El Banco de España estudia exigir un colchón extra de capital a la banca

El Banco de España quiere que los bancos refuercen sus posiciones de capital. El supervisor critica que las entidades siguen alejándose del nivel de solvencia del resto de Europa, y además de pedir esfuerzos en esta dirección, podría exigirlo.

El organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos está terminando una revisión de la metodología que usa para evaluar si activa el colchón de capital anticíclico (CCA), herramienta macroprudencial que los bancos centrales nacionales tienen la potestad de exigir a los bancos del país.

El Banco de España nunca ha activado este colchón anticrisis, pero podría hacerlo como una de las últimas medidas durante el mandato de Hernández de Cos, que expira este año. Ya ha ido allanando el camino, al reclamar por las buenas a las entidades mayores esfuerzos en el refuerzo de capital, aprovechando el periodo positivo de aumento de márgenes y de beneficios, con la mora contenida, que están viviendo.

"Estamos analizando elementos adicionales como la brecha de crédito-PIB, el output gap (brecha entre el PIB observado y el PIB potencial, si las entidades generan muchos o pocos beneficios, el nivel de dudosos, la liquidez, etc, para tener una visión de conjunto", señalan desde el Banco de España.

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Algunos supervisores nacionales europeos ya han activado en alguna ocasión el colchón anticíclico, pero no el español. El Banco de España se encuentra en una fase de análisis de coste beneficio, pero es consciente de que los colchones liberables funcionan mejor que los no liberables. Los primeros son los que se activan y se pueden desactivar sin que el mercado castigue a la entidad por señalarla.

Además, desde el Banco de España se insiste una y otra vez en que los bancos deben aprovechar este momento positivo de expansión de sus cifras para reforzar su posición de solvencia.

Se insiste en que los bancos deben aprovechar este momento positivo de expansión de sus cifras para reforzar su posición de solvencia

Primero, porque podría haber una reducción de márgenes ante el recorte de tipos, que el supervisor espera que se traslade más al crédito que a los depósitos, y por un esperado aumento, aunque "contenido", de los dudosos a lo largo de 2024. Y, segundo, para prepararse ante futuros momentos complicados, dado que los bancos con más capital demuestran ser más resilientes en épocas de crisis en el mercado y no tienen que restringir tanto el crédito como los menos capitalizados.

La imposición del nuevo colchón anticíclico es algo que se viene anticipando dentro del sector financiero desde hace meses. De hecho, como publicó este medio, ya lo avanzó la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en una reunión que tuvo con los consejeros delegados de la AEB (Asociación Española de Banca) hace algunos meses.

Y también es algo que se ha venido reflejando en los discursos del gobernador recurrentemente. En el sector financiero se asume que es una de las últimas medidas que va a anunciar De Cos antes de dejar el cargo en junio.

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Con ello, el supervisor conseguiría uno de sus grandes objetivos desde hace tiempo: que la banca española refuerce su solvencia y reduzca la distancia en este terreno que hay frente a otras entidades europeas.

Así se expone en el último informe de estabilidad financiera presentado por el Banco de España: "La dinámica expansiva de la rentabilidad bancaria no ha redundado en un fortalecimiento significativo de la solvencia del sector, habiendo mejorado su ratio de CET1 solo muy moderadamente en 2023, a diferencia de lo ocurrido en otros países de nuestro entorno, con lo que la distancia que nos separaba de ellos se ha ampliado", expone este informe.

Las últimas estadísticas hechas públicas por el Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada reflejan que la solvencia media de los bancos españoles era del 13,2% a finales de diciembre, frente a una media del 15,7% a nivel europeo. En 2023, el nivel de CET1 de los españoles avanzó menos de dos décimas, por el medio punto europeo.

La solvencia media de los bancos españoles era del 13,2% a finales de diciembre, frente a una media del 15,7% a nivel europeo

Desde los bancos españoles se quejan de que no son cifras comprables y que habría que esperar a la entrada en vigor efectiva de la normativa Basilea 4 (que realmente es la culminación de Basilea 3) para ver el punto real de capital en el que se encuentra cada país y cada entidad. Esto ocurrirá en 2025.

Así, la solvencia se mide por el capital que tiene cada banco frente a sus activos de riesgo (APRs). Los bancos españoles se quejan de que sus rivales europeos han venido usando modelos internos que les permitían reducir considerablemente sus APRs, con lo que con el mismo capital les vale para tener una ratio de solvencia muy superior. Esto es algo que viene a corregir Basilea 3 y que se espera que tenga un gran impacto negativo en los bancos alemanes y franceses, entre otros.

Al margen de estos factores, lo cierto es que el BCE y el Banco de España llevan mucho tiempo diciendo que las entidades españolas deberían limitar sus dividendos y recompras de acciones para aumentar su capital. Y el hecho de que se hayan distanciado con sus rivales europeos aún más es un argumento de peso para meter más presión en este debate, por mucho que le pese a los banqueros.

Llevan tiempo diciendo que las entidades españolas deberían limitar sus dividendos y recompras de acciones para aumentar capital

Las entidades españolas se encuentran entre la espada y la pared en este terreno, ya que el mercado les exige completamente lo contrario. De ahí que se esté reclamando al gobierno desde distintos ámbitos que se permita deducir el impuesto extraordinario que se reserve a solvencia, con lo que se matarían dos pájaros de un tiro. Aun así, esta opción genera mucha división debate dentro del Ejecutivo.