Fainé y Sánchez se reúnen en la Moncloa con el foco en La Caixa y Telefónica

Reuniones vitales para el futuro de La Caixa y de Telefónica. Según han confirmado varias fuentes, Isidro Fainé, el presidente de la Fundación Bancaria la Caixa, se ha sentado con el presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Nadia Calviño en los últimos días, después de que el líder del PSOE fuera investido presidente del Gobierno.

El encuentro, que ha sido completado con otro entre Salvador Illa, el líder del PSC, y Juan José López Burniol, la mano derecha del banquero, ha tenido lugar en medio de los movimientos políticos y empresariales por tomar posiciones accionariales en la operadora, de la que el holding inversor catalán es uno de sus mayores accionistas, y de las maniobras de Junts y ERC por devolver a su área de influencia el universo económico y financiero que pilota Fainé.

Según han confirmado distintas fuentes, el propio Fainé pidió una reunión con Pedro Sánchez, una vez celebrada la sesión de investidura, consciente de que La Caixa lleva años siendo objeto de deseo de Junts y ERC y de que los independentistas han logrado incluir parte de esas aspiraciones en los recientes acuerdos firmados con el PSOE.

En el caso del documento firmado con Junts, el PSOE y los independentistas de Carles Puigdemont apostaban concretamente por "un plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años". Y La Caixa es una pieza clave en todo este engranaje, tanto desde el punto de vista de la Hacienda local como de la influencia corporativa en las grandes compañías del Ibex, después de que la mayoría de las grandes empresas catalanas trasladasen su sede fuera de Barcelona tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

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Una de las cuestiones que más preocupan a Fainé es la pretensión de los nacionalistas por hacerse con la presidencia de La Caixa, dado que el banquero aún no ha designado su sucesor y que, a sus 81 años, tan solo le quedan dos más de mandato. El asunto ha puesto en alerta a su equipo de confianza, formado por Antonio Vila, director general de la fundación bancaria; Marcelino Armenter, consejero delegado de CriteriaCaixa (el holding inversor), y Juan José López Burniol, vicepresidente y mano derecha del presidente, así como a Sergi Loughney, responsable de relaciones institucionales, y a José María Coronas, secretario general de la fundación.

En la reunión con Sánchez y Calviño, uno de los temas centrales fue precisamente el futuro de la cúpula de La Caixa, un grupo inversor que en Barcelona se describe como el único que defiende los intereses nacionales. En los últimos tiempos, Fainé ha tenido que hacer valer su estrategia de mantener la españolidad de las grandes empresas del país. Fue el caso de la energética Naturgy, donde el holding tiene el 26,7%, pero un 54% está controlado por tres fondos internacionales —el americano GIP, el luxemburgués CVC y el australiano IFM—.

Y desde el pasado mes de septiembre, lo que está en juego también es el control accionarial de Telefónica, tras la irrupción de Arabia Saudí en el capital de la multinacional. Por eso mismo, el futuro de la operadora, de la que La Caixa tiene algo más de un 6%, contando con la participación de Criteria y la de CaixaBank, fue otro de los temas que se pusieron encima de la mesa en la reunión.

En la reunión con Pedro Sánchez y Nadia Calviño, uno de los temas centrales fue precisamente el futuro de la cúpula de La Caixa

Saudi Telecom Company ha anunciado la compra del 4,8% y la intención de llegar al 9,9% de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete. Pero el Gobierno ya ha reconocido que quiere volver al capital de Telefónica, del que salió en 1997, con la compra de una participación a través de la Sociedad Estatal de Participaciones (SEPI). Fuentes conocedoras de los planes del Gobierno aseguran que la Moncloa aspira a hacerse con un 5%, un porcentaje que, sumado al de la entidad catalana y al de BBVA, elevaría el llamado bloque nacional al entorno del 15%, por encima del que tendría la monarquía saudí si la Moncloa le autoriza a llegar a ese casi 10%.

Fuentes oficiales de La Caixa han declinado hacer comentarios sobre esta reunión, así como sobre la que han mantenido Salvador Illa, el líder de los socialistas en Cataluña, y López Burniol, una de las personas que suenan como sustituto de Fainé. Pero otras próximas al holding inversor aseguran que ambos encuentros han sido constructivos y en buena sintonía para alinear los intereses del Gobierno progresista de coalición. Especialmente por la fluida relación que Pedro Sánchez tiene con el banquero de Manresa desde antes de llegar a la Moncloa.

Pero, dadas las servidumbres con sus socios nacionalistas para preservar la legislatura hasta 2027, en La Caixa han activado el nivel de alerta. En juego está también la obra social. El holding financiero gestiona inversiones por 24.500 millones y con sus rendimientos se financian los 530 millones destinados a los proyectos sociales de la fundación.