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Por qué es importante la solvencia de un banco a la hora de colocar tus ahorros
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Por qué es importante la solvencia de un banco a la hora de colocar tus ahorros

La crisis de 2008 demostró la importancia que tiene la solidez de las entidades a la hora de capear dificultades. Aunque los ratios de capital han mejorado, el contexto actual demanda nuevamente prudencia

Foto: Fuente: iStock.
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Tras la crisis económica de 2008, prácticamente la mitad del sistema bancario español -en concreto, la gran mayoría de las antiguas cajas de ahorros-, tuvo que ser rescatado después de que los excesos de los primeros años 2000 pusieran entre las cuerdas su estabilidad. El 'boom' inmobiliario y el aumento de la concesión de créditos dejaron a algunas entidades sin liquidez para asumir sus obligaciones tras el estallido de la burbuja. El dinero invertido por el Estado a través del FROB (Fondo de Reestructuración) superó los 59.000 millones de euros y, entre las consecuencias del rescate, la consolidación del sector: de más de 50 bancos y cajas de ahorro hace poco más de diez años a apenas 10 grandes grupos en la actualidad.

Afortunadamente, la situación ahora es muy diferente. Tras las fusiones, los bancos han ido reforzando sus indicadores de solvencia hasta alcanzar un ratio de capital CET1 de cerca del 13% en junio de 2022, según los últimos datos del Banco de España; muy alejado del 7,5% que presentaban en 2007. No obstante, tras la pandemia y la invasión de Ucrania impactando de lleno en la economía global, el supervisor español pide prudencia y no perder de vista los riesgos.

"En momentos de incertidumbre los clientes de banca privada tienden a refugiarse en la solvencia" (José Luis Acea)

El nivel de solvencia es la capacidad para absorber pérdidas. Mide su fortaleza: cuanta más capacidad, más sólido es el banco. Precisamente, estos niveles son los que garantizan la seguridad a los inversores, según José Luis Acea, consejero delegado de Banca March, que ha anunciado recientemente "un nivel de solvencia del 17,30%, el más alto de la banca española; ratios de liquidez —LCR (232,89%) y DTL (139,10%)— y cobertura de riesgos dudosos (58,19%) entre los más elevados del sector, así como la tasa de mora más baja del país, con un 1,47% a cierre de junio, frente a un 3,88% de media".

Según el primer ejecutivo de la entidad, los riesgos que podría afrontar un banco en un contexto de incertidumbre se pueden capear si se cuenta con unos sólidos ratios de solvencia, por eso "es uno de los aspectos que los ahorradores miran con lupa a la hora de elegir a quién confían su dinero, sobre todo cuando hablamos de asesoramiento y banca privada". Pero no solo es importante tener en cuenta esto, según él, "sino el volumen total de recursos propios que, en nuestro caso, se sitúa en unos 2.000 millones de euros. Para hacer el tipo de banca privada que hacemos, en línea con las grandes entidades internacionales, se necesita un ecosistema de altísima solvencia y una vinculación con la entidad y sus valores, además de una visión de largo plazo que proteja al cliente de las presiones de rentabilidad en el corto”.

" "Tenemos un nivel de solvencia del 17,30%, el más alto de la banca española" (José Luis Acea)

Si la solvencia es lo suficientemente alta, no hay necesidad de asumir riesgos excesivos para obtener una determinada rentabilidad, “ya que implica un holgado cumplimiento de las exigencias de los reguladores”, señala José Luís Acea. “Tener estos altos niveles significa poder mirar a largo plazo sin incurrir en riesgos excesivos. Es una garantía de sostenibilidad que permite establecer relaciones duraderas con los clientes más allá de los ciclos. En nuestro caso más aún, ya que una de nuestras señas de identidad es la Coinversión, es decir, invertir en los mismos proyectos con ellos, y eso nos permite tomar decisiones que no estén condicionadas por la necesidad de obtener resultados a corto plazo, así como alinear los intereses de ambas partes”, añade.

En esta solidez se apoya precisamente su estrategia de asesoramiento a la hora de ofrecer los productos más adecuados para cada perfil, según explican, desde el ahorrador más conservador hasta el inversor más sofisticado: coinversión, Gestión Discrecional de Carteras (GDC) de valor añadido, fondos alternativos o fondos de fondos de private equity, hasta la inversión sostenible y de impacto, fondos temáticos y productos de ahorro a largo plazo especiales para Banca Privada y Banca Patrimonial. "En momentos de incertidumbre como los actuales los clientes de banca privada tienden a refugiarse en la solvencia. En casi 100 años de historia hemos tenido que enfrentarnos a todo tipo de contextos y crisis, y en esa experiencia apoyamos la visión y propuestas de asesoramiento para nuestros ahorradores", dice el banco.

Tras la crisis económica de 2008, prácticamente la mitad del sistema bancario español -en concreto, la gran mayoría de las antiguas cajas de ahorros-, tuvo que ser rescatado después de que los excesos de los primeros años 2000 pusieran entre las cuerdas su estabilidad. El 'boom' inmobiliario y el aumento de la concesión de créditos dejaron a algunas entidades sin liquidez para asumir sus obligaciones tras el estallido de la burbuja. El dinero invertido por el Estado a través del FROB (Fondo de Reestructuración) superó los 59.000 millones de euros y, entre las consecuencias del rescate, la consolidación del sector: de más de 50 bancos y cajas de ahorro hace poco más de diez años a apenas 10 grandes grupos en la actualidad.

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