para las generales.
Una debacle forzaría su desembarco
Si los resultados son malos y se presiente una debacle electoral, Susana Díaz, advierten dentro y fuera de Andalucía, no se podrá negar a desembarcar en Madrid. De nuevo suena esa cantinela, que ya se entonó tras la retirada de Rubalcaba, de que solo ella tiene liderazgo y conocimiento suficiente para salvar al PSOE de convertirse en una fuerza política residual en España.
“No es lo que quiera Susana, es que no se va a poder negar”, resume gráficamente un dirigente. “Antes pudo escoger y decidir pero si hay una debacle electoral no habrá otra solución para el partido en las generales. Si miramos para otro lado y dejamos a Pedro Sánchez como candidato pese a que se hayan encendido las alarmas, el PSOE se juega convertirse en tercera o cuarta fuerza política y eso no se remonta en una legislatura. Eso dará pie a que se consoliden las alternativas y salir de ahí puede costar mucho”, analiza otro alto dirigente. Insisten en que entre las municipales y las generales distan solo unos pocos meses en los que no daría tiempo a fabricar otro líder o abrir un debate interno. “¿Qué vamos a poner a otros de los que va a La Sexta?”, ironiza una fuente socialista.
Todos los comentarios van dirigidos a apuntalar la idea de que solo Susana Díaz podría salvar las siglas. Justo lo mismo que se promovió hace pocos meses cuando la andaluza acarició la idea de un desembarco en Ferraz bajo palio. Ahora no sería ese escenario. Se tendría que medir en primarias nada más y nada menos que con el secretario general. “Ella tiene más prestigio pero cuidado con quien intente segarle la hierba bajo los pies a Sánchez porque se le puede volver en contra”, pronostica otro de los sabios socialistas.
Hay dirigente del PSOE que aseguran que han hablado por separado con Sánchez y Díaz y les han alertado sobre el peligro que entraña para el partido la creciente desconfianza entre ambos. Les recomiendan que refuercen el diálogo directo y personal y dejen a un lado sus entornos políticos que, para muchos, son los que de verdad están contaminando cada vez más la situación interna. “Ella es una mujer lista que como a todos los que llegan al poder les gusta que le digan lo que quieren oír, pero sabe que cuando tenga que tomar una decisión de verdad importante deberá acudir más allá de esas personas”, advierte alguien de la ejecutiva federal. Por si acaso, la operación Susana vuelve a estar en marcha.
Pedro Sánchez se la juega en las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2015. Es una obviedad política pero el vértigo en el partido ha mutado ya en susto y va camino de ser pánico. La ansiedad crece. Muchos dirigentes han acelerado en las últimas semanas los contactos y se mueven en silencio preparando un plan B por si los peores augurios que dictan las encuestas se cumplen.