Recta final para que Orange y MásMóvil conformen un gigante de 18.600 millones

Año y medio después del anuncio oficial, la fusión entre Orange y MásMóvil encara su recta final. Ambas telecos aguardan a que la Comisión Europea apruebe la operación, una decisión que debe comunicar este jueves como muy tarde. Fuentes del sector dan por hecho que el organismo comunitario se pronunciará a favor, por lo que únicamente tendrán pendiente conseguir la bendición del Ministerio de Transformación Digital y del Gobierno de España. Son los últimos flecos para crear un gigante de las telecomunicaciones valorado en unos 18.600 millones de euros.

La Comisión Europea se ha tomado su tiempo. Llegó incluso a aplazar sin fecha su decisión a la espera de recibir la información relevante solicitada por las autoridades. El día quedó fijado definitivamente en este 22 de febrero, previa prórroga de una semana, después de que se conociesen los remedies acordados para esta operación. Este término en inglés se utiliza para referirse a las concesiones que deben realizar las compañías para garantizar la competencia.

En esta ocasión, el beneficiado ha sido Digi. Orange y MásMóvil acordaron con el operador rumano el traspaso de determinados activos, un sacrificio necesario para que Bruselas considere que la fusión no perjudicará la competencia en el mercado español. En concreto, le traspasarán una parte de las licencias de espectro de telefonía móvil de MásMóvil a cambio de 120 millones. Además, tienen pactada la opción de que utilice en el futuro la red móvil de Orange en condiciones preferentes.

Todo apunta a que la Comisión Europea se da por satisfecha con estas concesiones. Dará así su visto bueno a una unión que conformará la primera empresa del sector en España, tanto en número de clientes de telefonía móvil como de banda ancha fija. Y se reconfigurará el tablero nacional de las telecomunicaciones, relegando Telefónica al segundo puesto tras décadas de hegemonía. Mientras que Digi se aupará hasta la cuarta posición y Vodafone se quedará en el tercer escalón.

Alianza a partes iguales

Ambas compañías pactaron en julio de 2022 una alianza a partes iguales, para lo que nombrarán equitativamente los puestos de gobernanza y asumirán cada una el control del 50% del negocio. Esto se traduce en que el puesto de presidente lo ocupará Jean-François Fallacher (Orange) y el de consejero delegado será para Meinrad Spenger (MásMóvil), como ya se ha confirmado. De la misma manera que los asientos en el consejo de administración se repartirán de forma ecuánime, con cuatro sillones para cada uno, según informó Cinco Días.

Aunque lo cierto es que Orange ya se está planteando elevar su participación al 51% del capital y tomar el control de la compañía. Por el momento, se trata únicamente de una opción que está encima de la mesa, sin que exista una decisión definitiva, tal y como confirmó la semana pasada el actual consejero delegado de Orange en España, Ludovic Pech, que en la compañía resultante adoptará el papel de director financiero.

Aunque lo cierto es que Orange ya se está planteando elevar su participación al 51% del capital y tomar el control de la compañía

Para sufragar ese 1% adicional, los planes de la teleco de origen francés pasan por invertir el dinero obtenido con la fusión. Recibirán, en concreto, un dividendo de 4.200 millones de euros para equilibrar las posiciones de ambas empresas y que la unión a partes iguales sea justa. Esta cantidad no se repartirá entre los accionistas, sino que se guardará por si finalmente opta por ejercer su derecho de tomar el control. Para zanjar esta decisión, cuenta con un plazo de entre 24 y 42 meses.

Cuando se materialice la fusión, las dos partes también deberán decidir si la nueva empresa empieza a cotizar. El pacto incluye un derecho a activar una salida a bolsa (OPV) bajo ciertas condiciones acordadas después de un periodo que, de igual manera, ha quedado definido entre 24 y 42 meses. Este tiempo comenzará a correr desde el momento en que se apruebe la operación de manera definitiva.

Para resolver esta disyuntiva, tendrán muy en cuenta si el mercado ofrece unas condiciones ventajosas. En los últimos años, no ha sido así, como ha demostrado la sequía de OPV en los parqués españoles, que no acogen un debut bursátil desde que Opdenergy dio el paso el 22 de julio de 2022. Curiosamente, fue justo un día antes de que Orange y MásMóvil hiciesen oficial su matrimonio empresarial.

Se mantendrá la plantilla

Cuando se produce una fusión, es habitual que se ejecute en recorte de plantilla, eliminando puestos que se solapan. Sin embargo, en esta ocasión la intención es mantener a los más de 7.000 empleados que suman entre las dos compañías (5.200 de Orange y 1.800 de MásMóvil). Sus perspectivas pasan por alcanzar unas sinergias de 450 millones de euros en un plazo de cuatro años solo a través de un ahorro industrial, agrupando sus dos redes de telecomunicaciones en una sola.

Esta estrategia contrasta con la que están ejecutando otras compañías del sector ante la implantación de las nuevas tecnologías y el adiós a la red de cobre. Es cierto que Telefónica prácticamente triplica en España el número de trabajadores que suman entre Orange y MásMóvil, pero igual de verídico es que la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete ha ejecutado recientemente un expediente de regulación de empleo (ERE). Este proceso ha finalizado con la marcha voluntaria de 3.420 empleados. Por su parte, Vodafone anunció un recorte de 11.000 empleos en todo el mundo.