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Un altar de flores y velas a las puertas del Madrid Arena la noche de Halloween
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HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS UN AÑO DESPUÉS

Un altar de flores y velas a las puertas del Madrid Arena la noche de Halloween

Decenas de jóvenes han acudido a partir de las once de la noche hasta las puertas del Madrid Arena, donde la misma madrugada de hace justo

Foto: Vigilia por las víctimas del Madrid Arena. (EFE)
Vigilia por las víctimas del Madrid Arena. (EFE)

Decenas de jóvenes han acudido a partir de las once de la noche hasta las puertas del Madrid Arena, donde la misma madrugada dehace justo un año murieron cinco jóvenes aplastadas por una avalancha humana. En menos de una hora, en las inmediaciones del recinto municipal se improvisó un altar lleno de flores, velas y mensajes para las víctimas, que no dejó de crecer hasta las dos de la madrugada, la hora en la que la vigilia silenciosa concluyó. El cartel más emotivo, con las cinco iniciales de las víctimas marcadas en rosa, decía: “Cinco estrellas iluminan kilómetros de recuerdos. Seguid brillando, princesas. Vuestra sonrisa, nuestro consuelo”. Solo las familias de Cristina Arcey Katia Esteban estuvieron presentes en el homenaje.No se vio a ni un solo responsable del Madrid Arena mientras familiares, amigos y desconocidos rendían homenaje a las víctimas.

Faltaban diez minutos para la medianoche cuando empezó el homenaje con un lema: 365 días, 5 fallecidas y ningún culpable. El acto lo inauguró Laura Visman, amiga de Rocío, que rompió a llorar aunque, aún con lágrimas en los ojos, pudo terminar su carta: “No hay dinero en el mundo para devolvernos lo que nos han quitado. Te quiero y siempre te querré”. La relevó ante los micrófonos que aguardaban en la gélida noche de Halloween a las puertas del Madrid Arena Javier, un portavoz de los amigos que han arropado a las familias de las víctimas desde el ciberespacio. “No las conocía, no sabía quiénes eran, no las enterré, no lloré su pérdida… pero qué difícil es contener las lágrimas aquí”, describió.

Se leyó una carta llegada desde Valparaíso (Santiago de Chile) antes de que el grupo de poesía en Sidecar leyera un poema de Carlos Alberto Boaglio elegido por Ángel, padre de Katia, que escuchaba a escasos metros agarrado de la mano de su hija Tania. “Cuando yo me vaya…”. También se escuchó una carta que originariamente se escribió para las víctimas del 11-M, denominada ‘No’. “No hay verdad que nazca de la vergüenza”, decía.

Jesús Arroyo entonó el ‘No volveré a ser joven’, de Jaime Gil de Biedma, justo antes de escuchar a Carola, otra amiga de una de las víctimas. “Ojalá no estuviéramos hoy aquí. Ojalá no os hubiera conocido a algunos”, alcanzó a decir. El acto lo cerró Isabel, madre de Cristina Arce, que no se separó de su hija Verónica en toda la vigilia. Era la primera vez que pisaba el recinto donde murió Cristina. “Hemos venido a pedir Justicia por personas que fueron aplastadas por avaricia”.

En su manifiesto, Isabel recordó las irregularidades en la contratación, el exceso de aforo máximo permitido, la impotencia que sienten. “Por mucho que alguien intente lavarse la cara, la tendrá siempre muy sucia”, espetó. “Esto no es un homicidio imprudente. Es algo más”. Las lágrimas dejaron de oírse por unos segundos por el ensordecedor sonido de los aplausos. A última hora se animaron cuatro amigas de María Teresa, que rememoraron anécdotas vividas con su amiga fallecida. “Tere, hemos tenido la suerte de conocerte estos años y no lo cambiamos por nada”, concluyeron.

El homenaje finalizó a las 2 de la madrugada

Durante toda la noche, no dejaron de llegar jóvenes y no tan jóvenes que conocían a algunas de las chicas, que pasaron la fatídica noche de Halloween en el Madrid Arena o, simplemente, que querían acudir a la vigilia para rendir homenaje a las cinco víctimas mortales. Mónica, Vanesa, Lucía y Aarón son amigos de Rocío. Antes de dejar su vela en el improvisado altar que los amigos hicieron para las víctimas, cuentan a El Confidencial que se sienten “impotentes”, por no tener a su amiga cerca y porque la justicia todavía no haya actuado. “Era la primera vez que iba a una macrofiesta de este estilo. Podíamos haber sido cualquiera de nosotros. Solo queremos que haya justicia”.

Cinco focos iluminaban el cielo, uno por cada fallecida, en la entrada del Madrid Arena. La noche de Halloween de 2013 acababaen el recinto municipal a las 2, apenas una hora y media antes de que, hace justo un año, la vida se truncara para Katia, Rocío, Cristina, María Teresa y Belén.

Decenas de jóvenes han acudido a partir de las once de la noche hasta las puertas del Madrid Arena, donde la misma madrugada dehace justo un año murieron cinco jóvenes aplastadas por una avalancha humana. En menos de una hora, en las inmediaciones del recinto municipal se improvisó un altar lleno de flores, velas y mensajes para las víctimas, que no dejó de crecer hasta las dos de la madrugada, la hora en la que la vigilia silenciosa concluyó. El cartel más emotivo, con las cinco iniciales de las víctimas marcadas en rosa, decía: “Cinco estrellas iluminan kilómetros de recuerdos. Seguid brillando, princesas. Vuestra sonrisa, nuestro consuelo”. Solo las familias de Cristina Arcey Katia Esteban estuvieron presentes en el homenaje.No se vio a ni un solo responsable del Madrid Arena mientras familiares, amigos y desconocidos rendían homenaje a las víctimas.

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