Sánchez convoca a los grandes del Ibex en Davos en pleno choque con las empresas

The World Economic Forum ha invitado a Pedro Sánchez a intervenir la próxima semana en el Foro de Davos, la pequeña localidad suiza donde se reúnen las mayores fortunas del mundo. El presidente del Gobierno todavía no ha confirmado su asistencia al evento porque, según fuentes próximas a la organización, está pendiente de agendar una reunión con los principales fondos internacionales para tranquilizarlos tras la decisión del Gobierno de entrar en el capital de Telefónica. Pero, además de verse con el poder económico internacional, Sánchez ha emplazado también al del Ibex 35, cuyos primeros espadas también acudirán al megaevento.

Según estas fuentes, la Moncloa se ha movilizado en las últimas semanas con los grandes tenedores de acciones y bonos de la bolsa española para concretar una reunión en la que Pedro Sánchez pueda escenificar que España es un país seguro para las inversiones extranjeras. Un asunto vital que, desde la City londinense y Wall Street, se observa con recelo, después de que el Ejecutivo del PSOE y Sumar confirmase el pasado 19 de diciembre la vuelta del Estado al capital de una compañía privada como Telefónica, tal y como adelantó El Confidencial en exclusiva el 30 de octubre.

De acuerdo con el calendario interno, el Foro Económico Mundial le ha reservado a Pedro Sánchez una intervención el próximo miércoles 17 de enero, a partir de las 16:45. Posteriormente, la Moncloa quiere organizar una reunión con los siete primeros ejecutivos del Ibex que ya han confirmado su asistencia a Davos. Se trata de Ana Botín, presidenta de Banco Santander, Carlos Torres, su homólogo en BBVA, José María Álvarez-Pallete, primer directivo de Telefónica, Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, Francisco Reynés, máximo responsable de Naturgy, José Manuel Entrecanales, primer accionista de Acciona, e Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola. También se quiere invitar a Rafael del Pino, dueño de Ferrovial, compañía que el pasado año trasladó su sede social desde España a Países Bajos.

La convocatoria todavía no es oficial. Se está organizando entre bambalinas. De estas compañías, solo un par de ellas ya han sido contactadas por los responsables del Gobierno para informarles de que, tras la intervención de Pedro Sánchez, el líder socialista quiere mantener un encuentro con los representantes del Ibex 35 con el fin de transmitir una relación de cordialidad entre la Moncloa y la aristocracia empresarial. Se da por hecho que todos acudirán a la llamada gubernamental, con la excepción del primer ejecutivo de Iberdrola, que ya el año pasado dio plantón a Sánchez debido a la alta tensión por la subida fiscal al sector eléctrico.

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Una desconfianza que se acrecentó a finales del pasado año, cuando el nuevo Gobierno progresista acordó, a propuesta de Sumar, convertir en permanentes los impuestos extraordinarios y temporales a las compañías energéticas y a la banca creados un año antes por el efecto de la guerra de Ucrania y del brusco incremento de los tipos de interés. Repsol, a quien la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) abrió un expediente sancionador a finales de diciembre —que en la compañía no consideran casual—, ha amenazado con llevarse las inversiones fuera de España, como ya ha hecho Iberdrola.

Pero lo que ha terminado de dinamitar el recelo del Ibex ha sido la decisión de Pedro Sánchez de tomar hasta un 10% de las acciones de Telefónica, compañía de la que el Estado salió en 1997, como reacción al desembarco de Arabia Saudí en el capital. Fuentes de varios fondos institucionales argumentan que se trata de un intervencionismo en una compañía privada que no se sabe hasta dónde puede llegar, en relación con la influencia en el gobierno corporativo de la operadora, y que podría replicarse en otros sectores, como el eléctrico o el gasista.

Maersk y Cataluña

Un alto ejecutivo de uno de los grandes bancos de Wall Street sostiene que, si Arabia Saudí fuera inteligente, vendería la participación del 5% que ya ha comprado de Telefónica y no ejecutaría la opción de compra por el otro 5% adicional. "No sabe con qué se va a encontrar en la próxima junta de accionistas", asevera, en referencia a lo que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) hizo en Indra, con la destitución de la mayoría de los consejeros independientes. Y pone como ejemplo el pobre rendimiento bursátil de la francesa EDF o de Telecom Italia, también intervenidas por sus respectivos Estados.

Desde el Gobierno, se defiende que el país está abierto a la inversión extranjera, como demuestra la aprobación de la opa sobre Applus

Por el contrario, desde el Gobierno se defiende que el país está abierto a la inversión extranjera, como demuestra la aprobación a finales de diciembre de la opa sobre Applus o la compra de empresas privadas por parte de fondos de capital riesgo, como se ha producido en empresas de renovables o telecomunicaciones, como MásMóvil. El acuerdo con la multinacional Maersk para incentivar una planta de metanol en Huelva o la recepción a los responsables del fondo australiano IFM, accionista de Naturgy, son otros ejemplos con los que la Moncloa expresa que el caso de Telefónica es una excepción para que no vuelva a ocurrir lo que sucedió en Endesa.

No obstante, la reciente petición de Junts al Gobierno de castigar a las empresas que se marcharon de Cataluña si no retornan su sede social a Barcelona ha sido interpretado como un indicio más de las pretensiones intervencionistas de los actuales socios de la Moncloa, que se ha mostrado abierta a facilitar su regreso a la Ciudad Condal mediante incentivos fiscales. En la reunión de Davos con Sánchez, estará allí Reynés, que trasladó la sede fiscal de Naturgy a Madrid.