El nuevo PSC desgrana su decálogo para solventar 'para siempre' el conflicto catalán

“Fijar la independencia como único objetivo es un error. Y fue un error fijar el 2014 como el año en que había de pasar todo. Fue un error la declaración de soberanía del Parlament. Fue un error fijar unilateralmente la fecha y la pregunta. Y también sería un grave error declarar unilateralmente la independencia”. Así de contundente se mostró ayer el líder del PSC, Miquel Iceta, que desgranó su hoja de ruta y tendió una mano al presidente catalán, Artur Mas, para que abandone el camino del independentismo y a su socio Oriol Junqueras (ERC). Fue duro el socialista: “La mayoría de los catalanes no queremos la independencia. Ya lo vimos el pasado 9 de noviembre [sólo votó en la pseudoconsulta un 30% del censo]”.

El máximo dirigente del PSC insistió en que “ni queremos la independencia ni nos conviene”. En cambio, propuso su solución: “La reforma del Estado para hacerlo más eficiente y asegurar que defienda mejor los intereses de los catalanes. (…) La solución federal, la reforma constitucional que proponemos, habrá de ser votada por los ciudadanos. Estoy seguro de que hay una mayoría de catalanes partidarios de un nuevo acuerdo entre Cataluña y el resto de España”.

Ese nuevo pacto con España pasaría por el reconocimiento de la realidad nacional catalana y del carácter pluricultural y plurilingüe del Estado, un pacto fiscal solidario que preserve el principio de ordinalidad. Y todo, tamizado luego por el cedazo de un referéndum.

Para Iceta, la independencia sólo ha sido viable en procesos de descolonización, en casos cuando ha habido acuerdos entre las partes (como entre Chequia y Eslovaquia) o en la disgregación de la antigua URSS, con un vasto consenso internacional. “Ninguna de estas circunstancias se da en el caso de Cataluña. Decir lo contrario es engañar a la gente”.

Arremetió el dirigente socialista contra la hoja de ruta de Artur Mas, que quiere convocar ahora unas “elecciones plebiscitarias” para que el Gobierno que salga elegido convoque unas “elecciones constituyentes” para dentro de 18 meses y luego un referéndum que apruebe la independencia de Cataluña y la nueva Constitución Catalana. “O sea, que nos podríamos encontrar con elecciones en 2015 y 2017 que, juntamente con las de 2012 y 2017… ¡serían cuatro elecciones [autonómicas] en menos de siete años! Y vuelta a hablar de convocar un referéndum para el cual la Generalitat no tiene competencias. Estamos atrapados en una noria que no para de girar, pero que no nos lleva a ninguna parte”.

El decálogo

Ante ello, propuso su decálogo:

1. La transformación del Estado de las autonomías en un Estado federal

2. El reconocimiento de las singularidades propias de las nacionalidades históricas, incorporando el artículo 5 del Estatuto de Autonomía catalán a la Constitución

3: La definición precisa de las competencias del Estado y la atribución de todas las demás competencias a las comunidades

4: La incorporación de los derechos sociales como derechos de ciudadanía

5: Los temas lingüísticos, educativos y culturales serán competencia estricta de las comunidades con lengua propia

6: Un sistema de financiación de las comunidades regido por los principios de solidaridad y de ordinalidad

7: Territorialización del gobierno del poder judicial

8: Transformación del Senado en un Consejo Federal con presencia de los Gobiernos autonómicos

9: Profundización del carácter democrático, participativo y deliberativo de nuestro sistema político e institucional

10: Fortalecimiento de los municipios como garantes de la cohesión social

Autocrítica

El dirigente del PSC hizo una profunda autocrítica. Reconoció que los socialistas no vieron venir la crisis económica del 2008 ni la supieron afrontar con eficacia. Tampoco ofrecieron una alternativa al fiasco del Estatuto catalán laminado por el TC ni supieron atajar el deterioro de la política a causa de los escándalos de corrupción.

Pero considera que Artur Mas y Mariano Rajoy “son incapaces de llegar a acuerdos”, y por ello propone cinco asuntos para desbloquear el conflicto catalán.

El primero es abrir, en el marco de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, una negociación sobre el documento de 23 puntos que Mas entregó a Rajoy el pasado 30 de julio. El segundo es revisar, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), la distribución del esfuerzo de reducción del déficit público entre los tres niveles de Administración [central, autonómica y local], ya que actualmente la distribución del déficit somete a “una presión insoportable” a comunidades autónomas y ayuntamientos. El tercer punto es convocar una Conferencia de Presidentes para adoptar medidas urgentes para reactivar la economía y el empleo. El cuarto, crear un espacio de deliberación sobre la reforma general en el marco de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. Y el quinto, renegociar la financiación autonómica en el marco del CPFF.